Salmos 31 - Biblia de Jerusalén Primera Edición (1976)

Libro de Salmos
Capitulos:

123456789101112131415161718192021222324252627282930313233343536373839404142434445464748495051525354555657585960616263646566676869707172737475767778798081828384858687888990919293949596979899100101102103104105106107108109110111112113114115116117118119120121122123124125126127128129130131132133134135136137138139140141142143144145146147148149150

1 - (2) En ti, Yahveh, me cobijo, ¡oh, no sea confundido jamás! ¡Recóbrame por tu justicia, líbrame,

2 - (3) tiende hacia mí tu oído, date prisa! Sé para mí una roca de refugio, alcázar fuerte que me salve;

3 - (4) pues mi roca eres tú, mi fortaleza, y, por tu nombre, me guías y diriges.

4 - (5) Sácame de la red que me han tendido, que tú eres mi refugio;

5 - (6) en tus manos mi espíritu encomiendo, tú, Yahveh, me rescatas. Dios de verdad,

6 - (7) tú detestas a los que veneran vanos ídolos; mas yo en Yahveh confío:

7 - (8) ¡exulte yo y en tu amor me regocije! Tú que has visto mi miseria, y has conocido las angustias de mi alma,

8 - (9) no me has entregado en manos del enemigo, y has puesto mis pies en campo abierto.

9 - (10) Tenme piedad, Yahveh, que en angustias estoy. De tedio se corroen mis ojos, mi alma, mis entrañas.

10 - (11) Pues mi vida se consume en aflicción, y en suspiros mis años; sucumbe mi vigor a la miseria, mis huesos se corroen.

11 - (12) De todos mis opresores me he hecho el oprobio; asco soy de mis vecinos, espanto de mis familiares. Los que me ven en la calle huyen lejos de mí;

12 - (13) dejado estoy de la memoria como un muerto, como un objeto de desecho.

13 - (14) Escucho las calumnias de la turba, terror por todos lados, mientras se aúnan contra mí en conjura, tratando de quitarme la vida.

14 - (15) Mas yo confío en ti, Yahveh, me digo: «¡Tú eres mi Dios!»

15 - (16) Está en tus manos mi destino, líbrame de las manos de mis enemigos y perseguidores;

16 - (17) haz que alumbre a tu siervo tu semblante, ¡sálvame, por tu amor!

17 - (18) Yahveh, no haya confusión para mí, que te invoco, ¡confusión sólo para los impíos; que bajen en silencio al seol,

18 - (19) enmudezcan los labios mentirosos que hablan con insolencia contra el justo, con orgullo y desprecio!

19 - (20) ¡Qué grande es tu bondad, Yahveh! Tú la reservas para los que te temen, se la brindas a los que a ti se acogen, ante los hijos de Adán.

20 - (21) Tú los escondes en el secreto de tu rostro, lejos de las intrigas de los hombres; bajo techo los pones a cubierto de la querella de las lenguas.

21 - (22) ¡Bendito sea Yahveh que me ha brindado maravillas de amor (en ciudad fortificada)!

22 - (23) ¡Y yo que decía en mi inquietud: «Estoy dejado de tus ojos!» Mas tú oías la voz de mis plegarias, cuando clamaba a ti.

23 - (24) Amad a Yahveh, todos sus amigos; a los fieles protege Yahveh, pero devuelve muy sobrado al que obra por orgullo.

24 - (25) ¡Valor, que vuestro corazón se afirme, vosotros todos que esperáis en Yahveh!