Salmos 10:4 - La Biblia de las Américas

Libro de Salmos
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1 - ¿Por qué, oh SEÑOR, te mantienes alejado, y te escondes en tiempos de tribulación?

2 - Con arrogancia el impío acosa al afligido; ¡que sea atrapado en las trampas que ha urdido!

3 - Porque del deseo de su corazón se jacta el impío, y el codicioso maldice {cf15I y} desprecia al SEÑOR.

4 - El impío, en la altivez de su rostro, no busca {cf15I a Dios} . Todo su pensamiento es: No hay Dios.

5 - Sus caminos prosperan en todo tiempo; tus juicios, {cf15I oh Dios,} están en lo alto, lejos de su vista; a todos sus adversarios los desprecia.

6 - Dice en su corazón: No hay quien me mueva; por todas las generaciones no sufriré adversidad.

7 - Llena está su boca de blasfemia, engaño y opresión; bajo su lengua hay malicia e iniquidad.

8 - Se sienta al acecho en las aldeas, en los escondrijos mata al inocente; sus ojos espían al desvalido.

9 - Acecha en el escondrijo como león en su guarida; acecha para atrapar al afligido, {cf15I y} atrapa al afligido arrastrándolo a su red.

10 - Se agazapa, se encoge, y los desdichados caen en sus garras.

11 - Dice en su corazón: Dios se ha olvidado; ha escondido su rostro; nunca verá nada.

12 - Levántate, oh SEÑOR; alza, oh Dios, tu mano. No te olvides de los pobres.

13 - ¿Por qué ha despreciado el impío a Dios? Ha dicho en su corazón: Tú no {cf15I lo} requerirás.

14 - Tú {cf15I lo} has visto, porque has contemplado la malicia y la vejación, para hacer justicia con tu mano. A ti se acoge el desvalido; tú has sido amparo del huérfano.

15 - Quiebra tú el brazo del impío y del malvado; persigue su maldad {cf15I hasta que} desaparezca.

16 - El SEÑOR es Rey eternamente y para siempre; las naciones han perecido de su tierra.

17 - Oh SEÑOR, tú has oído el deseo de los humildes; tú fortalecerás su corazón {cf15I e} inclinarás tu oído

18 - para vindicar al huérfano y al afligido; para que no vuelva a causar terror el hombre de la tierra.