Marcos 10:37 - Biblia de Jerusalén Primera Edición (1976)

Libro de Marcos
Capitulos:

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1 - Y levantándose de allí va a la región de Judea, y al otro lado del Jordán, y de nuevo vino la gente donde él y, como acostumbraba, les enseñaba.

2 - Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: «¿Puede el marido repudiar a la mujer?»

3 - El les respondió: ¿Qué os prescribió Moisés?»

4 - Ellos le dijeron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.»

5 - Jesús les dijo: «Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto.

6 - Pero desde el comienzo de la creación, = El los hizo varón y hembra. =

7 - = Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, =

8 - = y los dos se harán una sola carne. = De manera que ya no son dos, sino una sola carne.

9 - Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.»

10 - Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto.

11 - El les dijo: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla;

12 - y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.»

13 - Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos les reñían.

14 - Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios.

15 - Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él.»

16 - Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos.

17 - Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿ qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?»

18 - Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios.

19 - Ya sabes los mandamientos: = No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, = no seas injusto, = honra a tu padre y a tu madre.» =

20 - El, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.»

21 - Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.»

22 - Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.

23 - Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!»

24 - Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios!

25 - Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios.»

26 - Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: «Y ¿quién se podrá salvar?»

27 - Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios.»

28 - Pedro se puso a decirle: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»

29 - Jesús dijo: «Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio,

30 - quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna.

31 - Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros.»

32 - Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos; ellos estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo. Tomó otra vez a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder:

33 - «Mirad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles,

34 - y se burlarán de él, le escupirán, le azotarán y le matarán, y a los tres días resucitará.»

35 - Se acercan a él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: «Maestro, queremos, nos concedas lo que te pidamos.»

36 - El les dijo: «¿Qué queréis que os conceda?»

37 - Ellos le respondieron: «Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»

38 - Jesús les dijo: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?»

39 - Ellos le dijeron: «Sí, podemos.» Jesús les dijo: «La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo conque yo voy a ser bautizado;

40 - pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado.»

41 - Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan.

42 - Jesús, llamándoles, les dice: «Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder.

43 - Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor,

44 - y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos,

45 - que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.»

46 - Llegan a Jericó. Y cuando salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino.

47 - Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!»

48 - Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!»

49 - Jesús se detuvo y dijo: «Llamadle.» Llaman al ciego, diciéndole: «¡Animo, levántate! Te llama.»

50 - Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús.

51 - Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: «¿Qué quieres que te haga?» El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!»

52 - Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado.» Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino.