Salmos 49 - Biblia de Jerusalén Primera Edición (1976)

Libro de Salmos
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1 - (2) ¡Oídlo, pueblos todos, escuchad, habitantes todos de la tierra,

2 - (3) hijos de Adán, así como hijos de hombre, ricos y pobres a la vez!

3 - (4) Mi boca va a decir sabiduría, y cordura el murmullo de mi corazón;

4 - (5) tiendo mi oído a un proverbio, al son de cítara descubriré mi enigma.

5 - (6) ¿Por qué temer en días de desgracia cuando me cerca la malicia de los que me hostigan,

6 - (7) los que ponen su confianza en su fortuna, y se glorían de su gran riqueza?

7 - (8) ¡Si nadie puede redimirse ni pagar a Dios por su rescate!;

8 - (9) es muy cara la redención de su alma, y siempre faltará,

9 - (10) para que viva aún y nunca vea la fosa.

10 - (11) Se ve, en cambio, fenecer a los sabios, perecer a la par necio y estúpido, y dejar para otros sus riquezas.

11 - (12) Sus tumbas son sus casas para siempre, sus moradas de edad en edad; ¡y a sus tierras habían puesto sus nombres!

12 - (13) El hombre en la opulencia no comprende, a las bestias mudas se asemeja.

13 - (14) Así andan ellos, seguros de sí mismos, y llegan al final, contentos de su suerte. = Pausa. =

14 - (15) Como ovejas son llevados al seol, los pastorea la Muerte, y los rectos dominarán sobre ellos. Por la mañana se desgasta su imagen, ¡el seol será su residencia!

15 - (16) Pero Dios rescatará mi alma, de las garras del seol me cobrará.

16 - (17) No temas cuando el hombre se enriquece, cuando crece el boato de su casa.

17 - (18) Que a su muerte, nada ha de llevarse, su boato no bajará con él.

18 - (19) Aunque en vida se bendecía a sí mismo - te alaban, porque te has tratado bien -,

19 - (20) irá a unirse a la estirpe de sus padres, que nunca ya verán la luz.

20 - (21) El hombre en la opulencia no comprende, a las bestias mudas se asemeja.