Mateo 18:22 - La Biblia Latinoamericana

Libro de Mateo
Capitulos:

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1 - En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?"

2 - Jesús llamó a un niñito, lo colocó en medio de los discípulos,

3 - y declaró: "En verdad les digo: si no cambian y no llegan a ser como niños, nunca entrarán en el Reino de los Cielos.

4 - El que se haga pequeño como este niño, ése será el más grande en el Reino de los Cielos.

5 - Y el que recibe en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe.

6 - Al que haga caer a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le amarraran al cuello una gran piedra de moler y que lo hundieran en lo más profundo del mar.

7 - ¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Tiene que haber escándalos, pero, ¡ay del que causa el escándalo!

8 - Si tu mano o tu pie te está haciendo caer, córtatelo y tíralo lejos. Pues es mejor para ti entrar en la vida sin una mano o sin un pie que ser echado al fuego eterno con las dos manos y los dos pies.

9 - Y si tu ojo te está haciendo caer, arráncalo y tíralo lejos. Pues es mejor para ti entrar tuerto en la vida que ser arrojado con los dos ojos al fuego del infierno.

10 - Cuídense, no desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues yo se lo digo: sus ángeles en el Cielo contemplan sin cesar la cara de mi Padre del Cielo.

11 - (Verso omitido en esta versión)

12 - ¿Qué pasará, según ustedes, si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se extravía? ¿No dejará las noventa y nueve en los cerros para ir a buscar la extraviada?

13 - Y si logra encontrarla, yo les digo que ésta le dará más alegría que las noventa y nueve que no se extraviaron.

14 - Pasa lo mismo donde el Padre de ustedes, el Padre del Cielo: allá no quieren que se pierda ni tan sólo uno de estos pequeñitos.

15 - Si tu hermano ha pecado, vete a hablar con él a solas para reprochárselo. Si te escucha, has ganado a tu hermano.

16 - Si no te escucha, toma contigo una o dos personas más, de modo que el caso se decida por la palabra de dos o tres testigos.

17 - Si se niega a escucharlos, informa a la asamblea. Si tampoco escucha a la iglesia, considéralo como un pagano o un publicano.

18 - Yo les digo: "Todo lo que aten en la tierra, lo mantendrá atado el Cielo, y todo lo que desaten en la tierra, lo mantendrá desatado el Cielo.

19 - Asimismo yo les digo: si en la tierra dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir alguna cosa, mi Padre Celestial se lo concederá.

20 - Pues donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos."

21 - Entonces Pedro se acercó con esta pregunta: "Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas de mi hermano? ¿Hasta siete veces?"

22 - Jesús le contestó: "No te digo siete, sino setenta y siete veces."

23 - Aprendan algo sobre el Reino de los Cielos. Un rey había decidido arreglar cuentas con sus empleados,

24 - y para empezar, le trajeron a uno que le debía diez mil monedas de oro.

25 - Como el hombre no tenía con qué pagar, el rey ordenó que fuera vendido como esclavo, junto con su mujer, sus hijos y todo cuanto poseía, para así recobrar algo.

26 - El empleado, pues, se arrojó a los pies del rey, suplicándole: "Dame un poco de tiempo, y yo te lo pagaré todo."

27 - El rey se compadeció y lo dejó libre; más todavía, le perdonó la deuda.

28 - Pero apenas salió el empleado de la presencia del rey, se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas. Lo agarró del cuello y casi lo ahogaba, gritándole: "Págame lo que me debes."

29 - El compañero se echó a sus pies y le rogaba: "Dame un poco de tiempo, y yo te lo pagaré todo."

30 - Pero el otro no aceptó, sino que lo mandó a la cárcel hasta que le pagara toda la deuda.

31 - Los compañeros, testigos de esta escena, quedaron muy molestos y fueron a contárselo todo a su señor.

32 - Entonces el señor lo hizo llamar y le dijo: "Siervo miserable, yo te perdoné toda la deuda cuando me lo suplicaste.

33 - ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero como yo tuve compasión de ti?"

34 - Y tanto se enojó el señor, que lo puso en manos de los verdugos hasta que pagara toda la deuda.

35 - Y Jesús añadió: "Lo mismo hará mi Padre Celestial con ustedes, a no ser que cada uno perdone de corazón a su hermano."