Marcos 10:22 - Biblia de Jerusalén Segunda Edición

Libro de Marcos
Capitulos:

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1 - Y levantándose de allí va a la región de Judea, y al otro lado del Jordán, y de nuevo vino la gente donde él y, como acostumbraba, les enseñaba.

2 - Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: "¿Puede el marido repudiar a la mujer?"

3 - El les respondió: ¿Qué os prescribió Moisés?"

4 - Ellos le dijeron: "Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla".

5 - Jesús les dijo: "Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto.

6 - Pero desde el comienzo de la creación, El los hizo varón y hembra.

7 - Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre,

8 - y los dos se harán una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne.

9 - Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre".

10 - Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto.

11 - El les dijo: "Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla;

12 - y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio".

13 - Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos les reñían.

14 - Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: "Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios.

15 - Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él".

16 - Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos.

17 - Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: "Maestro bueno, ¿ qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?"

18 - Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios.

19 - Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre".

20 - El, entonces, le dijo: "Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud".

21 - Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: "Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme".

22 - Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.

23 - Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: "¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!"

24 - Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: "¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios!

25 - Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios".

26 - Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: "Y ¿quién se podrá salvar?"

27 - Jesús, mirándolos fijamente, dice: "Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios".

28 - Pedro se puso a decirle: "Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido".

29 - Jesús dijo: "Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio,

30 - quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna.

31 - Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros".

32 - Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos; ellos estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo. Tomó otra vez a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder:

33 - "Mirad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles,

34 - y se burlarán de él, le escupirán, le azotarán y le matarán, y a los tres días resucitará".

35 - Se acercan a él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: "Maestro, queremos, nos concedas lo que te pidamos".

36 - El les dijo: "¿Qué queréis que os conceda?"

37 - Ellos le respondieron: "Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda".

38 - Jesús les dijo: "No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?"

39 - Ellos le dijeron: "Sí, podemos". Jesús les dijo: "La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo conque yo voy a ser bautizado;

40 - pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado".

41 - Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan.

42 - Jesús, llamándoles, les dice: "Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder.

43 - Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor,

44 - y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos,

45 - que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos".

46 - Llegan a Jericó. Y cuando salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino.

47 - Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: "¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!"

48 - Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!"

49 - Jesús se detuvo y dijo: "Llamadle". Llaman al ciego, diciéndole: "¡Animo, levántate! Te llama".

50 - Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús.

51 - Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: "¿Qué quieres que te haga?" El ciego le dijo: "Rabbuní, ¡que vea!"

52 - Jesús le dijo: "Vete, tu fe te ha salvado". Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino.