Santiago 1 - La Biblia de Casiodoro de Reina (1569)

Libro de Santiago
Capitulos:

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1 - Jacobo, siervo de Dios y del Señor Jesús, el Cristo, a las doce tribus que están esparcidas, salud.

2 - Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,

3 - sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia.

4 - Y la paciencia consuma la obra, para que seáis perfectos y enteros, sin faltar en alguna cosa.

5 - Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, (el cual da a todos abundantemente, y sin reproche) y le será dada.

6 - Pero pida en fe, no dudando nada; porque el que duda, es semejante a la onda del mar, que es movida del viento, y es echada de una parte a otra.

7 - Ciertamente no piense el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor.

8 - El hombre de doble ánimo, es inconstante en todos sus caminos.

9 - El hermano que es de baja suerte, gloriese en su alteza;

10 - mas el que es rico, en su bajeza; porque él se pasará como la flor de la hierba.

11 - Porque salido el sol con ardor, la hierba se seca, y su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todos sus caminos.

12 - Bienaventurado el varón que padece {cf15I con paciencia} la tentación, porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.

13 - Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios; porque Dios no puede ser tentado de los males, ni él tienta a alguno;

14 - pero cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado.

15 - Y la concupiscencia después que ha concebido, da a luz al pecado; y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte.

16 - Hermanos míos muy amados, no erréis.

17 - Toda buena dádiva, y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las lumbres, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

18 - El, de su voluntad nos ha engendrado por la Palabra de verdad, para que seamos las primicias de sus criaturas.

19 - Por esto, hermanos míos amados, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;

20 - porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.

21 - Por lo cual, dejando toda inmundicia, y restos de malicia, recibid con mansedumbre la Palabra ingerida en vosotros, la cual puede hacer salvas vuestras almas.

22 - Mas sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.

23 - Porque si alguno oye la Palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.

24 - Porque él se consideró a sí mismo, y se fue; y a la hora se olvidó qué tal era.

25 - Mas el que hubiere mirado {cf15I atentamente} en la Ley de perfecta libertad, y hubiere perseverado {cf15I en ella,} no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.

26 - Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.

27 - La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es visitar {cf15I a} los huérfanos y {cf15I a} las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.