Juan 6:22 - La Biblia de Casiodoro de Reina (1569)

Libro de Juan
Capitulos:

123456789101112131415161718192021

1 - Pasadas estas cosas, se fue Jesús al otro lado del mar de Galilea, que es de Tiberias.

2 - Y le seguía grande multitud, porque veían sus señales que hacía en los enfermos.

3 - Subió pues Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos.

4 - Y estaba cerca la Pascua, la Fiesta de los judíos.

5 - Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él grande multitud, dice a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?

6 - Mas esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.

7 - Le respondió Felipe: Doscientos denarios de pan no les bastarán, para que cada uno de ellos tome un poco.

8 - Le dice uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro:

9 - Un muchacho está aquí que tiene cinco panes de cebada y dos peces pequeños; ¿mas qué es esto entre tantos?

10 - Entonces Jesús dijo: Haced recostar los hombres. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como número de cinco mil varones.

11 - Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, repartió a los discípulos, y los discípulos a los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.

12 - Y cuando fueron saciados, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que han quedado, para que no se pierda nada.

13 - Recogieron pues, y llenaron doce cestas de pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido.

14 - Aquellos hombres entonces, como vieron la señal que Jesús había hecho, decían: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.

15 - Y sabiendo Jesús que habían de venir para arrebatarle, y hacerle rey, volvió a retirarse al monte, él solo.

16 - Y como se hizo tarde, descendieron sus discípulos al mar;

17 - y entrando en un navío, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Y era ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos.

18 - Y el mar comenzó a levantarse con un gran viento.

19 - Cuando hubieron navegado como veinticinco o treinta estadios, ven a Jesús que andaba sobre el mar, y se acercaba al navío; y tuvieron miedo.

20 - Pero él les dijo: YO SOY; no tengáis miedo.

21 - Y ellos le recibieron de buena gana en el navío; y luego el navío llegó a la tierra donde iban.

22 - El día siguiente, la multitud que estaba al otro lado del mar, como vio que no había allí otra navecilla sino una, en la cual habían entrado sus discípulos, y que Jesús no había entrado con sus discípulos en el navío, sino que sus discípulos se habían ido solos;

23 - y que otras navecillas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber el Señor dado gracias;

24 - cuando vio pues la multitud que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron ellos en las navecillas, y vinieron a Capernaum buscando a Jesús.

25 - Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?

26 - Les respondió Jesús, y dijo: De cierto, de cierto os digo, que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.

27 - Trabajad no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará; porque a éste señaló el Padre, {cf15I que es} Dios.

28 - Y le dijeron: ¿Qué haremos para que obremos las obras de Dios?

29 - Respondió Jesús, y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él envió.

30 - Le dijeron entonces: ¿Qué señal pues haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obras?

31 - Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.

32 - Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés pan del cielo; mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.

33 - Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.

34 - Y le dijeron: Señor, danos siempre este pan.

35 - Y Jesús les dijo: YO SOY el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

36 - Mas {cf15I ya} os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.

37 - Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.

38 - Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

39 - Y esta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que {cf15I de} todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el día postrero.

40 - Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

41 - Murmuraban entonces de él los Judíos, porque había dicho: YO SOY el pan que descendí del cielo.

42 - Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?

43 - Y Jesús respondió, y les dijo: No murmuréis entre vosotros.

44 - Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.

45 - Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios. Así que, todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene a mí.

46 - No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios, éste ha visto al Padre.

47 - De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.

48 - YO SOY el pan de vida.

49 - Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y son muertos.

50 - Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él comiere, no muera.

51 - YO SOY el pan vivo que he descendido del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

52 - Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos su carne a comer?

53 - Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros.

54 - El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

55 - Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.

56 - El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.

57 - Como me envió el Padre Viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.

58 - Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y son muertos; el que come de este pan, vivirá eternamente.

59 - Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.

60 - Y muchos de sus discípulos oyéndolo, dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?

61 - Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza?

62 - ¿Pues {cf15I qué} será, si viereis al Hijo del hombre que sube donde estaba primero?

63 - El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado, son Espíritu y son vida.

64 - Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.

65 - Y decía: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado de mi Padre.

66 - Después de esto, muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.

67 - Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis vosotros iros también?

68 - Y le respondió Simón Pedro: Señor, ¿A quién iremos? {cf15I Tú} tienes {cf15I las} palabras de vida eterna.

69 - Y nosotros creemos y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.

70 - Jesús les respondió: ¿No he escogido yo a vosotros doce, y uno de vosotros es diablo?

71 - Y hablaba de Judas Iscariote, {cf15I hijo} de Simón, porque éste era el que le había de entregar, el cual era uno de los doce.