Salmos 59 - Biblia de Jerusalén Segunda Edición

Libro de Salmos
Capitulos:

123456789101112131415161718192021222324252627282930313233343536373839404142434445464748495051525354555657585960616263646566676869707172737475767778798081828384858687888990919293949596979899100101102103104105106107108109110111112113114115116117118119120121122123124125126127128129130131132133134135136137138139140141142143144145146147148149150

1 - [Del maestro de coro. "No destruyas". De David. A media voz. Cuando Saúl mandó a vigilar su casa con el fin de matarle. ]

2 - ¡Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío, de mis agresores protégeme,

3 - líbrame de los agentes de mal, de los hombres sanguinarios sálvame!

4 - Mira que acechan a mi alma, poderosos se conjuran contra mí; sin rebeldía ni pecado en mí, Yahveh,

5 - sin culpa alguna, corren y se aprestan. Despiértate, ven a mi encuentro y mira,

6 - tú, Yahveh, Dios Sebaot, Dios de Israel, álzate a visitar a todos los gentiles, no te apiades de ninguno de esos traidores pérfidos. Pausa.

7 - Regresan a la tarde, aúllan como perros, rondan por la ciudad.

8 - Míralos desbarrar a boca llena, espadas en sus labios: "¿Hay alguno que oiga?"

9 - Mas tú, Yahveh, te ríes de ellos, tú te mofas de todos los gentiles.

10 - Oh fuerza mía, hacia ti miro. Pues es Dios mi ciudadela,

11 - el Dios de mi amor viene a mi encuentro. Dios me hará desafiar a los que me asechan.

12 - ¡Oh, no los mates, no se olvide mi pueblo, dispérsalos con tu poder, humíllalos, oh Señor, nuestro escudo!

13 - Pecado es en su boca la palabra de sus labios; ¡queden, pues, presos en su orgullo, por la blasfemia, por la mentira que vocean!

14 - ¡Suprime con furor, suprímelos, no existan más! Y se sepa que Dios domina en Jacob, hasta los confines de la tierra. Pausa.

15 - Regresan a la tarde, aúllan como perros, rondan por la ciudad;

16 - vedlos buscando qué comer, hasta que no están hartos van gruñendo.

17 - Yo, en cambio, cantaré tu fuerza, aclamaré tu amor a la mañana; pues tú has sido para mí una ciudadela, un refugio en el día de mi angustia.

18 - Oh fuerza mía, para ti salmodiaré, pues es Dios mi ciudadela, el Dios de mi amor.