Mateo 13 - La Nueva Reina Valera 2000 (Adventista)

Libro de Mateo
Capitulos:

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1 - Y aquel día, saliendo Jesús de casa, se sentó junto al mar.

2 - Y se allegó a él gran multitud; y entrando él en el barco, se sentó, y toda la multitud estaba a la ribera.

3 - Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí el que sembraba salió a sembrar.

4 - Y sembrando, parte [de la simiente] cayó junto al camino; y vinieron las aves, y la comieron.

5 - Y parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y nació luego, porque no tenía profundidad de tierra;

6 - mas saliendo el sol, se quemó; y se secó, porque no tenía raíz.

7 - Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.

8 - Y parte cayó en buena tierra, y dio fruto: uno a ciento, y otro a sesenta, y otro a treinta.

9 - Quien tiene oídos para oír, oiga.

10 - Entonces, llegándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?

11 - Y él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros es concedido saber los misterios del Reino de los cielos; mas a ellos no es concedido.

12 - Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

13 - Por eso les habló por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.

14 - De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no miraréis.

15 - Porque el corazón de este pueblo está engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y con sus ojos guiñan; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y del corazón entiendan, y se conviertan, y [yo] los sane.

16 - Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.

17 - Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no [lo] vieron; y oír lo que oís, y no [lo] oyeron.

18 - Oíd, pues, vosotros la parábola del que siembra:

19 - Oyendo cualquiera la Palabra del Reino, y no entendiéndola, viene el Malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón; éste es el que fue sembrado junto al camino.

20 - Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y luego la recibe con gozo.

21 - Mas no tiene raíz en sí, antes es temporal; que venida la aflicción o la persecución por la Palabra, luego se ofende.

22 - Y el que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la Palabra; pero la congoja de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la Palabra, y se hace infructuosa.

23 - Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la Palabra, y el que lleva el fruto; y produce uno a ciento, y otro a sesenta, y otro a treinta [por uno].

24 - Otra parábola les propuso, diciendo: El Reino de los cielos es semejante al hombre que siembra buena simiente en su campo;

25 - mas durmiendo los hombres, vino su enemigo, y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.

26 - Y cuando salió en hierba e hizo fruto, entonces apareció también la cizaña.

27 - Y llegándose los siervos del padre de la familia, le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena simiente en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?

28 - Y él les dijo: El hombre enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la cojamos?

29 - Y él dijo: No; porque cogiendo la cizaña, no arranquéis también con ella el trigo.

30 - Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega [yo] diré a los segadores: Coged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas recoged el trigo en mi alfolí.

31 - Otra parábola les propuso, diciendo: El Reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que tomándolo un hombre lo sembró en su campo;

32 - el cual a la verdad es la más pequeña de todas las simientes; mas cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.

33 - Otra parábola les dijo: El Reino de los cielos es semejante a la levadura que tomándola la mujer, la esconde en tres medidas de harina, hasta que todo se leude.

34 - Todo esto habló Jesús por parábolas a la multitud; y nada les habló sin parábolas.

35 - Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dijo: Abriré en parábolas mi boca; Rebosaré cosas escondidas desde la fundación del mundo.

36 - Entonces, despedida la multitud, Jesús se vino a casa; y llegándose a él sus discípulos, le dijeron: Decláranos la parábola de la cizaña del campo.

37 - Y respondiendo él, les dijo: El que siembra [la] buena simiente es el Hijo del hombre;

38 - y el campo es el mundo; y la buena simiente son los hijos del Reino, y la cizaña son los hijos del malo;

39 - y el enemigo que la sembró, es el diablo; y la siega es el fin del siglo, y los segadores son los ángeles.

40 - De manera que como es cogida la cizaña, y quemada al fuego, así será en el fin de este siglo.

41 - Enviará el Hijo del hombre sus ángeles, y cogerán de su Reino todos los estorbos, y [a] los que hacen iniquidad,

42 - y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

43 - Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.

44 - También, el Reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en el campo; el cual hallado, el hombre lo encubre, y de gozo de ello va, y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.

45 - También el Reino de los cielos es semejante al hombre tratante, que busca buenas perlas;

46 - que hallando una preciosa perla, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.

47 - También el Reino de los cielos es semejante a la red, que echada en el mar, coge de toda suerte [de peces];

48 - la cual estando llena, la sacaron a la orilla; y sentados, cogieron lo bueno en vasos, y lo malo echaron fuera.

49 - Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos,

50 - Y los echarán en el horno de fuego. Allí será el lloro y el crujir de dientes.

51 - Les dijo Jesús: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos responden: Sí, Señor.

52 - Y él les dijo: Por eso todo escriba docto en el Reino de los cielos, es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.

53 - Y aconteció [que] acabando Jesús estas parábolas, pasó de allí.

54 - Y venido a su tierra, les enseñó en la sinagoga de ellos, [de tal manera] que ellos estaban fuera de sí, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría, y [estas] maravillas?

55 - ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Jacobo y José, y Simón, y Judas?

56 - ¿Y no están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todo esto?

57 - Y se escandalizaban en él. Mas Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su tierra y en su casa.

58 - Y no hizo allí muchas maravillas, a causa de la incredulidad de ellos.