Diccionario Biblico: Navegación


Significado de Navegacion

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Como los hebreos vivieron la mayor parte de su historia en el interior de
Palestina, no fue un pueblo navegante, aunque a veces se ocuparon de empresas
marítimas. En el período de los jueces, Dan y Aser fueron reprendidos por
realizar proyectos de pesca o navegación cuando se necesitaba su ayuda para
salvar a las tribus de la opresión (Jue. 5:17). Salomón construyó naves para
enviar expediciones a Ofir y a Tarsis, pero contrató constructores de barcos y
marineros fenicios (2 Cr. 8:17, 18; 9:21). El rey Josafat intentó imitar las
empresas marítimas de Salomón, pero sus barcos se rompieron en el Golfo de
Aqaba (1 R. 22:48). También es posible que el rey Uzías (Azarías) realizara
operaciones marítimas partiendo desde Ezión-geber o Elat (2 R. 14:22; 2 Cr.
26:2, BJ; cf Is. 2:6, 16). Los autores bíblicos con frecuencia se refieren a
barcos de otras naciones y su comercio internacional (Pr. 31:14; Ez. 27:4-9;
Hch. 28:11; etc.).

Cuando Jonás intentó huir de Palestina a la distante Tarsis, se embarcó en
Jope, pero en un barco extranjero (Jon. 1:3, 5, 6). Los barcos usados por
Jesús y los discípulos sobre el Mar de Galilea eran botes comunes de
pescadores, quizá similares a los que se encuentran allí hoy, que generalmente
tenían un mástil para la vela pero también remos, que siempre llevaban consigo
(Mt. 8:23, 24; 9:1; 13:2; etc.). El apóstol Pablo sin duda empleó naves de
muchas nacionalidades en sus extensos viajes. En 2 Co. 11:25 y 26 nos cuenta
de 3 naufragios y de frecuentes "peligros de ríos" y "peligros en el mar ".
Lucas, que lo acompañó en su viaje a Roma, nos ofrece un informe detallado y
revelador de ese viaje y sus desgracias (Hch. 27). De su descripción se hace
evidente que Pablo era un experimentado viajero de mar, alguien que podía dar
consejos valiosos, los cuales desafortunadamente no siempre se tuvieron en
cuenta (Hch. 27:9-11, 30-34). 828

374. Nave mercante fenicia grabada sobre un antiguo sacófago de piedra.

Aunque la Biblia no dice prácticamente nada acerca de la apariencia y los
detalles de construcción de los barcos que menciona, hay mucha información
disponible en otras fuentes antiguas. Se han encontrado dibujos de naves en
las paredes de las tumbas egipcias, esculpidos sobre piedra en los templos,
sobre sarcófagos (fig 374) o en monumentos y, en tiempos posteriores, grabados
en monedas. El clima seco de Egipto también conservó antiguos modelos de
embarcaciones fluviales y marítimas (fig 66), y recientemente se han
descubierto en Gizeh barcos ceremoniales de tamaño real, como los que servían
para adorar al sol, pertenecientes al rey Kufu.

Desde tiempos muy antiguos, los ríos fueron arterias principales de tráfico
marítimo intenso: el Nilo en Eaipto, y los 2 ríos de la Mesopotamia. En
Egipto, las embarcaciones de río fueron construidas con paquetes de juncos o
trozos de madera "cosidos" con cuero. Algunas de ellas eran lo suficientemente
grandes como para transportar grandes cantidades de carga, aun voluminosos
bloques de piedra para los monumentos o diversos edificios. Los barcos para
pasajeros tenían camarotes y cubiertas planas. Otros fueron armados como
barcos-cocinas, o barcos-carnicerías, que acompañaban a los funcionarios del
estado en sus viajes de inspección. Los egipcios también construyeron barcos
de alta mar, con los que hacían viajes a lo largo de la costa a Gaza en
Palestina, a Biblos en Fenicia, y a las islas de Chipre y de Creta. Los
armados sobre el Mar Rojo se enviaban a Punt (quizá la Somalía del África
oriental). Eran de madera, con mástiles de abetos del Líbano, y sus proa y
popa se curvaban hacia arriba. Esteras a lo largo de los costados añadían
comodidad para los viajeros y protegían la carga de la fuerza del viento y de
las salpicaduras. También se usaron como medios de transporte, tanto de cargas
como de gente, plataforrnas de vigas apoyadas sobre cueros inflados, que
todavía se usan. Las típicas embarcaciones fluviales de la Mesopotamia tenían
la forma de canastas circulares, y estaban impermeabilizadas con asfalto, como
las actuales guffahs, sus descendientes directas (fig 256). También se usaban
barcos de madera como los de otros países. Asimismo, los pueblos mesopotámicos
construyeron naves marinas de proa y popa altas, con los que se relacionaban
con lugares costeros de Persia, la India, el sur de Arabia, y con Egipto, vía
Mar Rojo, como lo muestran antiguas figuras egipcias.

Sin embargo, los armadores de barcos más experimentados en tiempos prerromanos
habrían sido los fenicios; sus embarcaciones amarraban en todos los puertos del
Mediterráneo. Mantenían conexiones entre el este y el oeste, cambiando
materias primas de España, Anatolia, Italia y otros países por papiro y lino de
Egipto, productos metálicos o tejidos de lana de Mesopotamia, y aceite y vino
de Palestina y Siria. Eran, según las normas de la antigüedad, grandes barcos
de carga, aunque parecerían pequeños en comparación con los modernos. Ez.
27:5-9 describe una nave mercante tiria hecha de tablones de madera
calafateados, con mástil, toldo, velas de lino y remos de encina; la
descripción también incluye remeros y pilotos.

Antes se creía que "naves de Tarsis"* (1 R. 10:22; Is. 2:16; etc.) era el
nombre de un tipo de barco marítimo que podía viajar hasta Tartesos, en España.
Sin embargo, Albright ha sugerido que el término significa "barcos cargados de
minerales", o "barcos de refinerías", que llevaban cargas de minerales de cobre
o hierro desde los países que los producían hasta las ciudades donde se los
fundía.

En tiempos romanos la industria naviera podía suministrar barcos de tamaño
formidable para las flotas mercante o militar. La nave que llevó a Pablo a
Roma transportaba 276 personas, además de una carga de trigo (Hch. 27:37, 38).
Cierta vez Josefo viajó en una que embarcó a 600 personas. Luciano describe
una embarcación alejandrina para cereales, el Isis, que tenía unos 55 m de
largo y unos 14 829 m de ancho. Probablemente desplazaba no más de 1.000
toneladas, pero esa nave era excepcionalmente grande. De acuerdo con la
descripción de Lucas, la que llevaba a Pablo tenía una vela delantera que podía
ser izada o arriada (Hch. 27:40). Esto implica que tenía por lo menos 2
mástiles: uno delantero y uno principal. Era gobernado por un timón -por lo
general 2 remos grandes-, y llevaba 4 anclas en la popa. Arrastraba un bote
que podía ser izado a cubierta mediante cuerdas o pescantes (vs 30-32).
También estaba equipado para hacer sondeos (v 28), y tenía una tripulación que
trabajaba bajo la dirección de un capitán y del dueño (v 11). Para asegurar la
nave en medio de una tempestad y evitar que se desarmara, se la rodeaba con
sogas o cadenas para reforzarla (v 17; gr. skéuos, "cosa [objeto]", cuya
naturaleza específica está determinada por el contexto o por el agregado de una
frase: en este caso específico, a las velas y otros equipos o implementos que
podían ser tirados o removidos en caso de tormenta). Un barco generalmente
tenía un estandarte o símbolo de algún dios por el que se lo conocía, pintado o
esculpido en los lados de la proa (28:11). En la Biblia no se mencionan las
galeras romanas -largas, esbeltas y livianas- que eran propulsadas por
numerosos remos y tenían agudos arietes en la proa para romper los barcos
enemigos.

Bib.: FJ-L 3; S. Yeivin, "Did the Kingdoms of Israel have a Maritime Policy?"
[¿Tuvo política marítima el Reino de Israel?], JQR 3 (Enero de 1960):193-228.

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