Salmos 139 - Biblia de Jerusalén Segunda Edición

Libro de Salmos
Capitulos:

123456789101112131415161718192021222324252627282930313233343536373839404142434445464748495051525354555657585960616263646566676869707172737475767778798081828384858687888990919293949596979899100101102103104105106107108109110111112113114115116117118119120121122123124125126127128129130131132133134135136137138139140141142143144145146147148149150

1 - [Del maestro de coro. De David. Salmo.] Yahveh, tú me escrutas y conoces;

2 - sabes cuándo me siento y cuándo me levanto, mi pensamiento calas desde lejos;

3 - esté yo en camino o acostado, tú lo adviertes, familiares te son todas mis sendas.

4 - Que no está aún en mi lengua la palabra, y ya tú, Yahveh, la conoces entera;

5 - me aprietas por detrás y por delante, y tienes puesta sobre mí tu mano.

6 - Ciencia es misteriosa para mí, harto alta, no puedo alcanzarla.

7 - ¿A dónde iré yo lejos de tu espíritu, a dónde de tu rostro podré huir?

8 - Si hasta los cielos subo, allí estás tú, si en el šeol me acuesto, allí te encuentras.

9 - Si tomo las alas de la aurora, si voy a parar a lo último del mar,

10 - también allí tu mano me conduce, tu diestra me aprehende.

11 - Aunque diga: "¡Me cubra al menos la tiniebla, y la noche sea en torno a mí un ceñidor,

12 - ni la misma tiniebla es tenebrosa para ti, y la noche es luminosa como el día.

13 - Porque tú mis riñones has formado, me has tejido en el vientre de mi madre;

14 - yo te doy gracias por tantas maravillas: prodigio soy, prodigios son tus obras. Mi alma conocías cabalmente,

15 - y mis huesos no se te ocultaban, cuando era yo formado en lo secreto, tejido en las honduras de la tierra.

16 - Mi embrión tus ojos lo veían; en tu libro están inscritos todos los días que han sido señalados, sin que aún exista uno solo de ellos.

17 - Mas para mí ¡qué arduos son tus pensamientos, oh, Dios, qué incontable su suma!

18 - ¡Son más, si los recuento, que la arena, y al terminar, todavía estoy contigo!

19 - ¡Ah, si al impío, oh Dios, mataras, si los hombres sanguinarios se apartaran de mí!

20 - Ellos que hablan de ti dolosamente, tus adversarios que se alzan en vano.

21 - ¿No odio, Yahveh, a quienes te odian? ¿No me asquean los que se alzan contra ti?

22 - Con odio colmado los odio, son para mí enemigos.

23 - Sóndame, oh Dios, mi corazón conoce, pruébame, conoce mis desvelos;

24 - mira no haya en mí camino de dolor, y llévame por el camino eterno.