Diccionario Biblico: Corinto


Significado de Corinto

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(gr. Kórinthos).

Antigua ciudad griega que está a unos 8 km al sudoeste del actual canal que
cruza el Istmo de Corinto. Al sur había un monte de unos 550 m de altura con
laderas abruptas, en cuya cumbre estaba la ciudadela o Acrocorinthus, con un
templo de Afrodita. La ubicación de Corinto en la única conexión terrestre
entre Grecia por el norte y el Peloponeso, como también el hecho de que la
ciudad tenía puertos en 2 golfos (el de Cencrea, a unos 11 km al este de
Corinto sobre el Golfo Sarónico, y el de Leque, a unos 2,5 km al oeste sobre el
Golfo de Corinto), la hacían muy importante y rica. Estaba conectada con
Lequeo mediante 2 muros paralelos. Como el canal (construido entre 1881 y
1893, era de unos 8 km de largo a través del istmo) no existía en tiempos
antiguos, a menudo los barcos pequeños eran arrastrados por tierra sobre unas
vías (gr. díolkos) desde el Golfo Sarónico hasta el Golfo de Corinto y
viceversa. Mapa XX, B-3.

135. Mapa del área central de la antigua ciudad de Corinto.

Los primitivos habitantes de Corinto no eran griegos. Pero más tarde, los
fenicios establecieron allí colonizadores que se ocuparon de la fabricación de
púrpura a partir de unos moluscos marinos. Introdujeron también la fabricación
de tejidos, cerámica y las armaduras. En la última parte del 2º milenio a.C.
la gente del Ática tomó Corinto, y más tarde los dorios la conquistaron. La
ciudad cayó en manos de Felipe de Macedonia y permaneció bajo control
macedónico hasta que fue declarada independiente por los romanos (196 a.C.).
Se rebeló contra Roma y fue completamente destruida por Mumio (146 a.C.), y
permaneció en ruinas durante un siglo. Julio César comenzó a reconstruir la
ciudad (44 a.C.). Llegó a ser la capital de la provincia senatorial de Acaya,
con la categoría de colonia, por lo que se llamó Colonia Laus Iulia
Corinthiensis. Por eso fue la residencia de un procónsul (Hch.18:12). Este
funcionario tenía su corte en el centro del ágora, o mercado, como revelaron
las excavaciones. En la nueva ciudad había muchos templos, basílicas, y una
gran cantidad de negocios.

Muchos romanos vivían en ella, como también griegos y orientales. También
había una comunidad judía lo suficientemente grande como para tener su propia
sinagoga. Allí se encontró un dintel de piedra con una inscripción
fragmentaria que dice: "[Sina]goga de los Hebr[eos]" (fig 470). La escritura
muestra que procede de un edificio del s IV d.C., el que, sin embargo, pudo
haber estado en el mismo lugar de la sinagoga de los días de Pablo (Hch. 18:4).
Los contrastes en el nivel social mixto de la población era grande, pues
probablemente 2 1/3 de la población estaba constituida por esclavos. Por ello,
muchos eran pobres y unos pocos habitantes inmensamente ricos.

136. Ruinas del tenplo a Apolo en Corinto.

A la ciudad se la conocía universalmente por su inmoralidad. La expresión
"joven corintia" era sinónimo de "prostituta", y "corintianizar" significaba
vivir una vida inmoral. En comedias griegas posteriores, "corintio" se usaba
ocasionalmente para designar a un borracho. De acuerdo con Estrabón, había
1.000 jóvenes esclavas como prostitutas del templo en el santuario de Afrodita
ubicado en el Acrocorinthus. Una inscripción muestra que tenía sus propios
asientos en el teatro. Estas condiciones arrojan luz sobre las referencias de
Pablo a la inmoralidad del mundo pagano en sus 2 cartas a los corintios (1 Co.
5:1; 6:9-20; 10:8; 2 Co. 7:1), y en su carta a los romanos (Ro. 1:18-32),
escrita mientras estaba en Corinto durante su 3er viaje misionero.

Pablo llegó a Corinto en su 2º viaje misionero y pasó 18 meses en la ciudad.
Durante ese tiempo fundó una iglesia (Hch. 18:1-18), la que posteriormente
ejerció gran influencia. Más tarde, Apolos trabajó en Corinto con considerable
éxito (Hch. 18:24, 27, 28; 19:1; 1 Co. 3:4). Pablo pudo haber visitado de
nuevo la ciudad durante su estadía de 3 años en Efeso (2 Co. 12:14; 13:1).
Pasó poco tiempo allí, probablemente la mayor parte de 3 meses, hacia el fin de
su 3er viaje misionero, cerca del invierno del 57/58 d.C. (Hch. 20:2, 3). En
su carta a Timoteo, el apóstol sugiere que hizo por lo menos una visita
posterior a Corinto después de su 1er encarcelamiento en Roma (2 Ti. 4:20).
Dos de sus cartas más largas que se han conservado son las que escribió a la
iglesia en Corinto. Se ha perdido por lo menos una carta más dirigida a ella
(1 Co. 5:9).

Expediciones norteamericanas han llevado a cabo excavaciones intermitentes
desde 1896. Prácticamente se ha excavado todo el ágora, como también secciones
del Camino de Lequeo, el Odeón, el teatro, el templo de Esculapio, y algunas
otras estructuras aisladas. 253 Estas excavaciones han hecho posible obtener un
cuadro sorprendentemente exacto de la vida en la antigua Corinto. Se ha
encontrado una inscripción con el nombre de Erasto (quizás el mencionado en Ro.
16:23), y también una del mercado de pescado (cf el "mercado de carne" de 1 Co.
10:25, BJ; figs 113, 191). En el ágora se halló el Bema, el tribunal ("asiento
del juicio") del procónsul (Hch.18:12). Fue identificado por una inscripción
encontrada en la vecindad (fig 137).

137. El ágora de Corinto con el Bema (el tribunal) de Galio en el centro, hacia
la izquierda.

Bib.: W. McDonald, BA 5 (1942): 36-48; O. Broneer, BA 14 (1951): 77-96. 254

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