Hebreos 9:21 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de Hebreos
Capitulos:

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1 - El primer pacto tenía reglas para el culto, y también un Santuario terrenal.

2 - Se levantó una tienda. En su primera parte, llamada Lugar Santo, estaban las lámparas, la mesa y los panes de la presencia.*

3 - Tras el segundo velo estaba la parte llamada Lugar Santísimo.*

4 - Este tenía el incensario de oro y el Arca del Pacto cubierta de oro. Esta Arca contenía una urna de oro con el maná, la vara de Aarón que reverdeció y las tablas del pacto.*

5 - Sobre ella los querubines de gloria cubrían el Propiciatorio. De estos objetos no hablaremos ahora en detalle.

6 - Estas cosas eran ordenadas así: En la primera parte estaban siempre los sacerdotes a cumplir los oficios del culto.

7 - Pero en la segunda parte entraba sólo el sumo sacerdote, una vez al año, no sin llevar sangre, que ofrecía por sí mismo, y por los pecados de ignorancia del pueblo.

8 - Con esto el Espíritu Santo da entender que mientras que la primera Tienda estaba en pie, el camino al Santuario no estaba aún abierto.*

9 - Esto es símbolo para el tiempo actual, según el cual se ofrecen presentes y sacrificios incapaces de hacer perfecto, en su conciencia, al adorador.

10 - ya que consisten sólo de comidas, bebidas, diversos lavados y ceremonias humanas, impuestas hasta el tiempo de la renovación.

11 - Pero Cristo ya vino, y ahora es el Sumo Sacerdote de los bienes definitivos. El Santuario donde él ministra es más grande y más perfecto; y no es hecho por mano de hombre, es decir, no es de este mundo.

12 - Y Cristo entró en ese Santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni becerros, sino con su propia sangre, y consiguió la eterna redención.

13 - Porque si la sangre de los toros, los machos cabríos y la ceniza de la becerra rociada a los impuros, santifican para purificar la carne,*

14 - ¡mucho más la sangre de Cristo, quien por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de las obras que llevan a la muerte, para que sirváis al Dios vivo!*

15 - Por eso, Cristo es mediador del nuevo pacto, para que ahora que él murió para perdonar los pecados cometidos bajo el primer pacto, los que son llamados reciban la promesa de la herencia eterna.

16 - Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga la muerte del testador.

17 - Con la muerte, el testamento queda confirmado, y no es válido entre tanto que el testador vive.

18 - Por eso, ni aun el primer pacto fue inaugurado sin sangre.

19 - Cuando Moisés leyó al pueblo todos los Mandamientos de la Ley, tomó la sangre de los becerros y los machos cabríos, con agua, lana, escarlata e hisopo, y roció al libro mismo, y también a todo el pueblo,

20 - y dijo: "Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado".*

21 - Además, con la sangre roció también el Santuario y todos los objetos del culto.

22 - Porque según la Ley, casi todo se purifica con sangre, y sin efusión de sangre no hay perdón.*

23 - Fue, pues, necesario que la copia de las realidades celestiales fuese purificada con esos sacrificios. Pero las realidades celestiales mismas requieren mejores sacrificios que éstos.

24 - Porque Cristo no entró en el Santuario hecho por mano de hombre, que era sólo copia del Santuario verdadero, sino que entró en el mismo cielo, donde ahora se presenta por nosotros ante Dios.

25 - Tampoco entró para ofrecerse muchas veces a sí mismo, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo, cada año con sangre ajena.*

26 - De otra manera, a Cristo le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde la creación del mundo. Pero ahora, al final de los siglos, se presentó una sola vez para siempre, para quitar el pecado, por medio del sacrificio de sí mismo.*

27 - Y así como está ordenado que los hombres mueran una vez, y después enfrenten el juicio,

28 - así también Cristo fue ofrecido una sola vez, para quitar los pecados de muchos. Y la segunda vez, sin relación con el pecado, aparecerá para salvar a los que lo esperan ansiosamente.