Santiago 1 - La Biblia Reina Valera 1862

Libro de Santiago
Capitulos:

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1 - SANTIAGO siervo de Dios y del Señor Jesu Cristo, a las doce tribus que están en la dispersión, salud.

2 - Hermanos míos, tenéd por todo gozo cuando cayereis en diversas tribulaciones:

3 - Sabiendo que la prueba de vuestra fé obra paciencia.

4 - Mas tenga la paciencia su obra perfecta, para que seais perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa.

5 - Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela a Dios, (el cual da a todos dadivosamente, y no zahiere,) y serle ha dada.

6 - Empero demande en fé, no dudando nada; porque el que duda, es semejante a la onda de la mar, que es movida del viento, y es echada de una parte a otra.

7 - No piense pues el tal hombre que recibirá cosa alguna del Señor.

8 - El hombre de doblado ánimo, es inconstante en todos sus caminos.

9 - Además, el hermano que es de humilde condición, gloríese en su ensalzamiento;

10 - Mas el que es rico, en su humillación; porque él se pasará como la flor de la yerba:

11 - Que salido el sol con ardor, la yerba se secó, y su flor se cayó, y su hermosa apariencia pereció: así también se marchitará el rico en sus caminos.

12 - Bienaventurado el varón que sufre tentación; porque después que fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.

13 - Cuando alguno es tentado, no diga, que Dios me tienta; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a alguno:

14 - Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraido,y cebado.

15 - Y la concupiscencia después que ha concebido, pare al pecado: y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte.

16 - Hermanos míos muy amados, no erréis.

17 - Toda buena dádiva, y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las lumbres, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

18 - El de su propia voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos como primicias de sus criaturas.

19 - Así que, hermanos míos muy amados, todo hombre sea pronto para oir, tardío para hablar, tardío para airarse;

20 - Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.

21 - Por lo cual dejando toda inmundicia, y superfluidad de malicia, recibíd con mansedumbre la palabra injerida en vosotros, la cual puede hacer salvas vuestras almas.

22 - Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.

23 - Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural:

24 - Porque él se consideró a sí mismo, y se fué; y luego se olvidó qué tal era.

25 - Mas el que hubiere mirado atentamente en la ley perfecta que es la de la libertad, y hubiere perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.

26 - Si alguno de entre vosotros piensa ser religioso, y no refrena su lengua, sino que engaña su propio corazón, la religión del tal es vana.

27 - La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es esta: Visitar los huérfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.