Salmos 139 - La Biblia de Casiodoro de Reina (1569)

Libro de Salmos
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1 - Al Vencedor: de David: Salmo. SEÑOR, {cf15I tú} me has examinado y conocido.

2 - Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos.

3 - Mi andar y mi reposo has ceñido, y todos mis caminos has aparejado.

4 - Pues aun no {cf15I está} la palabra en mi lengua, {cf15I y} he aquí, oh SEÑOR, tú la supiste toda.

5 - Rostro y envés {cf15I tú} me formaste, y sobre mí pusiste tu mano.

6 - Más maravillosa es {cf15I su} ciencia que mi capacidad; alta es, no puedo comprenderla.

7 - ¿Adónde {cf15I me} iré de tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia?

8 - Si subiere a los cielos, allí {cf15I estás} tú; y si hiciere mi estrado en el infierno, hete allí.

9 - Si tomare las alas del alba, y habitare en el extremo del mar,

10 - aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.

11 - Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá por causa de mí.

12 - Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; las tinieblas {cf15I son} como la luz.

13 - Porque tú poseíste mis riñones; me cubriste en el vientre de mi madre.

14 - Te alabaré; porque me formaste {cf15I de una manera} formidable y maravillosa; y {cf15I ésto} mi alma conoce en gran manera.

15 - No fue encubierto mi cuerpo de ti, aunque {cf15I yo} fui hecho en secreto, y entretejido en lo profundo de la tierra.

16 - Tus ojos vieron mi cuerpo aun imperfecto, y en tu libro todos {cf15I mis miembros} estaban escritos; que fueron luego formados, sin {cf15I faltar} uno de ellos.

17 - Así que ¡cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán multiplicadas son sus cuentas!

18 - Si los cuento, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.

19 - De cierto, oh Dios, matarás al impío; apartaos, pues, de mí, los varones sanguinarios,

20 - que te dicen blasfemias; se ensoberbecen en vano tus enemigos.

21 - ¿No tuve en odio, oh SEÑOR, a los que te aborrecen, y peleo contra tus enemigos?

22 - De entero odio los aborrecí; los tuve por enemigos.

23 - Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos;

24 - y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.