Capitulos:
123456789101112131415161718192021222324
1 - Jesús les contó una parábola para enseñarles que debían orar siempre, sin desanimarse.
2 - Les dijo: "Había en un pueblo un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres.
3 - En el mismo pueblo había también una viuda que tenía un pleito y que fue al juez a pedirle justicia contra su adversario.
4 - Durante mucho tiempo el juez no quiso atenderla, pero después pensó: 'Aunque ni temo a Dios ni respeto a los hombres,
5 - sin embargo, como esta viuda no deja de molestarme, la voy a defender, para que no siga viniendo y acabe con mi paciencia. ' "
6 - y el Señor añadió: "Esto es lo que dijo el juez malo.
7 - Pues bien, ¿acaso Dios no defenderá también a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Los hará esperar?{cf2super [1]}
8 - Les digo que los defenderá sin demora. Pero cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará todavía fe en la tierra?"
9 - Jesús contó esta otra parábola para algunos que, seguros de sí mismos por considerarse justos, despreciaban a los demás:
10 - "Dos hombres fueron al templo a orar: el uno era fariseo, y el otro era uno de esos que cobran impuestos para Roma.
11 - El fariseo, de pie, oraba así: 'Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones, malvados y adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos.
12 - yo ayuno dos veces a la semana y te doy la décima parte de todo lo que gano. '{cf2super [2]}
13 - Pero el cobrador de impuestos se quedó a cierta distancia, y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: '¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!'
14 - Les digo que este cobrador de impuestos volvió a su casa y ajusto, {cf2super [3]} pero el fariseo no. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido."{cf2super [4]}
15 - También le llevaban niñitos a Jesús, para que los tocara; pero cuando los discípulos lo vieron, comenzaron a reprender a quienes los llevaban.
16 - Entonces Jesús los llamó y dijo: par –Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos.
17 - Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él. {cf2super [5]}
18 - Uno de los jefes le preguntó a Jesús: par –Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?{cf2super [6]}
19 - Jesús le contestó: par –¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios.
20 - y a sabes los mandamientos: 'No cometas adulterio, no mates, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, y honra a tu padre y a tu madre. '{cf2super [7]}
21 - El hombre le dijo: par –Todo eso lo he cumplido desde joven.
22 - Al oír esto, Jesús le contestó: par –Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme.
23 - Pero cuando el hombre oyó esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
24 - Al verlo así, Jesús dijo: par –¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!
25 - Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios.
26 - Los que lo oyeron preguntaron: par –¿Y quién podrá salvarse?
27 - Jesús les contestó: par –Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.
28 - Pedro le dijo: par –Señor, nosotros hemos dejado todas nuestras cosas y te hemos seguido.
29 - Él les respondió: par –Les aseguro que cualquiera que por causa del reino de Dios haya dejado casa, o esposa, o hermanos, o padres, o hijos,
30 - recibirá mucho más en la vida presente, y en la vida venidera recibirá la vida eterna.
31 - Jesús llamó aparte a los doce discípulos, y les dijo: "Ahora vamos a Jerusalén, donde se cumplirá todo lo que los profetas escribieron acerca del Hijo del hombre.
32 - Pues lo van a entregar a los extranjeros, y se burlarán de él, lo insultarán y lo escupirán.
33 - Lo golpearán y lo matarán; pero al tercer día resucitará."{cf2super [8]}
34 - Ellos no entendieron nada de esto, ni sabían de qué les hablaba, pues eran cosas que no podían comprender.
35 - Cuando y a se encontraba Jesús cerca de Jericó, un ciego que estaba sentado junto al camino pidiendo limosna,
36 - al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía.
37 - Le dijeron que Jesús de Nazaret pasaba por allí,
38 - y él gritó: par –¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!
39 - Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más todavía: par –¡Hijo de David, ten compasión de mí!
40 - Jesús se de tuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo cerca, le preguntó:
41 - –¿Qué quieres que haga por ti? El ciego contestó: par –Señor, quiero recobrar la vista.
42 - Jesús le dijo: par –¡Recóbrala! Por tu fe has sido sanado.
43 - En aquel mismo momento el ciego recobró la vista, y siguió a Jesús alabando a Dios. Y toda la gente que vio esto, también alababa a Dios.