Marcos 13:9 - Biblia de Jerusalén Segunda Edición

Libro de Marcos
Capitulos:

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1 - Al salir del Templo, le dice uno de sus discípulos: "Maestro, mira qué piedras y qué construcciones".

2 - Jesús le dijo: "¿Ves estas grandiosas construcciones? No quedará piedra sobre piedra que no sea derruida".

3 - Estando luego sentado en el monte de los Olivos, frente al Templo, le preguntaron en privado Pedro, Santiago, Juan y Andrés:

4 - "Dinos cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de que todas estas cosas están para cumplirse".

5 - Jesús empezó a decirles: "Mirad que no os engañe nadie.

6 - Vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: "Yo soy", y engañarán a muchos.

7 - Cuando oigáis hablar de guerras y de rumores de guerras, no os alarméis; porque eso es necesario que suceda, pero no es todavía el fin.

8 - Pues se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá terremotos en diversos lugares, habrá hambre: esto será el comienzo de los dolores de alumbramiento.

9 - "Pero vosotros mirad por vosotros mismos; os entregarán a los tribunales, seréis azotados en las sinagogas y compareceréis ante gobernadores y reyes por mi causa, para que deis testimonio ante ellos.

10 - Y es preciso que antes sea proclamada la Buena Nueva a todas las naciones.

11 - "Y cuando os lleven para entregaros, no os preocupéis de qué vais a hablar; sino hablad lo que se os comunique en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu Santo.

12 - Y entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán.

13 - Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.

14 - "Pero cuando veáis la abominación de la desolación erigida donde no debe (el que lea, que entienda), entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes;

15 - el que esté en el terrado, no baje ni entre a recoger algo de su casa,

16 - y el que esté por el campo, no regrese en busca de su manto.

17 - ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días!

18 - Orad para que no suceda en invierno.

19 - Porque aquellos días habrá una tribulación cual no la hubo desde el principio de la creación, que hizo Dios, hasta el presente, ni la volverá a haber.

20 - Y si el Señor no abreviase aquellos días, no se salvaría nadie, pero en atención a los elegidos que él escogió, ha abreviado los días.

21 - Entonces, si alguno os dice: "Mirad, el Cristo aquí" "Miradlo allí", no lo creáis.

22 - Pues surgirán falsos cristos y falsos profetas y realizarán señales y prodigios con el propósito de engañar, si fuera posible, a los elegidos.

23 - Vosotros, pues, estad sobre aviso; mirad que os lo he predicho todo.

24 - "Mas por esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor,

25 - las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán sacudidas.

26 - Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder y gloria;

27 - entonces enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

28 - "De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.

29 - Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que El está cerca, a las puertas.

30 - Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.

31 - El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

32 - Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.

33 - "Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento.

34 - Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele;

35 - velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada.

36 - No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos.

37 - Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!"