Capitulos:
1
1 - Dios le comunicó al profeta AbdÃas lo que pensaba hacer con el paÃs de Edom. Le dijo: «Yo soy el Dios de Israel, y ya envié un mensajero por todas las naciones. Escuchen bien su mensaje: “¡Tomen sus armas, naciones todas! ¡Vamos a la guerra contra Edom!” »Y tú, Edom, escúchame bien: Yo voy a hacer de ti la más pequeña de las naciones. ¡Todo el mundo te despreciará!
3 - »Tú te crees muy importante porque vives entre las rocas; piensas que estás muy seguro por vivir en las altas montañas; crees que nadie podrá derribarte, ¡pero estás muy equivocado!
4 - »Yo soy el Dios todopoderoso, y juro que te derribaré aunque vueles como las águilas y pongas tu nido entre las estrellas.
5 - »Cuando un ladrón te asalta de noche, no te quita todo lo que tienes, sino lo que tengas de más valor; y cuando los que cosechan uvas entran a tus viñedos, no se llevan todos los racimos.
6 - ¡Pero a ti te han quitado todo! ¡Se han llevado todos tus tesoros!
7 - Los que estaban de tu parte y decÃan que eran tus amigos te pusieron trampas y te engañaron; los que compartÃan tu mesa se volvieron tus enemigos, te echaron de tu propia tierra ¡y tú ni cuenta te diste!
8 - »Pero escúchame, Edom: yo soy el Dios todopoderoso, y te juro que viene el dÃa en que no quedará en tus montañas ni uno solo de tus sabios. ¡Yo acabaré con todos ellos!
9 - En la ciudad de Temán tus valientes temblarán de miedo, y en las montañas de Edom todos morirán en la batalla.
10 - »Tú, Edom, quedarás en vergüenza y serás destruido por completo por haber tratado con violencia a tus parientes, los israelitas.
11 - Cuando un ejército enemigo atacó la ciudad de Jerusalén y derribó sus portones, tú te portaste igual que ellos; viste cómo se repartÃan las riquezas de la ciudad, ¡y no hiciste nada para impedirlo!
12 - »No debiste haberte alegrado cuando tus hermanos sufrÃan; no debiste haberte reÃdo cuando Judá estaba en ruinas; no debiste burlarte de ellos cuando estaban angustiados;
13 - no debiste entrar en Jerusalén ni alegrarte de su desgracia cuando mi ciudad era destruida; no debiste robarle sus riquezas cuando ya no podÃa defenderse.
14 - No debiste quedarte donde se cruzan los caminos para matar allà a los que huÃan, ni debiste haberlos entregado en manos de sus enemigos cuando ya no sabÃan qué hacer.
15 - »¡Pero ya está cerca el dÃa en que juzgaré a todas las naciones! ¡Ese dÃa te daré tu merecido! ¡Ese dÃa te voy a dar el mismo trato que diste a otros!
16 - »Mi pueblo sufrió mucho en el monte donde está mi templo; ¡pero asà sufrirán también todas las naciones extranjeras, y al fin desaparecerán! ¡Será como si no hubieran existido!
17 - »Pero algunos de mi pueblo buscarán refugio en mi templo y allà se pondrán a salvo, pues Sión es mi monte preferido. Allà los descendientes de Jacob recobrarán lo que les pertenece.
18 - »Asà como el fuego quema la estopa, la gente de Edom será destruida por las doce tribus de Israel. ¡Nadie en Edom quedará con vida! Yo soy el Dios de Israel, y les juro que asà será.
19 - »Los israelitas del sur recibirán las montañas de Edom; los israelitas de la llanura recibirán el territorio filisteo, el territorio de EfraÃn y el territorio de Samaria; los de la tribu de BenjamÃn recibirán el territorio de Galaad;
20 - la gran multitud de israelitas que fueron llevados a otros paÃses recibirá el territorio de los cananeos, hasta la ciudad de Sarepta; y los habitantes de Jerusalén que fueron llevados a Sefarad, recibirán las ciudades del sur.
21 - Todos ellos vendrán a mi templo como un pueblo victorioso; gobernarán al orgulloso paÃs de Edom, ¡y yo seré su rey!»