Juan 19:39 - Biblia de Jerusalén Segunda Edición

Libro de Juan
Capitulos:

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1 - Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle.

2 - Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto de púrpura;

3 - y, acercándose a él, le decían: "Salve, Rey de los judíos". Y le daban bofetadas.

4 - Volvió a salir Pilato y les dijo: "Mirad, os lo traigo fuera para que sepáis que no encuentro ningún delito en él".

5 - Salió entonces Jesús fuera llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Díceles Pilato: "Aquí tenéis al hombre".

6 - Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron: "¡Crucifícalo, crucifícalo!" Les dice Pilato: "Tomadlo vosotros y crucificadle, porque yo ningún delito encuentro en él".

7 - Los judíos le replicaron: "Nosotros tenemos una Ley y según esa Ley debe morir, porque se tiene por Hijo de Dios".

8 - Cuando oyó Pilato estas palabras, se atemorizó aún más.

9 - Volvió a entrar en el pretorio y dijo a Jesús: "¿De dónde eres tú?" Pero Jesús no le dio respuesta.

10 - Dícele Pilato: "¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo poder para soltarte y poder para crucificarte?"

11 - Respondió Jesús: "No tendrías contra mí ningún poder, si no se te hubiera dado de arriba; por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado".

12 - Desde entonces Pilato trataba de librarle. Pero los judíos gritaron: "Si sueltas a ése, no eres amigo del César; todo el que se hace rey se enfrenta al César".

13 - Al oír Pilato estas palabras, hizo salir a Jesús y se sentó en el tribunal, en el lugar llamado Enlosado, en hebreo Gabbatá.

14 - Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia la hora sexta. Dice Pilato a los judíos: "Aquí tenéis a vuestro Rey".

15 - Ellos gritaron: "¡Fuera, fuera! ¡Crucifícale!" Les dice Pilato: "¿A vuestro Rey voy a crucificar?" Replicaron los sumos sacerdotes: "No tenemos más rey que el César".

16 - Entonces se lo entregó para que fuera crucificado. Tomaron, pues, a Jesús,

17 - y él cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, que en hebreo se llama Gólgota,

18 - y allí le crucificaron y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio.

19 - Pilato redactó también una inscripción y la puso sobre la cruz. Lo escrito era: "Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos".

20 - Esta inscripción la leyeron muchos judíos, porque el lugar donde había sido crucificado Jesús estaba cerca de la ciudad; y estaba escrita en hebreo, latín y griego.

21 - Los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato: "No escribas: "El Rey de los judíos", sino: "Este ha dicho: Yo soy Rey de los judíos"".

22 - Pilato respondió: "Lo que he escrito, lo he escrito".

23 - Los soldados, después que crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos, con los que hicieron cuatro lotes, un lote para cada soldado, y la túnica. La túnica era sin costura, tejida de una pieza de arriba abajo.

24 - Por eso se dijeron: "No la rompamos; sino echemos a suertes a ver a quién le toca". Para que se cumpliera la Escritura: Se han repartido mis vestidos, han echado a suertes mi túnica. Y esto es lo que hicieron los soldados.

25 - Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena.

26 - Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo".

27 - Luego dice al discípulo: "Ahí tienes a tu madre". Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.

28 - Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dice: "Tengo sed".

29 - Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca.

30 - Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: "Todo está cumplido". E inclinando la cabeza entregó el espíritu.

31 - Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado - porque aquel sábado era muy solemne - rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran.

32 - Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él.

33 - Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas,

34 - sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua.

35 - El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis.

36 - Y todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: No se le quebrará hueso alguno.

37 - Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.

38 - Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se lo concedió. Fueron, pues, y retiraron su cuerpo.

39 - Fue también Nicodemo - aquel que anteriormente había ido a verle de noche - con una mezcla de mirra y áloe de unas cien libras.

40 - Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en vendas con los aromas, conforme a la costumbre judía de sepultar.

41 - En el lugar donde había sido crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el que nadie todavía había sido depositado.

42 - Allí, pues, porque era el día de la Preparación de los judíos y el sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.