Hechos 19 - La Biblia Reina Valera 1909

Libro de Hechos
Capitulos:

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1 - Y ACONTECIO que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, andadas las regiones superiores, vino á Efeso, y hallando ciertos discípulos,

2 - Díjoles: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Antes ni aun hemos oído si hay Espíritu Santo.

3 - Entonces dijo: ¿En qué pues sois bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan.

4 - Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, es á saber, en Jesús el Cristo.

5 - Oído que hubieron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.

6 - Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.

7 - Y eran en todos como unos doce hombres.par

8 - Y entrando él dentro de la sinagoga, hablaba libremente por espacio de tres meses, disputando y persuadiendo del reino de Dios.

9 - Mas endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, apartándose Pablo de ellos separó á los discípulos, disputando cada día en la escuela de un cierto Tyranno.

10 - Y esto fué por espacio de dos años; de manera que todos los que habitaban en Asia, Judíos y Griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús.

11 - Y hacía Dios singulares maravillas por manos de Pablo:

12 - De tal manera que aun se llevaban sobre los enfermos los sudarios y los pañuelos de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los malos espíritus salían de ellos.par

13 - Y algunos de los Judíos, exorcistas vagabundos, tentaron á invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que Pablo predica.

14 - Y había siete hijos de un tal Sceva, Judío, príncipe de los sacerdotes, que hacían esto.

15 - Y respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco y sé quién es Pablo: mas vosotros ¿quiénes sois?

16 - Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando en ellos, y enseñoreándose de ellos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.

17 - Y esto fué notorio á todos, así Judíos como Griegos, los que habitaban en Efeso: y cayó temor sobre todos ellos, y era ensalzado el nombre del Señor Jesús.

18 - Y muchos de los que habían creído, venían, confesando y dando cuenta de sus hechos.

19 - Asimismo muchos de los que habían practicado vanas artes, trajeron los libros, y los quemaron delante de todos; y echada la cuenta del precio de ellos, hallaron ser cincuenta mil denarios.

20 - Así crecía poderosamente la palabra del Señor, y prevalecía.par

21 - Y acabadas estas cosas, se propuso Pablo en espíritu partir á Jerusalem, después de andada Macedonia y Acaya, diciendo: Después que hubiere estado allá me será menester ver también á Roma.

22 - Y enviando á Macedonia á dos de los que le ayudaban, Timoteo y Erasto, él se estuvo por algún tiempo en Asia.

23 - Entonces hubo un alboroto no pequeño acerca del Camino.

24 - Porque un platero llamado Demetrio, el cual hacía de plata templecillos de Diana, daba á los artífices no poca ganancia;

25 - A los cuales, reunidos con los oficiales de semejante oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio tenemos ganancia;

26 - Y veis y oís que este Pablo, no solamente en Efeso, sino á muchas gentes de casi toda el Asia, ha apartado con persuasión, diciendo, que no son dioses los que se hacen con las manos.

27 - Y no solamente hay peligro de que este negocio se nos vuelva en reproche, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience á ser destruída su majestad, la cual honra toda el Asia y el mundo.

28 - Oídas estas cosas, llenáronse de ira, y dieron alarido diciendo: ­Grande es Diana de los Efesios!

29 - Y la ciudad se llenó de confusión; y unánimes se arrojaron al teatro, arrebatando á Gayo y á Aristarco, Macedonios, compañeros de Pablo.

30 - Y queriendo Pablo salir al pueblo, los discípulos no le dejaron.

31 - También algunos de los principales de Asia, que eran sus amigos, enviaron á él rogando que no se presentase en el teatro.

32 - Y otros gritaban otra cosa; porque la concurrencia estaba confusa, y los más no sabían por qué se habían juntado.

33 - Y sacaron de entre la multitud á Alejandro, empujándole los Judíos. Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, quería dar razón al pueblo.

34 - Mas como conocieron que era Judío, fué hecha un voz de todos, que gritaron casi por dos horas: ­Grande es Diana de los Efesios!

35 - Entonces el escribano, apaciguado que hubo la gente, dijo: Varones Efesios ¿y quién hay de los hombres que no sepa que la ciudad de los Efesios es honradora de la gran diosa Diana, y de la imagen venida de Júpiter?

36 - Así que, pues esto no puede ser contradicho, conviene que os apacigüéis, y que nada hagáis temerariamente;

37 - Pues habéis traído á estos hombres, sin ser sacrílegos ni blasfemadores de vuestra diosa.

38 - Que si Demetrio y los oficiales que están con él tienen negocio con alguno, audiencias se hacen, y procónsules hay; acúsense los unos á los otros.

39 - Y si demandáis alguna otra cosa, en legítima asamblea se pueda decidir.

40 - Porque peligro hay de que seamos argüidos de sedición por hoy, no habiendo ninguna causa por la cual podamos dar razón de este concurso.

41 - {cf15I (19:40)} Y habiendo dicho esto, despidió la concurrencia.par