Hechos 20 - La Biblia Reina Valera 1909

Libro de Hechos
Capitulos:

12345678910111213141516171819202122232425262728

1 - Y DESPUÉS que cesó el alboroto, llamando Pablo á los discípulos habiéndoles exhortado y abrazado, se despidió, y partió para ir á Macedonia.

2 - Y andado que hubo aquellas partes, y exhortádoles con abundancia de palabra, vino á Grecia.

3 - Y después de haber estado allí tres meses, y habiendo de navegar á Siria, le fueron puestas asechanzas por los Judíos; y así tomó consejo de volverse por Macedonia.

4 - Y le acompañaron hasta Asia Sopater Bereense, y los Tesalonicenses, Aristarco y Segundo; y Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tychîco y Trófimo.

5 - Estos yendo delante, nos esperaron en Troas.

6 - Y nosotros, pasados los días de los panes sin levadura, navegamos de Filipos y vinimos á ellos á Troas en cinco días, donde estuvimos siete días.par

7 - Y el día primero de la semana, juntos los discípulos á partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de partir al día siguiente: y alargó el discurso hasta la media noche.

8 - Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban juntos.

9 - Y un mancebo llamado Eutichô que estaba sentado en la ventana, tomado de un sueño profundo, como Pablo disputaba largamente, postrado del sueño cayó del tercer piso abajo, y fué alzado muerto.

10 - Entonces descendió Pablo, y derribóse sobre él, y abrazándole, dijo: No os alborotéis, que su alma está en él.

11 - Después subiendo, y partiendo el pan, y gustando, habló largamente hasta el alba, y así partió.

12 - Y llevaron al mozo vivo, y fueron consolados no poco.par

13 - Y nosotros subiendo en el navío, navegamos á Assón, para recibir de allí á Pablo; pues así había determinado que debía él ir por tierra.

14 - Y como se juntó con nosotros en Assón, tomándole vinimos á Mitilene.

15 - Y navegamos de allí, al día siguiente llegamos delante de Chîo, y al otro día tomamos puerto en Samo: y habiendo reposado en Trogilio, al día siguiente llegamos á Mileto.

16 - Porque Pablo se había propuesto pasar adelante de Efeso, por no deternerse en Asia: porque se apresuraba por hacer el día de Pentecostés, si le fuese posible, en Jerusalem.par

17 - Y enviando desde Mileto á Efeso, hizo llamar á los ancianos de la iglesia.

18 - Y cuando vinieron á él, les dijo: Vosotros sabéis cómo, desde el primer día que entré en Asia, he estado con vosotros por todo el tiempo,

19 - Sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y tentaciones que me han venido por las asechanzas de los Judíos:

20 - Cómo nada que fuese útil he rehuído de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,

21 - Testificando á los Judíos y á los Gentiles arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Señor Jesucristo.

22 - Y ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy á Jerusalem, sin saber lo que allá me ha de acontecer:

23 - Mas que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que prisiones y tribulaciones me esperan.

24 - Mas de ninguna cosa hago caso, ni estimo mi vida preciosa para mí mismo; solamente que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

25 - Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, por quien he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro.

26 - Por tanto, yo os protesto el día de hoy, que yo soy limpio de la sangre de todos:

27 - Porque no he rehuído de anunciaros todo el consejo de Dios.

28 - Por tanto mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre.

29 - Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al ganado;

30 - Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para llevar discípulos tras sí.

31 - Por tanto, velad, acordándoos que por tres años de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas á cada uno.

32 - Y ahora, hermanos, os encomiendo á Dios, y á la palabra de su gracia: el cual es poderoso para sobreedificar, y daros heredad con todos los santificados.

33 - La plata, ó el oro, ó el vestido de nadie he codiciado.

34 - Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario, y á los que están conmigo, estas manos me han servido.

35 - En todo os he enseñado que, trabajando así, es necesario sobrellevar á los enfermos, y tener presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurada cosa es dar que recibir.par

36 - Y como hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos.

37 - Entonces hubo un gran lloro de todos: y echándose en el cuello de Pablo, le besaban,

38 - Doliéndose en gran manera por la palabra que dijo, que no habían de ver más su rostro. Y le acompañaron al navío.par