Deuteronomio 9 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de Deuteronomio
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1 - "Escucha Israel: Hoy estás por pasar el Jordán, para entrar a poseer naciones más Númerosas y más fuertes que tú, ciudades grandes, de murallas que llegan hasta el cielo,

2 - "un pueblo grande y de elevada estatura, hijos de gigantes, que tú conoces y de quienes has oído decir: '¿Quién podrá hacer frente a los gigantes?'

3 - "Sabe, pues, hoy, que el Eterno tu Dios es el que pasa delante de ti, fuego devorador, que los destruirá y humillará ante ti. Y tú los echarás rápidamente, como el Eterno te ha dicho.

4 - "Y cuando el Eterno tu Dios los haya echado ante ti, no digas: 'Porque soy justo me trajo el Eterno a poseer esta tierra'. Porque por la impiedad de estas naciones el Eterno las echa de tu presencia.

5 - "No porque eres justo, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos. Por la impiedad de estas naciones, el Eterno tu Dios las echa de delante de ti, para cumplir la palabra que juró a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob.

6 - "Por tanto, has de saber que no por tus méritos, el Eterno tu Dios te da esta buena tierra; porque tú eres un pueblo de dura cerviz.

7 - "Recuerda y no olvides que has provocado el enojo del Eterno tu Dios en el desierto. Desde el día que saliste de Egipto hasta que llegasteis a este lugar, habéis sido rebeldes al Señor.

8 - "En Horeb provocasteis al Señor y él se enojó con vosotros para destruiros.

9 - "Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el Eterno concertó con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber.

10 - "Y el Eterno me dio las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios, con todas las palabras que él os había hablado en el monte, desde el fuego, el día de la asamblea.

11 - "Al cabo de los cuarenta días y cuarenta noches, el Eterno me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.

12 - "Y me dijo: 'Levántate, baja enseguida, que tu pueblo que sacaste de Egipto se ha pervertido. Pronto se han apartado del camino que les mandé. Se han hecho una efigie de metal fundido'.

13 - "El Señor me dijo: 'He visto que ese pueblo es duro de cerviz.

14 - Déjame que lo destruya y borre su nombre de debajo del cielo. Y haré de ti una nación más fuerte y más Númerosa que ellos'.

15 - "Me volví y bajé del monte que ardía en llamas, trayendo en mi mano las tablas del pacto.

16 - "Cuando miré, vi que habíais pecado contra el Eterno vuestro Dios, habíais hecho un becerro de metal fundido. Pronto os habíais desviado del camino que os había mandado.

17 - "Entonces, ante vuestros ojos, arrojé de mis manos las dos tablas de piedra,

18 - "y me postré ante el Eterno. Y como antes, estuve cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber, por todo el pecado que habíais cometido, haciendo el mal a los ojos del Señor hasta enojarlo.

19 - "Y temí el enojo y la ira que el Eterno tenía contra vosotros para destruiros. Pero el Señor me oyó aún esa vez.

20 - "Con Aarón también el Eterno se enojó en gran manera para destruirlo. Y también oré por Aarón.

21 - "Y tomé vuestro pecado, el becerro que habíais hecho; lo quemé, lo desmenucé y lo molí muy bien, hasta reducirlo a polvo, y lo eché en el arroyo que descendía del monte.

22 - "También en Tabera, en Masa y en Kibrot Hataava, enojasteis al Eterno.

23 - "Y cuando el Eterno os envió de Cades Barnea, y os dijo: 'Subid a poseer la tierra que os he dado', también os rebelasteis a la orden del Eterno vuestro Dios. No confiasteis en él, ni obedecisteis su voz.

24 - "Rebeldes al Eterno habéis sido desde que os conozco.

25 - "Me postré ante el Eterno. Cuarenta días y cuarenta noches estuve postrado, porque él había dicho que os iba a destruir.

26 - "Y oré al Señor, diciendo: 'Oh Eterno, Señor, no destruyas a tu pueblo, a tu heredad que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano poderosa.

27 - "'Acuérdate de tus siervos Abrahán, lsaac y Jacob. No mires la terquedad de este pueblo, ni su impiedad, ni su pecado.

28 - "'Para que no digan los de la tierra de donde nos sacaste: Porque el Eterno no pudo introducirlos en la tierra que les había prometido, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto.

29 - "'Son tu pueblo, tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido'".