Salmos 78 - Biblia de Jerusalén Segunda Edición

Libro de Salmos
Capitulos:

123456789101112131415161718192021222324252627282930313233343536373839404142434445464748495051525354555657585960616263646566676869707172737475767778798081828384858687888990919293949596979899100101102103104105106107108109110111112113114115116117118119120121122123124125126127128129130131132133134135136137138139140141142143144145146147148149150

1 - [Poema. De Asaf.] Escucha mi ley, pueblo mío, tiende tu oído a las palabras de mi boca;

2 - voy a abrir mi boca en parábolas, a evocar los misterios del pasado.

3 - Lo que hemos oído y que sabemos, lo que nuestros padres nos contaron,

4 - no se lo callaremos a sus hijos, a la futura generación lo contaremos: Las alabanzas de Yahveh y su poder, las maravillas que hizo;

5 - él estableció en Jacob un dictamen, y puso una ley en Israel; El había mandado a nuestros padres que lo comunicaran a sus hijos,

6 - que la generación siguiente lo supiera, los hijos que habían de nacer; y que éstos se alzaran y se lo contaran a sus hijos,

7 - para que pusieran en Dios su confianza, no olvidaran las hazañas de Dios, y sus mandamientos observaran;

8 - para que no fueran, lo mismo que sus padres, una generación rebelde y revoltosa, generación de corazón voluble y de espíritu desleal a Dios.

9 - Los hijos de Efraím, diestros arqueros, retrocedieron el día del combate;

10 - no guardaban la alianza hecha con Dios, rehusaban caminar según su ley;

11 - tenían olvidados sus portentos, las maravillas que él les hizo ver:

12 - prodigios hizo a la vista de sus padres en el país de Egipto, en los campos de Tanis.

13 - Hendió la mar y los pasó a través, contuvo las aguas como un dique;

14 - de día los guiaba con la nube, y cada noche con resplandor de fuego;

15 - en el desierto hendió las rocas, los abrevó a raudales sin medida;

16 - hizo brotar arroyos de la peña y descender las aguas como ríos.

17 - Pero ellos volvían a pecar contra él, a rebelarse contra el Altísimo en la estepa;

18 - a Dios tentaron en su corazón reclamando manjar para su hambre.

19 - Hablaron contra Dios; dijeron: "¿Será Dios capaz de aderezar una mesa en el desierto?

20 - "Ved que él hirió la roca, y corrieron las aguas, fluyeron los torrentes: ¿podrá de igual modo darnos pan, y procurar carne a su pueblo?"

21 - Entonces Yahveh lo oyó y se enfureció, un fuego se encendió contra Jacob, y la Cólera estalló contra Israel,

22 - porque en Dios no habían tenido fe ni confiaban en su salvación.

23 - Y a las nubes mandó desde lo alto, abrió las compuertas de los cielos;

24 - hizo llover sobre ellos maná para comer, les dio el trigo de los cielos;

25 - pan de Fuertes comió el hombre, les mandó provisión hasta la hartura.

26 - Hizo soplar en los cielos el solano, el viento del sur con su poder atrajo,

27 - y llovió sobre ellos carne como polvo, y aves como la arena de los mares;

28 - las dejó caer en medio de su campo, en torno a sus moradas.

29 - Comieron hasta quedar bien hartos, así satisfizo su avidez;

30 - mas aún no habían colmado su avidez, su comida estaba aún en su boca,

31 - cuando la cólera de Dios estalló contra ellos: hizo estragos entre los más fuertes, y abatió a la flor de Israel.

32 - Mas con todo pecaron todavía, en sus maravillas no tuvieron fe.

33 - El consumió sus días con un soplo, y sus años con espanto.

34 - Cuando los mataba, le buscaban, se convertían, se afanaban por él,

35 - y recordaban que Dios era su roca, su redentor, el Dios Altísimo.

36 - Mas le halagaban con su boca, y con su lengua le mentían;

37 - su corazón no era fiel para con él, no tenían fe en su alianza.

38 - El, con todo, enternecido, borraba las culpas y no exterminaba; bien de veces su cólera contuvo y no despertó todo su furor:

39 - se acordaba de que ellos eran carne, un soplo que se va y no vuelve más.

40 - ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto, le irritaron en aquellas soledades!

41 - Otra vez a tentar a Dios volvían, a exasperar al Santo de Israel;

42 - no se acordaron de su mano, del día en que les libró del adversario;

43 - cuando hizo en Egipto sus señales, en el campo de Tanis sus prodigios.

44 - Trocó en sangre sus ríos y sus arroyos para que no bebiesen.

45 - Tábanos les mandó que los comieron, y ranas que los infestaron;

46 - entregó a la langosta sus cosechas, el fruto de su afán al saltamontes;

47 - asoló con granizo sus viñedos, y con la helada sus sicómoros;

48 - entregó sus ganados al pedrisco y a los rayos sus rebaños.

49 - Lanzó contra ellos el fuego de su cólera, indignación, enojo y destrucción, tropel de mensajeros de desgracias;

50 - libre curso dio a su ira. No preservó sus almas de la muerte, a la peste sus vidas entregó;

51 - hirió en Egipto a todo primogénito, las primicias de la raza en las tiendas de Cam.

52 - Y sacó a su pueblo como ovejas, cual rebaño los guió por el desierto;

53 - los guió en seguro, sin temor, mientras el mar cubrió a sus enemigos;

54 - los llevó a su término santo, a este monte que su diestra conquistó;

55 - arrojó a las naciones ante ellos; a cordel les asignó una heredad, y estableció en sus tiendas las tribus de Israel.

56 - Pero ellos le tentaron, se rebelaron contra el Dios Altísimo, se negaron a guardar sus dictámenes,

57 - se extraviaron, infieles, lo mismo que sus padres, se torcieron igual que un arco indócil:

58 - le irritaron con sus altos, con sus ídolos excitaron sus celos.

59 - Dios lo oyó y se enfureció, desechó totalmente a Israel;

60 - abandonó la morada de Silo, la tienda en que habitaba entre los hombres.

61 - Mandó su fuerza al cautiverio, a manos del adversario su esplendor;

62 - entregó su pueblo a la espada, contra su heredad se enfureció.

63 - El fuego devoró a sus jóvenes, no hubo canto nupcial para sus vírgenes;

64 - sus sacerdotes cayeron a cuchillo, sus viudas no entonaron lamentos.

65 - Entonces despertó el Señor como un durmiente, como un bravo vencido por el vino;

66 - hirió a sus adversarios en la espalda, les infligió un oprobio eterno.

67 - Desechó la tienda de José, y no eligió a la tribu de Efraím;

68 - mas eligió a la tribu de Judá, el monte Sión al cual amaba.

69 - Construyó como las alturas del cielo su santuario, como la tierra que fundó por siempre.

70 - Y eligió a David su servidor, le sacó de los apriscos del rebaño,

71 - le trajo de detrás de las ovejas, para pastorear a su pueblo Jacob, y a Israel, su heredad.

72 - El los pastoreaba con corazón perfecto, y con mano diestra los guiaba.