Lucas 22:41 - Biblia de Jerusalén Primera Edición (1976)

Libro de Lucas
Capitulos:

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1 - Se acercaba la fiesta de los Azimos, llamada Pascua.

2 - Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban cómo hacerle desaparecer, pues temían al pueblo.

3 - Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que era del número de los Doce;

4 - y se fue a tratar con los sumos sacerdotes y los jefes de la guardia del modo de entregárselo.

5 - Ellos se alegraron y quedaron con él en darle dinero.

6 - El aceptó y andaba buscando una oportunidad para entregarle sin que la gente lo advirtiera.

7 - Llegó el día de los Azimos, en el que se había de sacrificar el cordero de Pascua;

8 - y envió a Pedro y a Juan, diciendo: «Id y preparadnos la Pascua para que la comamos.»

9 - Ellos le dijeron: «¿Dónde quieres que la preparemos?»

10 - Les dijo: «Cuando entréis en la ciudad, os saldrá al paso un hombre llevando un cántaro de agua; seguidle hasta la casa en que entre,

11 - y diréis al dueño de la casa: “El Maestro te dice: ¿Dónde está la sala donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?”

12 - El os enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta; haced allí los preparativos.»

13 - Fueron y lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la Pascua.

14 - Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles;

15 - y les dijo: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer;

16 - porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.»

17 - Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: «Tomad esto y repartidlo entre vosotros;

18 - porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.»

19 - Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.»

20 - De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros.

21 - «Pero la mano del que me entrega está aquí conmigo sobre la mesa.

22 - Porque el Hijo del hombre se marcha según está determinado. Pero, ¡ay de aquel por quien es entregado!»

23 - Entonces se pusieron a discutir entre sí quién de ellos sería el que iba a hacer aquello.

24 - Entre ellos hubo también un altercado sobre quién de ellos parecía ser el mayor.

25 - El les dijo: «Los reyes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los que ejercen el poder sobre ellas se hacen llamar Bienhechores;

26 - pero no así vosotros, sino que el mayor entre vosotros sea como el más joven y el que gobierna como el que sirve.

27 - Porque, ¿quién es mayor, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es el que está a la mesa? Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve.

28 - «Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas;

29 - yo, por mi parte, dispongo un Reino para vosotros, como mi Padre lo dispuso para mí,

30 - para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino y os sentéis sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

31 - «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo;

32 - pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.»

33 - El dijo: «Señor, estoy dispuesto a ir contigo hasta la cárcel y la muerte.»

34 - Pero él dijo: «Te digo, Pedro: No cantará hoy el gallo antes que hayas negado tres veces que me conoces.»

35 - Y les dijo: «Cuando os envié sin bolsa, sin alforja y sin sandalias, ¿os faltó algo?» Ellos dijeron: «Nada.»

36 - Les dijo: «Pues ahora, el que tenga bolsa que la tome y lo mismo alforja, y el que no tenga que venda su manto y compre una espada;

37 - porque os digo que es necesario que se cumpla en mí esto que está escrito: = “Ha sido contado entre los malhechores.” = Porque lo mío toca a su fin.»

38 - Ellos dijeron: «Señor, aquí hay dos espadas.» El les dijo: «Basta.»

39 - Salió y, como de costumbre, fue al monte de los Olivos, y los discípulos le siguieron.

40 - Llegado al lugar les dijo: «Pedid que no caigáis en tentación.»

41 - Y se apartó de ellos como un tiro de piedra, y puesto de rodillas oraba

42 - diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.»

43 - Entonces, se le apareció un ángel venido del cielo que le confortaba.

44 - Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra.

45 - Levantándose de la oración, vino donde los discípulos y los encontró dormidos por la tristeza;

46 - y les dijo: «¿Cómo es que estáis dormidos? Levantaos y orad para que no caigáis en tentación.»

47 - Todavía estaba hablando, cuando se presentó un grupo; el llamado Judas, uno de los Doce, iba el primero, y se acercó a Jesús para darle un beso.

48 - Jesús le dijo: «¡Judas, con un beso entregas al Hijo del hombre!»

49 - Viendo los que estaban con él lo que iba a suceder, dijeron: «Señor, ¿herimos a espada?»

50 - y uno de ellos hirió al siervo del Sumo Sacerdote y le llevó la oreja derecha.

51 - Pero Jesús dijo: «¡Dejad! ¡Basta ya!» Y tocando la oreja le curó.

52 - Dijo Jesús a los sumos sacerdotes, jefes de la guardia del Templo y ancianos que habían venido contra él: «¿Como contra un salteador habéis salido con espadas y palos?

53 - Estando yo todos los días en el Templo con vosotros, no me pusisteis las manos encima; pero esta es vuestra hora y el poder de las tinieblas.»

54 - Entonces le prendieron, se lo llevaron y le hicieron entrar en la casa del Sumo Sacerdote; Pedro le iba siguiendo de lejos.

55 - Habían encendido una hoguera en medio del patio y estaban sentados alrededor; Pedro se sentó entre ellos.

56 - Una criada, al verle sentado junto a la lumbre, se le quedó mirando y dijo: «Este también estaba con él.»

57 - Pero él lo negó: «¡Mujer, no le conozco!»

58 - Poco después, otro, viéndole, dijo: «Tú también eres uno de ellos.» Pedro dijo: «Hombre, no lo soy!»

59 - Pasada como una hora, otro aseguraba: «Cierto que éste también estaba con él, pues además es galileo.»

60 - Le dijo Pedro: «¡Hombre, no sé de qué hablas!» Y en aquel momento, estando aún hablando, cantó un gallo,

61 - y el Señor se volvió y miró a Pedro, y recordó Pedro las palabras del Señor, cuando le dijo: «Antes que cante hoy el gallo, me habrás negado tres veces.»

62 - Y, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente.

63 - Los hombres que le tenían preso se burlaban de él y le golpeaban;

64 - y cubriéndole con un velo le preguntaban: «¡Adivina! ¿Quién es el que te ha pegado?»

65 - Y le insultaban diciéndole otras muchas cosas.

66 - En cuanto se hizo de día, se reunió el Consejo de Ancianos del pueblo, sumos sacerdotes y escribas, le hicieron venir a su Sanedrín

67 - y le dijeron: «Si tú eres el Cristo, dínoslo.» El respondió: «Si os lo digo, no me creeréis.

68 - Si os pregunto, no me responderéis.

69 - De ahora en adelante, el Hijo del hombre = estará sentado a la diestra = del poder = de Dios.» =

70 - Dijeron todos: «Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?» El les dijo: «Vosotros lo decís: Yo soy.»

71 - Dijeron ellos: «¿Qué necesidad tenemos ya de testigos, pues nosotros mismos lo hemos oído de su propia boca?»