Hechos 4:31 - La Biblia de las Américas

Libro de Hechos
Capitulos:

12345678910111213141516171819202122232425262728

1 - Mientras ellos hablaban al pueblo, se les echaron encima los sacerdotes, el capitán {cf15I de la guardia} del templo, y los saduceos,

2 - indignados porque enseñaban al pueblo, y anunciaban en Jesús la resurrección de entre los muertos.

3 - Les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, pues ya era tarde.

4 - Pero muchos de los que habían oído el mensaje creyeron, llegando el número de los hombres como a cinco mil.

5 - Y sucedió que al día siguiente se reunieron en Jerusalén sus gobernantes, ancianos y escribas;

6 - {cf15I estaban allí} el sumo sacerdote Anás, Caifás, Juan y Alejandro, y todos los que eran del linaje de los sumos sacerdotes.

7 - Y habiéndolos puesto en medio {cf15I de ellos, les} interrogaban: ¿Con qué poder, o en qué nombre, habéis hecho esto?

8 - Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes y ancianos del pueblo,

9 - si se nos está interrogando hoy por {cf15I causa del} beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste ha sido sanado,

10 - sabed todos vosotros, y todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis {cf15I y} a quien Dios resucitó de entre los muertos, por El, este {cf15I hombre} se halla aquí sano delante de vosotros.

11 - Este {cf15I Jesús} es la PIEDRA DESECHADA por vosotros LOS CONSTRUCTORES, {cf15I pero} QUE HA VENIDO A SER LA PIEDRA ANGULAR.

12 - Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos.

13 - Al ver la confianza de Pedro y de Juan, y dándose cuenta de que eran hombres sin letras y sin preparación, se maravillaban, y reconocían que ellos habían estado con Jesús.

14 - Y viendo junto a ellos de pie al hombre que había sido sanado, no tenían nada que decir en contra.

15 - Pero habiéndoles ordenado salir fuera del concilio, deliberaban entre sí,

16 - diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque el hecho de que un milagro notable ha sido realizado por medio de ellos es evidente a todos los que viven en Jerusalén, y no podemos negarlo.

17 - Mas a fin de que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémoslos para que no hablen más a hombre alguno en este nombre.

18 - Cuando los llamaron, les ordenaron no hablar ni enseñar en el nombre de Jesús.

19 - Mas respondiendo Pedro y Juan, les dijeron: Vosotros mismos juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios;

20 - porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

21 - Y ellos, después de amenazarlos otra vez, los dejaron ir (no hallando la manera de castigarlos) por causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que había acontecido;

22 - porque el hombre en quien se había realizado este milagro de sanidad tenía más de cuarenta años.

23 - Cuando quedaron en libertad, fueron a los suyos y {cf15I les} contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho.

24 - Al oír ellos {cf15I esto,} unánimes alzaron la voz a Dios y dijeron: Oh, Señor, tú eres el que HICISTE EL CIELO Y LA TIERRA, EL MAR Y TODO LO QUE EN ELLOS HAY,

25 - el que por el Espíritu Santo, {cf15I por} boca de nuestro padre David, tu siervo, dijiste: ¿POR QUE SE ENFURECIERON LOS GENTILES, Y LOS PUEBLOS TRAMARON COSAS VANAS?

26 - SE PRESENTARON LOS REYES DE LA TIERRA, Y LOS GOBERNANTES SE JUNTARON A UNA CONTRA EL SEÑOR Y CONTRA SU CRISTO.

27 - Porque en verdad, en esta ciudad se unieron tanto Herodes como Poncio Pilato, juntamente con los gentiles y los pueblos de Israel, contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste,

28 - para hacer cuanto tu mano y tu propósito habían predestinado que sucediera.

29 - Y ahora, Señor, considera sus amenazas, y permite que tus siervos hablen tu palabra con toda confianza,

30 - mientras extiendes tu mano para que se hagan curaciones, señales y prodigios mediante el nombre de tu santo siervo Jesús.

31 - Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor.

32 - La congregación de los que creyeron era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común.

33 - Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia había sobre todos ellos.

34 - No había, pues, ningún necesitado entre ellos, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían, traían el precio de lo vendido,

35 - y lo depositaban a los pies de los apóstoles, y se distribuía a cada uno según su necesidad.

36 - Y José, un levita natural de Chipre, a quien también los apóstoles llamaban Bernabé (que traducido significa hijo de consolación),

37 - poseía un campo y {cf15I lo} vendió, y trajo el dinero y {cf15I lo} depositó a los pies de los apóstoles.