Hechos 9:29 - La Biblia de las Américas

Libro de Hechos
Capitulos:

12345678910111213141516171819202122232425262728

1 - Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote,

2 - y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino, tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén.

3 - Y sucedió que mientras viajaba, al acercarse a Damasco, de repente resplandeció en su derredor una luz del cielo;

4 - y al caer a tierra, oyó una voz que le decía: {cf6 Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?}

5 - Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y El {cf15I respondió: {cf6 } Yo soy Jesús a quien tú persigues;}

6 - {cf6 levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.}

7 - Los hombres que iban con él se detuvieron atónitos, oyendo la voz, pero sin ver a nadie.

8 - Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nada; y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco.

9 - Y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.

10 - Había en Damasco cierto discípulo llamado Ananías; y el Señor le dijo en una visión: {cf6 Ananías.} Y él dijo: Heme aquí, Señor.

11 - Y el Señor le {cf15I dijo: {cf6 } Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo, porque, he aquí, está orando,}

12 - {cf6 y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista.}

13 - Pero Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a tus santos en Jerusalén,

14 - y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.

15 - Pero el Señor le dijo: {cf6 Ve, porque él me es un instrumento escogido, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de los reyes y de los hijos de Israel;}

16 - {cf6 porque yo le mostraré cuánto debe padecer por mi nombre.}

17 - Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

18 - Al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, y recobró la vista; y se levantó y fue bautizado.

19 - Tomó alimentos y cobró fuerzas. Y por varios días estuvo con los discípulos que estaban en Damasco.

20 - Y enseguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas, diciendo: El es el Hijo de Dios.

21 - Y todos los que {cf15I lo} escuchaban estaban asombrados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre, y {cf15I el que} había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotes?

22 - Pero Saulo seguía fortaleciéndose y confundiendo a los judíos que habitaban en Damasco, demostrando que este {cf15I Jesús} es el Cristo.

23 - Después de muchos días, los judíos tramaron deshacerse de él,

24 - pero su conjura llegó al conocimiento de Saulo. Y aun vigilaban las puertas día y noche con el propósito de matarlo;

25 - pero sus discípulos lo tomaron de noche y lo sacaron por {cf15I una abertura en} la muralla, bajándolo en una canasta.

26 - Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; y todos le temían, no creyendo que era discípulo.

27 - Pero Bernabé lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo {cf15I Saulo} había visto al Señor en el camino, y que El le había hablado, y cómo en Damasco había hablado con valor en el nombre de Jesús.

28 - Y estaba con ellos moviéndose libremente en Jerusalén, hablando con valor en el nombre del Señor.

29 - También hablaba y discutía con los {cf15I judíos} helenistas; mas éstos intentaban matarlo.

30 - Pero cuando los hermanos {cf15I lo} supieron, lo llevaron a Cesarea, y {cf15I de allí} lo enviaron a Tarso.

31 - Entretanto la iglesia gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo.

32 - Y mientras Pedro viajaba por todas {cf15I aquellas regiones,} vino también a los santos que vivían en Lida.

33 - Allí encontró a un hombre llamado Eneas, que había estado postrado en cama por ocho años, porque estaba paralítico.

34 - Y Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz tu cama. Y al instante se levantó.

35 - Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron, y se convirtieron al Señor.

36 - Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita (que traducido {cf15I al griego} es Dorcas); esta mujer era rica en obras buenas y de caridad que hacía continuamente.

37 - Y sucedió que en aquellos días se enfermó y murió; y lavado {cf15I su cuerpo,} lo pusieron en un aposento alto.

38 - Como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al oír que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándo{cf15I le:} No tardes en venir a nosotros.

39 - Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando llegó, lo llevaron al aposento alto, y todas las viudas lo rodearon llorando, mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con ellas.

40 - Mas Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y oró, y volviéndose al cadáver, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó.

41 - Y él le dio la mano y la levantó; y llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva.

42 - Y esto se supo en todo Jope, y muchos creyeron en el Señor.

43 - Y {cf15I Pedro} se quedó en Jope muchos días con un tal Simón, curtidor.