Marcos 9:49 - La Biblia de las Américas

Libro de Marcos
Capitulos:

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1 - Y les decía: {cf6 En verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios después de que haya venido con poder.}

2 - Seis días después, Jesús tomó* consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó* aparte, solos, a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos;

3 - y sus vestiduras se volvieron resplandecientes, muy blancas, tal como ningún lavandero sobre la tierra las puede emblanquecer.

4 - Y se les apareció Elías junto con Moisés, y estaban hablando con Jesús.

5 - Entonces Pedro, interviniendo, dijo* a Jesús: Rabí, bueno es estarnos aquí; hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.

6 - Porque él no sabía qué decir, pues estaban aterrados.

7 - Entonces se formó una nube, cubriéndolos, y una voz salió de la nube: Este es mi Hijo amado; a El oíd.

8 - Y enseguida miraron en derredor, pero ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.

9 - Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos.

10 - Y se guardaron para sí lo dicho, discutiendo entre sí qué significaría resucitar de entre los muertos.

11 - Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que Elías debe venir primero?

12 - Y El les dijo: {cf6 Es cierto que Elías, al venir primero, restaurará todas las cosas. Y, {cf15I sin embargo,} ¿cómo está escrito del Hijo del Hombre que padezca mucho y sea despreciado?}

13 - {cf6 Pero yo os digo que Elías ya ha venido, y le hicieron cuanto quisieron, tal como está escrito de él.}

14 - Cuando volvieron a los discípulos, vieron una gran multitud que les rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos.

15 - Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús, quedó sorprendida, y corriendo hacia El, le saludaban.

16 - Y El les preguntó: {cf6 ¿Qué discutís con ellos?}

17 - Y uno de la multitud le respondió: Maestro, te traje a mi hijo que tiene un espíritu mudo,

18 - y siempre que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo. Y dije a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron.

19 - Respondiéndoles {cf15I Jesús,} dijo*: {cf6 ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? ¡Traédmelo!}

20 - Y se lo trajeron. Y cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y {cf15I éste,} cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos.

21 - {cf15I Jesús} preguntó al padre: {cf6 ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?} Y él respondió: Desde su niñez.

22 - Y muchas veces lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos.

23 - Jesús le dijo: {cf6 "¿{cf15I Cómo} si tú puedes?" Todas las cosas son posibles para el que cree.}

24 - Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: Creo; ayúda{cf15I me en} mi incredulidad.

25 - Cuando Jesús vio que se agolpaba una multitud, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: {cf6 Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno: Sal de él y no vuelvas a entrar en él.}

26 - Y después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, salió: y {cf15I el muchacho} quedó como muerto, tanto, que la mayoría {cf15I de ellos} decían: ¡Está muerto!

27 - Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie.

28 - Cuando entró {cf15I Jesús} en {cf15I la} casa, sus discípulos le preguntaban en privado: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?

29 - Y El les dijo: {cf6 Esta clase con nada puede salir, sino con oración.}

30 - Saliendo de allí, iban pasando por Galilea, y El no quería que nadie {cf15I lo} supiera.

31 - Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: {cf6 El Hijo del Hombre será entregado en manos de los hombres y le matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará.}

32 - Pero ellos no entendían lo que decía, y tenían miedo de preguntarle.

33 - Y llegaron a Capernaúm; y estando ya en la casa, les preguntaba: {cf6 ¿Qué discutíais por el camino?}

34 - Pero ellos guardaron silencio, porque en el camino habían discutido entre sí quién {cf15I de ellos era} el mayor.

35 - Sentándose, llamó a los doce y les dijo*: {cf6 Si alguno desea ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos.}

36 - Y tomando a un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándolo en sus brazos les dijo:

37 - {cf6 El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me envió.}

38 - Juan le dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía.

39 - Pero Jesús dijo: {cf6 No se lo impidáis, porque no hay nadie que haga un milagro en mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de mí.}

40 - {cf6 Pues el que no está contra nosotros, por nosotros está.}

41 - {cf6 Porque cualquiera que os dé de beber un vaso de agua, por razón de vuestro nombre, ya que sois {cf15I seguidores} de Cristo, en verdad os digo que no perderá su recompensa.}

42 - {cf6 Y cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si le hubieran atado al cuello una piedra de molino de {cf15I las que mueve un} asno, y lo hubieran echado al mar.}

43 - {cf6 Y si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego inextinguible,}

44 - {cf6 donde EL GUSANO DE ELLOS NO MUERE, Y EL FUEGO NO SE APAGA.}

45 - {cf6 Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor entrar cojo a la vida, que teniendo los dos pies ser echado al infierno,}

46 - {cf6 donde EL GUSANO DE ELLOS NO MUERE, Y EL FUEGO NO SE APAGA.}

47 - {cf6 Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,}

48 - {cf6 donde EL GUSANO DE ELLOS NO MUERE, Y EL FUEGO NO SE APAGA.}

49 - {cf6 Porque todos serán salados con fuego.}

50 - {cf6 La sal es buena; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros y estad en paz los unos con los otros.}