Salmos 10 - Biblia de Jerusalén Segunda Edición

Libro de Salmos
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1 - Lámed ¿Por qué, Yahveh, te quedas lejos, te escondes en las horas de la angustia?

2 - Por el orgullo del impío es perseguido el desdichado, queda preso en la trampa que le ha urdido.

3 - (Mem.) Sí, el impío se jacta de los antojos de su alma, el avaro que bendice menosprecia a Yahveh,

4 - (Nun.) el impío, insolente, no le busca: "¡No hay Dios!", es todo lo que piensa.

5 - En todo tiempo se afianzan sus caminos, allá arriba tus juicios muy lejos de él están, a todos sus rivales da soplidos.

6 - Dice en su corazón: "¡Jamás vacilaré!" (Sámek.) porque en desgracia no se ve,

7 - maldice. (Pe.) De fraude y perfidia está llena su boca, bajo su lengua sólo maldad e iniquidad;

8 - al acecho se aposta entre las cañas en los recodos mata al inocente. (Ain.) Todo ojos, espía al desvalido,

9 - al acecho escondido como león en su guarida, al acecho para atrapar al desdichado, atrapa al desdichado arrastrándole en su red.

10 - (Sade.) Espía, se agazapa, se encoge, el desvalido cae en su poder;

11 - dice en su corazón: "Dios se ha olvidado, tiene tapado el rostro, no ha de ver jamás".

12 - Qof. ¡Levántate, Yahveh, alza tu mano, oh Dios! ¡No te olvides de los desdichados!

13 - ¿Por qué el impío menosprecia a Dios, dice en su corazón: "No vendrás a indagar?"

14 - Res. Lo has visto ya, que la pena y la tristeza las miras tú para tomarlas en tu mano: el desvalido se abandona a ti, tú socorres al huérfano.

15 - Sin. ¡Quiebra el brazo del impío, del malvado; indaga su impiedad sin dejar rastro!

16 - ¡Yahveh es rey por siempre, por los siglos; los gentiles han sido barridos de su tierra!

17 - Tau. El deseo de los humildes escuchas tú, Yahveh, su corazón confortas, alargas tus oídos,

18 - para hacer justicia al huérfano, al vejado: ¡cese de dar terror el hombre salido de la tierra!