Salmos 106 - Biblia de Jerusalén Primera Edición (1976)

Libro de Salmos
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1 - ¡Aleluya! ¡Dad gracias a Yahveh, porque es bueno, porque es eterno su amor!

2 - ¿Quién dirá las proezas de Yahveh, hará oír toda su alabanza?

3 - ¡Dichosos los que guardan el derecho, los que practican en todo tiempo la justicia!

4 - ¡Acuérdate de mí, Yahveh, por amor de tu pueblo; con tu salvación visítame,

5 - que vea yo la dicha de tus elegidos, me alegre en la alegría de tu pueblo, con tu heredad me felicite!

6 - Hemos pecado como nuestros padres, hemos faltado, nos hemos hecho impíos;

7 - nuestros padres, en Egipto, no comprendieron tus prodigios. No se acordaron de tu inmenso amor, se rebelaron contra el Altísimo junto al mar de Suf.

8 - El los salvó por amor de su nombre, para dar a conocer su poderío.

9 - Increpó al mar de Suf y éste se secó, los llevó por los abismos como por un desierto,

10 - los salvó de la mano del que odiaba, de la mano del enemigo los libró.

11 - El agua cubrió a sus adversarios, ni uno solo quedó.

12 - Entonces ellos tuvieron fe en sus palabras y sus laudes cantaron.

13 - Mas pronto se olvidaron de sus obras, no tuvieron en cuenta su consejo;

14 - en el desierto ardían de avidez, a Dios tentaban en la estepa.

15 - El les concedió lo que pedían, mandó fiebre a sus almas.

16 - Y en el campamento, de Moisés tuvieron celos, de Aarón, el santo de Yahveh.

17 - Se abre la tierra, traga a Datán, y cubre a la cuadrilla de Abirón;

18 - un fuego se enciende contra su cuadrilla, una llama abrasa a los impíos

19 - En Horeb se fabricaron un becerro, se postraron ante un metal fundido,

20 - y cambiaron su gloria por la imagen de un buey que come heno.

21 - Olvidaban a Dios que les salvaba, al autor de cosas grandes en Egipto,

22 - de prodigios en el país de Cam, de portentos en el mar de Suf.

23 - Hablaba ya de exterminarlos, si no es porque Moisés, su elegido, se mantuvo en la brecha en su presencia, para apartar su furor de destruirlos.

24 - Una tierra de delicias desdeñaron, en su palabra no tuvieron fe;

25 - murmuraron dentro de sus tiendas, no escucharon la voz de Yahveh.

26 - Y él, mano en alto, les juró hacerles caer en el desierto,

27 - desperdigar su raza entre las naciones, y dispersarlos por los países.

28 - Luego se vincularon a Baal Peor y comieron sacrificios de muertos.

29 - Así le irritaron con sus obras, y una plaga descargó sobre ellos.

30 - Entonces surgió Pinjás, zanjó, y la plaga se detuvo;

31 - esto se le contó como justicia de edad en edad, para siempre.

32 - En las aguas de Meribá le enojaron, y mal le fue a Moisés por culpa de ellos,

33 - pues le amargaron el espíritu, y habló a la ligera con sus labios.

34 - No exterminaron a los pueblos que Yahveh les había señalado,

35 - sino que se mezclaron con las gentes, aprendieron sus prácticas.

36 - Sirvieron a sus ídolos que fueron un lazo para ellos;

37 - sacrificaban sus hijos y sus hijas a demonios.

38 - Sangre inocente derramaban, la sangre de sus hijos y sus hijas, que inmolaban a los ídolos de Canaán, y fue el país profanado de sangre.

39 - Así se manchaban con sus obras, y se prostituían con sus prácticas.

40 - Entonces se inflamó la cólera de Yahveh contra su pueblo, y abominó de su heredad.

41 - Los entregó en mano de las gentes, y los dominaron los que los odiaban;

42 - sus enemigos los tiranizaron, bajo su mano quedaron humillados.

43 - Muchas veces los libró aunque ellos, en su propósito obstinados, se hundían en su culpa;

44 - y los miró cuando estaban en apuros, escuchando su clamor.

45 - Se acordó en favor de ellos de su alianza, se enterneció según su inmenso amor;

46 - hizo que de ellos se apiadaran aquellos que cautivos los tenían.

47 - ¡Sálvanos, Yahveh, Dios nuestro, reúnenos de entre las naciones, para dar gracias a tu nombre santo, y gloriarnos en tu alabanza!

48 - ¡Bendito sea Yahveh, Dios de Israel, por eternidad de eternidades! Y el pueblo todo diga: ¡Amén!