Marcos 15:20 - Biblia de Jerusalén Primera Edición (1976)

Libro de Marcos
Capitulos:

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1 - Pronto, al amanecer, prepararon una reunión los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y todo el Sanedrín y, después de haber atado a Jesús, le llevaron y le entregaron a Pilato.

2 - Pilato le preguntaba: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» El le respondió: «Sí, tú lo dices.»

3 - Los sumos sacerdotes le acusaban de muchas cosas.

4 - Pilato volvió a preguntarle: «¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan.»

5 - Pero Jesús no respondió ya nada, de suerte que Pilato estaba sorprendido.

6 - Cada Fiesta les concedía la libertad de un preso, el que pidieran.

7 - Había uno, llamado Barrabás, que estaba encarcelado con aquellos sediciosos que en el motín habían cometido un asesinato.

8 - Subió la gente y se puso a pedir lo que les solía conceder.

9 - Pilato les contestó: «¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?»

10 - (Pues se daba cuenta de que los sumos sacerdotes le habían entregado por envidia.)

11 - Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente a que dijeran que les soltase más bien a Barrabás.

12 - Pero Pilato les decía otra vez: «Y ¿qué voy a hacer con el que llamáis el Rey de los judíos?»

13 - La gente volvió a gritar: «¡Crucifícale!»

14 - Pilato les decía: «Pero ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaron con más fuerza: «Crucifícale!»

15 - Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera crucificado.

16 - Los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir, al pretorio y llaman a toda la cohorte.

17 - Le visten de púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñen.

18 - Y se pusieron a saludarle: «¡Salve, Rey de los judíos!»

19 - Y le golpeaban en la cabeza con una caña, le escupían y, doblando las rodillas, se postraban ante él.

20 - Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron la púrpura, le pusieron sus ropas y le sacan fuera para crucificarle.

21 - Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, a que llevara su cruz.

22 - Le conducen al lugar del Gólgota, que quiere decir: Calvario.

23 - Le daban vino con mirra, pero él no lo tomó.

24 - Le crucifican y se reparten sus vestidos, echando a suertes a ver qué se llevaba cada uno.

25 - Era la hora tercia cuando le crucificaron.

26 - Y estaba puesta la inscripción de la causa de su condena: «El Rey de los judíos.»

27 - Con él crucificaron a dos salteadores, uno a su derecha y otro a su izquierda.

29 - Y los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: «¡Eh, tú!, que destruyes el Santuario y lo levantas en tres días,

30 - ¡sálvate a ti mismo bajando de la cruz!»

31 - Igualmente los sumos sacerdotes se burlaban entre ellos junto con los escribas diciendo: «A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse.

32 - ¡El Cristo, el Rey de Israel!, que baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.» También le injuriaban los que con él estaban crucificados.

33 - Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona.

34 - A la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: = «Eloí, Eloí, ¿lema sabactaní?», - que quiere decir - = «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?» =

35 - Al oír esto algunos de los presentes decían: «Mira, llama a Elías.»

36 - Entonces uno fue corriendo a empapar una esponja en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber, diciendo: «Dejad, vamos a ver si viene Elías a descolgarle.»

37 - Pero Jesús lanzando un fuerte grito, expiró.

38 - Y el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo.

39 - Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.»

40 - Había también unas mujeres mirando desde lejos, entre ellas, María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de Joset, y Salomé,

41 - que le seguían y le servían cuando estaba en Galilea, y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.

42 - Y ya al atardecer, como era la Preparación, es decir, la víspera del sábado,

43 - vino José de Arimatea, miembro respetable del Consejo, que esperaba también el Reino de Dios, y tuvo la valentía de entrar donde Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús.

44 - Se extraño Pilato de que ya estuviese muerto y, llamando al centurión, le preguntó si había muerto hacía tiempo.

45 - Informado por el centurión, concedió el cuerpo a José,

46 - quien, comprando una sábana, lo descolgó de la cruz, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro que estaba excavado en roca; luego, hizo rodar una piedra sobre la entrada del sepulcro.

47 - María Magdalena y María la de Joset se fijaban dónde era puesto.