Salmos 73 - Biblia de Jerusalén Primera Edición (1976)

Libro de Salmos
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1 - En verdad bueno es Dios para Israel, el Señor para los de puro corazón.

2 - Por poco mis pies se me extravían, nada faltó para que mis pasos resbalaran,

3 - celoso como estaba de los arrogantes, al ver la paz de los impíos.

4 - No, no hay congojas para ellos, sano y rollizo está su cuerpo;

5 - no comparten la pena de los hombres, con los humanos no son atribulados.

6 - Por eso el orgullo es su collar, la violencia el vestido que los cubre;

7 - la malicia les cunde de la grasa, de artimañas su corazón desborda.

8 - Se sonríen, pregonan la maldad, hablan altivamente de violencia;

9 - ponen en el cielo su boca, y su lengua se pasea por la tierra.

10 - Por eso mi pueblo va hacia ellos: aguas de abundancia les llegan.

11 - Dicen: «¿Cómo va a saber Dios? ¿Hay conocimiento en el Altísimo?»

12 - Miradlos: ésos son los impíos, y, siempre tranquilos, aumentan su riqueza.

13 - ¡Así que en vano guardé el corazón puro, mis manos lavando en la inocencia,

14 - cuando era golpeado todo el día, y cada mañana sufría mi castigo!

15 - Si hubiera dicho: «Voy a hablar como ellos», habría traicionado a la raza de tus hijos;

16 - me puse, pues, a pensar para entenderlo, ¡ardua tarea ante mis ojos!

17 - Hasta el día en que entré en los divinos santuarios, donde su destino comprendí:

18 - oh, sí, tú en precipicios los colocas, a la ruina los empujas.

19 - ¡Ah, qué pronto quedan hechos un horror, cómo desaparecen sumidos en pavores!

20 - Como en un sueño al despertar, Señor, así, cuando te alzas, desprecias tú su imagen.

21 - Sí, cuando mi corazón se exacerbaba, cuando se torturaba mi conciencia,

22 - estúpido de mí, no comprendía, una bestia era ante ti.

23 - Pero a mí, que estoy siempre contigo, de la mano derecha me has tomado;

24 - me guiarás con tu consejo, y tras la gloria me llevarás.

25 - ¿Quién hay para mí en el cielo? Estando contigo no hallo gusto ya en la tierra.

26 - Mi carne y mi corazón se consumen: ¡Roca de mi corazón, mi porción, Dios por siempre!

27 - Sí, los que se alejan de ti perecerán, tú aniquilas a todos los que te son adúlteros.

28 - Mas para mí, mi bien es estar junto a Dios; he puesto mi cobijo en el Señor, a fin de publicar todas tus obras.