Diccionario Biblico: Genealogía


Significado de Genealogia

Ver Concordancia



(heb. yajas [como sustantivo, "genealogía"; como verbo, "considerar
genealógicamente"]; también tôledôth; gr. guenealoguía).

Registro de los antepasados de una persona. El "libro de las generaciones"
(Gn. 5:1) y el "libro de la genealogía" (Mt. 1:1) eran listas genealógicas o
registros de familia. La organización tribal de la sociedad hebrea, con su
fuerte énfasis en las relaciones de familia, exigía listas genealógicas exactas
(Nm. 1:2, 18). El estatus en la comunidad y ante la ley dependían de la
identidad personal como perteneciente a cierta familia y tribu. La economía
hebrea era eminentemente pastoril y agrícola, y cada tribu y familia tenía su
porción de tierra asignada (Jos. 13-19). Los derechos 485 legales de la
herencia se basaban en el parentesco, y la tierra no debía pasar de una tribu a
otra ni ser transferida en forma permanente de una familia a otra, con
excepción de las propiedades en las ciudades (Nm. 36:7, 9; Lv 25:23, 28-31; Nm.
27:8-11). La posición de jefe o cabeza de una tribu o familia tribal y de una
casa en particular, también era cuestión de linaje. El sumo sacerdocio, el
sacerdocio, el servicio levítico y la sucesión real eran hereditarios. En una
ocasión, la imposibilidad de demostrar que descendían de Aarón excluyó
automáticamente a ciertas personas del sacerdocio (Esd. 2:62; Neh. 7:64). Que
el Mesías había de ser de la casa de David (Is. 9:6, 7; 11:1; cf Ro. 1:3) dio
a los componentes de esa familia un incentivo adicional para preservar un
registro exacto de los miembros de su familia. Una genealogía válida era
esencial para la estabilidad del trono, para la pureza del sacerdocio y para el
estatus en la familia y en la tribu, y cada varón hebreo tenía razones
étnicas, sociales, económicas, políticas y religiosas apremiantes para
conservar la exactitud y prolijidad de los registros de familia.

En el estudio de las listas genealógicas de la Biblia se deben tener en cuenta
ciertas costumbres y modos de expresión judíos. Por ejemplo, el término
"hijo"* también puede significar "nieto" o una descendencia aun más remota (cf
1 R. 19:16 con 2 R. 9:2, 14, 20; cf Mt. 1:1, 8 con 1 Cr. 3:11, 12). Por ello,
hay listas genealógicas muy escuetas, en las que sólo se mencionan los
antepasados más importantes y en las que se cubre el vacío con la palabra
"hijo", como si cada persona en la lista fuera el descendiente inmediato del
anterior (cf Esd. 7:1-5 con 1 Cr. 6:7-9; cf Mt. 1, 8,11 con 1 Cr. 3:10-12, 15,
16). Además, por la ley del levirato ("hermano del esposo") el familiar más
próximo se debía casar con la viuda del muerto y proporcionarle un sucesor y
heredero (Dt. 25:5-10; cf Rt. 2:20; 4:5, 10, 13, 14; Mt. 22:23-28). De este
modo, una persona podía ser el hijo real de un hombre y, sin embargo, ser
conocido como hijo de otro. Obviamente, se debe tener mucho cuidado al
interpretar los datos genealógicos de la Biblia.

Para los cristianos, la genealogía más importante de las Escrituras es la de
Jesucristo. Las 2 versiones, dadas por Mateo (1:1-16) y Lucas (3:23-38), se
diferencian en ciertos aspectos importantes, y cada una tiene sus propios
problemas. La evidencia interna lleva a la conclusión de que Mateo compuso su
informe de la vida de Jesús básicamente para lectores judíos de nacimiento. En
su evangelio, Mateo enfatiza que Jesús de Nazaret fue, en realidad, Aquel de
quien Moisés y los profetas dieron testimonio, y comienza su registro en la
forma típicamente judía de dar el linaje de la familia de Jesús. Como el
Mesías debía ser de la simiente de Abrahán (el padre de la nación judía; Gn.
22:18; Gá. 3:16) y de David (el fundador de su familia real; Is. 9:6, 7; 11:1),
Mateo presenta evidencias que demuestran que Jesús era el descendiente legal de
estos 2 ilustres hombres. Si faltaba esa prueba, los judíos declararían
inválida su pretensión de ser el Mesías y ni siquiera considerarían otras
evidencias. Por otra parte, Lucas, al escribir para gentiles, lleva la lista
de antepasados hasta Adán, para demostrar que Cristo era el Salvador tanto de
judíos como de gentiles. Mateo da la descendencia directa, desde Abrahán hasta
Jesús, mientras que Lucas la presenta en orden inverso, desde Jesús hasta Adán.
Una característica digna de notar en Mateo es la división de los antepasados
de Cristo en 3 grupos de 14 generaciones cada una: desde Abrahán hasta David:
desde David hasta la cautividad; desde la cautividad hasta Cristo (Mt. 1:17).
Su omisión de Azarías, Joás y Amasías en el v 8 (cf 1 Cr. 3:11, 12) y de
Joacim(1 Cr. 3:15, 16), indica que es una lista intencionalmente abreviada como
la de Esd. 7:1-5 (cf 1 Cr. 6:7-9), tal vez como un ayuda memoria. Además, hay
sólo 41 nombres en las 3 secciones, en vez de 42, lo que hace necesario contar
a David o a Jeconías 2 veces, como el último miembro de uno de los grupos de 14
y el 1 del grupo siguiente.

Las principales diferencias entre la genealogía de Mateo y la de Lucas son: 1.
Lucas enumera 41 descendientes de David como antepasados de Jesús; Mateo da
sólo 26. 2. Excepto Salatiel, Zorobabel y José, las 2 listas son totalmente
diferentes entre David y Jesús. 3. Las 2 genealogías convergen brevemente con
Salatiel y Zorobabel, pero Mateo identifica a Salatiel como el hijo de Jeconías
(Mt. 1:12) y Lucas lo incluye como hijo de Neri (Lc. 3:27). 4. Mateo
identifica a José como el hijo de Jacob (11:16) y Lucas como el hijo de Elí
(3:23). La ausencia completa de información acerca de casi todas las 64
personas entre David y Jesús, enumerados en las 2 listas, hacen que una
conciliación clara entre las 2 listas sea prácticamente imposible. Sin
embargo, se sabe lo suficiente de las antiguas costumbres y modos de pensar y
de expresarse de los judíos como para ofrecer una explicación enteramente
plausible de las diferencias y considerar ambas listas como esencialmente
correctas. 486

Estas discrepancias aparentes se explicarían del siguiente modo. 1. Las 41
generaciones de Lucas, que abarcan más de 900 años entre la muerte de David
hasta el nacimiento de Cristo (c 5 a.C,), dan un promedio de 24 años para cada
generación, en comparación con las 26 generaciones de Mateo con un promedio de
37 años cada una. La omisión intencional de por lo menos 4 nombres en Mateo
sugiere la posibilidad de que aun otros más se omitieran en el período
relativamente oscuro entre los 2 testamentos. Un tiempo de 24 años entre el
nacimiento de una persona y el de su sucesor es mucho más probable que el de 37
años. 2. Mateo lleva el linaje de Jesús a través de la línea real desde David
hasta el cautiverio, y sin duda lo sigue haciendo con los herederos potenciales
después del cautiverio. Lucas sigue una rama no gobernante de la familia real
hasta Natán, otro hijo de David con Betsabé (Lc. 3:31; cf 1 Cr. 3:5). Los
casamientos dentro de los límites de la familia real podrían fácilmente
explicar la lista de antepasados de Cristo hasta David por medio de 2 líneas
familiares totalmente diferentes. 3. Salatiel pudo haber sido un hijo literal
de Neri como afirma Lucas (3:27) y un hijo adoptivo de Jeconías, o el sucesor
legal de Jeconías por la extinción de la familia de Jeconías (Mt. 1:12). 4. La
ausencia de relaciones literales de sangre entre José y Jesús, el hecho de que
los judíos nunca introducían a las mujeres en los eslabones genealógicos
directos, y la forma amplia en que los escritores bíblicos usan la palabra
"hijo" y "padre", son tal vez las causas de la aparente discrepancia por la que
Mateo incluye a Jacob como padre de José y Lucas pone a Elí. Lucas, o tal vez
más probablemente Mateo, usa la expresión "hijo de" (Lc. 3:23) o "engendró"
(Mt. 1:16) en un sentido estrictamente legal y genealógico en vez de hacerlo en
un sentido estrictamente literal, ya que José, el esposo de María, no podía ser
el hijo literal tanto de Elí como de Jacob.

Estas aparentes discrepancias han sido explicadas sobre la base de que Lucas
presenta a Jesús como el descendiente de sangre de David por medio de María (cf
Ro. 1:3, 4), pero sin incluir en la lista a María como un eslabón en la cadena
de progenitores; Mateo da la línea legal y real de antepasados por medio de
José, quien era el padre de Jesús de acuerdo con la ley judía. José pudo haber
sido el hijo literal de Jacob o de Elí y el hijo adoptivo de uno de ellos, ya
sea por medio de un casamiento por levirato de cualquiera de los dos.

Indice alfabetico:

 

Concordancia Biblica: Genealogia


Ir arriba