Hechos 7:49 - La Biblia Textual

Libro de Hechos
Capitulos:

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1 - Entonces el sumo sacerdote dijo: ¿Es esto así?

2 - Y él declaró: Varones hermanos y padres, oíd: El Dios de la gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que viviera en Harán,

3 - y le dijo: Sal de tu tierra y de tu parentela, y vé a la tierra que Yo te muestre.

4 - Saliendo entonces de la tierra de los caldeos, habitó en Harán; y de allí, luego de morir su padre, lo trasladó a esta tierra en la que vosotros vivís ahora.

5 - Pero no le dio herencia en ella, ni aun para asentar un pie, y cuando él no tenía aún hijo, prometió dársela en posesión, y a su descendencia después de él.

6 - Y Dios habló así: Tu descendencia será extranjera en tierra ajena por cuatrocientos años, y la esclavizarán y maltratarán.

7 - Pero Yo juzgaré, dijo Dios, a la nación a la cual servirán como esclavos, y después de estas cosas, saldrán y me servirán en este lugar.

8 - Y le dio el pacto de la circuncisión; y así engendró a Isaac, y lo circuncidó al octavo día; e Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas.

9 - Y los patriarcas, teniendo envidia de José, se deshicieron de él vendiéndolo para Egipto. Pero Dios estaba con él,

10 - y lo libró de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, quien lo puso a gobernar sobre Egipto y sobre toda su casa.

11 - Vino entonces una hambruna en todo Egipto y Canaán, y una gran aflicción; y nuestros padres no hallaban alimentos.

12 - Pero oyendo Jacob que había alimento en Egipto, envió a nuestros padres la primera vez.

13 - Y en la segunda, José se dio a conocer a sus hermanos, y fue manifestado a Faraón el linaje de José.

14 - Y José envió a llamar a su padre Jacob, y a toda la familia, en número de setenta y cinco personas.

15 - Y Jacob bajó a Egipto, y murió él, y nuestros padres.

16 - Y fueron trasladados a Siquem y puestos en el sepulcro que Abraham había comprado por precio de plata a los hijos de Hamor en Siquem.

17 - Pero cuando se acercaba el tiempo de la promesa que Dios había declarado a Abraham, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto,

18 - hasta que se levantó otro rey que no había conocido a José.

19 - Éste, tratando con astucia a nuestro linaje, maltrató a los padres para que abandonaran a la intemperie a sus niños de pecho, para que no sobrevivieran.

20 - En aquel tiempo nació Moisés, y fue hermoso a la vista de Dios, y fue criado por tres meses en la casa de su padre;

21 - pero al abandonarlo a la intemperie, la hija de Faraón lo adoptó y lo crió como si fuera hijo suyo.

22 - Y Moisés fue instruido en toda sabiduría de los egipcios, y era poderoso en sus palabras y en hechos.

23 - Cuando tenía como cuarenta años, le vino al corazón visitar a sus hermanos, los hijos de Israel.

24 - Y viendo a uno que era tratado injustamente, lo defendió; y matando al egipcio, vengó al maltratado.

25 - Suponía entonces que los hermanos entenderían que Dios les daría salvación por su mano, pero ellos no entendieron.

26 - Y al día siguiente se presentó a unos que estaban peleando, y trataba de ponerlos en paz, diciendo: Varones, sois hermanos, ¿por qué os maltratáis el uno al otro?

27 - Entonces, el que maltrataba a su prójimo, lo rechazó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez sobre nosotros?

28 - ¿Acaso quieres tú matarme, como ayer mataste al egipcio?

29 - Ante esta palabra, Moisés huyó, y vino a ser extranjero en la tierra de Madián, donde engendró dos hijos.

30 - Transcurridos cuarenta años, el Ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de una zarza ardiente.

31 - Al verlo entonces Moisés, se maravillaba de la visión, y al acercarse para observar, le llegó la voz del Señor:

32 - Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Lleno de temor, Moisés no se atrevía a mirar.

33 - Y el Señor le dijo: Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra santa.

34 - Ciertamente he visto la opresión de mi pueblo que está en Egipto, y he oído sus gemidos, y he descendido a librarlos. Ahora, pues, ven, para que te envíe a Egipto.

35 - A este Moisés, a quien rechazaron, diciendo: ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez? a éste envió Dios como príncipe y libertador, por mano del Ángel que se le apareció en la zarza.

36 - Éste los sacó, haciendo prodigios y señales milagrosas en tierra de Egipto, y en el mar Rojo, y en el desierto, por cuarenta años.

37 - Éste es el Moisés que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará Dios de entre vuestros hermanos, como a mí.

38 - Éste es el que estuvo con la iglesia en el desierto, con el Ángel que le hablaba en el monte Sinay, y connuestros padres, quien recibió oráculos vivientes para dárnoslos;

39 - al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que lo rechazaron, y en sus corazones se volvieron a Egipto,

40 - diciéndole a Aarón: ¡Haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque este Moisés que nos sacó de tierra de Egipto, no sabemos qué le ha ocurrido!

41 - Y en aquellos días hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y se regocijaron en las obras de sus manos.

42 - Pero Dios se apartó y los entregó a rendir culto al ejército del cielo, como está escrito en el libro de los profetas: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios En el desierto por cuarenta años, oh casa de Israel?

43 - Antes bien, llevasteis el tabernáculo de Moloc, Y la estrella del dios Renfán, Las imágenes que os hicisteis para adorarlas. Os transportaré, pues, más allá de Babilonia.

44 - Tenían nuestros padres el Tabernáculo del Testimonio en el desierto, como había ordenado el que hablaba a Moisés para que lo hiciera conforme al modelo que había visto.

45 - Después de recibirlo, nuestros padres a su vez lo introdujeron con Josué al tomar posesión de las naciones que Dios arrojó de la presencia de nuestros padres, hasta los días de David;

46 - quien halló gracia delante de Dios, y pidió encontrar un tabernáculo para la Casa de Jacob;

47 - pero Salomón le edificó Casa,

48 - si bien el Altísimo no habita en casas hechas de mano; como dice el profeta:

49 - El cielo es mi trono, Y la tierra, estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo?

50 - ¿No hizo mi mano todas estas cosas?

51 - ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazones y de oídos! Vosotros re-sistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, también vosotros.

52 - ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, a quien vosotros ahora habéis llegado a entregar y asesinar.

53 - Vosotros, que recibisteis la Ley por medio de los ángeles, y no la guardasteis.

54 - Al oír estas cosas, se enfurecieron en sus corazones y crujían los dientes contra él.

55 - Pero él, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús en pie a la diestra de Dios,

56 - y dijo: ¡He aquí, veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre en pie a la diestra de Dios!

57 - Pero ellos, gritando a gran voz, se taparon los oídos y arremetieron a una contra él,

58 - y sacándolo fuera de la ciudad, lo apedrearon, y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven llamado Saulo.

59 - Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba y decía:¡Señor Jesús, recibe mi espíritu!

60 - Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: ¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Y habiendo dicho esto, durmió.