Apocalipsis 21 - Biblia Dios Habla Hoy Latinoamericana (1996)

Libro de Apocalipsis
Capitulos:

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1 - Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva;{cf2super [1]} porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, y también el mar.

2 - Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios. Estaba arreglada como una novia vestida para su prometido. {cf2super [2]}

3 - y oí una fuerte voz que venía del trono, y que decía: "Aquí está el lugar donde Dios vive con los hombres. {cf2super [3]} Vivirá con ellos, y ellos serán sus pueblos, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. {cf2super [4]}

4 - Secará todas las lágrimas de ellos, {cf2super [5]} y ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor; porque todo lo que antes existía ha dejado de existir."

5 - El que estaba sentado en el trono dijo: "Yo hago nuevas todas las cosas." y también dijo: "Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza."

6 - Después me dijo: "Ya está hecho. Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin. {cf2super [6]} Al que tenga sed le daré a beber del manantial del agua de la vida, sin que le cueste nada.

7 - El que salga vencedor recibirá todo esto como herencia; y yo seré su Dios y él será mi hijo. {cf2super [7]}

8 - Pero en cuanto a los cobardes, los incrédulos, los odiosos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que adoran ídolos, y todos los mentirosos, a ellos les tocará ir al lago de azufre ardiente, que es la segunda muerte."{cf2super [8]}

9 - Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas{cf2super [9]} llenas de las siete últimas calamidades, y me dijo: "Ven, que te voy a enseñar a la novia, la esposa del Cordero."{cf2super [10]}

10 - y en la visión que me hizo ver el Espíritu, el ángel me llevó a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios.

11 - La ciudad brillaba con el resplandor de Dios; su brillo era como el de una piedra preciosa, como un diamante, transparente como el cristal.

12 - Alrededor de la ciudad había una muralla grande y alta, que tenía doce puertas, y en cada puerta había un ángel; en las puertas estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel.

13 - Tres puertas daban al este, tres al norte, tres al sur y tres al oeste. {cf2super [11]}

14 - La muralla de la ciudad tenía doce piedras por base, en lasque estaban escritos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.

15 - El ángel que hablaba conmigo llevaba una caña de oro para medir la ciudad, sus puertas y su muralla. {cf2super [12]}

16 - La ciudad era cuadrada; su largo era igual a su ancho. El ángel midió con su caña la ciudad: medía doce mil esta Dios;{cf2super [13]} su largo, su alto y su ancho eran iguales.

17 - Luego midió la muralla: medía ciento cuarenta y cuatro codos, {cf2super [14]} según las medidas humanas que el ángel estaba usando.

18 - La muralla estaba hecha de diamante, y la ciudad era de oro puro, como vidrio pulido.

19 - Las piedras de la base de la muralla estaban adornadas con toda clase de piedras preciosas: la primera, con diamante; la segunda, con zafiro; la tercera, con ágata; la cuarta, con esmeralda;

20 - la quinta, con ónice; la sexta, con rubí; la séptima, con crisólito; la octava, con berilo; la novena, con topacio; la décima, con crisoprasa; la undécima, con jacinto; y la duodécima, con amatista.

21 - Las doce puertas eran doce perlas; cada puerta estaba hecha de una sola perla. Y la calle principal de la ciudad era de oro puro, como vidrio transparente.

22 - No vi ningún santuario en la ciudad, porque el Señor, el Dios todopoderoso, es su santuario, y también el Cordero.

23 - La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren, porque la alumbra el resplandor de Dios, y su lámpara es el Cordero.

24 - Las naciones caminarán a la luz de la ciudad, y los reyes del mundo le entregarán sus riquezas. {cf2super [15]}

25 - Sus puertas no se cerrarán de día, y en ella no habrá noche.

26 - Le entregarán las riquezas y el esplendor de las naciones;

27 - pero nunca entrará nada impuro, ni nadie que haga cosas odiosas o engañosas. Solamente entrarán los que tienen su nombre escrito en el libro de la vida{cf2super [16]} del Cordero.