Jeremias 13:25 - La Biblia de las Américas

Libro de Jeremias
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1 - Así me dijo el SEÑOR: Ve y cómprate un cinturón de lino y póntelo en la cintura, pero no lo metas en agua.

2 - Compré, pues, el cinturón conforme a la palabra del SEÑOR, y me lo puse en la cintura.

3 - Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR por segunda vez, diciendo:

4 - Toma el cinturón que has comprado, que llevas a la cintura, y levántate, vete al Eufrates y escóndelo allá en una hendidura de la peña.

5 - Fui, pues, y lo escondí junto al Eufrates como el SEÑOR me había mandado.

6 - Y sucedió que después de muchos días el SEÑOR me dijo: Levántate, vete al Eufrates y toma de allí el cinturón que te mandé que escondieras allá.

7 - Fui, pues, al Eufrates y cavé, tomé el cinturón del lugar donde lo había escondido, y he aquí, el cinturón estaba podrido; no servía para nada.

8 - Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

9 - Así dice el SEÑOR: "De la misma manera haré que se pudra la soberbia de Judá y la gran soberbia de Jerusalén.

10 - "Este pueblo malvado, que rehúsa escuchar mis palabras, que anda en la terquedad de su corazón y se ha ido tras otros dioses a servirles y a postrarse ante ellos, ha de ser como este cinturón que no sirve para nada.

11 - "Porque como el cinturón se adhiere a la cintura del hombre, así hice adherirse a mí a toda la casa de Israel y a toda la casa de Judá"--declara el SEÑOR-- "a fin de que fueran para mí por pueblo, por renombre, por alabanza y por gloria, pero no escucharon."

12 - También les dirás esta palabra: "Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Todo cántaro se llenará de vino.'" Y cuando ellos te digan: "¿Acaso no sabemos bien que todo cántaro ha de llenarse de vino?",

13 - entonces les dirás: "Así dice el SEÑOR: 'He aquí, voy a llenar de embriaguez a todos los habitantes de esta tierra: a los reyes sucesores de David que se sientan sobre su trono, a los sacerdotes, a los profetas y a todos los habitantes de Jerusalén;

14 - y los estrellaré unos contra otros, los padres con los hijos por igual'--declara el SEÑOR. 'No tendré piedad, ni lástima, ni compasión, {cf15I para dejar} de destruirlos.'"

15 - Escuchad y prestad atención, no seáis altaneros, porque el SEÑOR ha hablado.

16 - Dad gloria al SEÑOR vuestro Dios antes que haga venir las tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen sobre los montes oscuros, y estéis esperando la luz, y El la transforme en profundas tinieblas, {cf15I la} torne en lobreguez.

17 - Pero si no escucháis esto, mi alma sollozará en secreto por {cf15I tal} orgullo; mis ojos llorarán amargamente y se anegarán en lágrimas, porque ha sido hecho cautivo el rebaño del SEÑOR.

18 - Di al rey y a la reina madre: Humillaos, sentaos {cf15I en el suelo} , porque ha caído de vuestras cabezas vuestra hermosa corona.

19 - Las ciudades del Neguev han sido cerradas, y no hay quien {cf15I las} abra: todo Judá ha sido llevado al destierro, llevado al cautiverio en su totalidad.

20 - Alzad vuestros ojos, y ved a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que te fue confiado, tus hermosas ovejas?

21 - ¿Qué dirás cuando El ponga sobre ti (a los que tú mismo habías enseñado) a antiguos compañeros para ser cabeza tuya? ¿No te vendrán dolores como de mujer de parto?

22 - Y si dices en tu corazón: "¿Por qué me han sucedido estas cosas?" Por la magnitud de tu iniquidad te han quitado las faldas y descubierto tus calcañares.

23 - ¿Puede el etíope mudar su piel, o el leopardo sus manchas? Así vosotros, ¿podréis hacer el bien estando acostumbrados a hacer el mal?

24 - Por tanto, os esparciré como paja arrastrada por el viento del desierto.

25 - Esta es tu suerte, la porción que ya he medido para ti --declara el SEÑOR-- porque me has olvidado, y has confiado en la mentira.

26 - Por lo cual yo también te levantaré las faldas sobre tu rostro, para que se vea tu vergüenza.

27 - {cf15I En} tus adulterios y {cf15I en} tus relinchos, {cf15I en} la bajeza de tu prostitución sobre las colinas del campo, he visto tus abominaciones. ¡Ay de ti, Jerusalén! ¿Hasta cuándo seguirás sin purificarte?