Juan 6:52 - Biblia de Jerusalén Primera Edición (1976)

Libro de Juan
Capitulos:

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1 - Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades,

2 - y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos.

3 - Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos.

4 - Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos.

5 - Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: «¿Donde vamos a comprar panes para que coman éstos?»

6 - Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer.

7 - Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco.»

8 - Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro:

9 - «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?»

10 - Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente.» Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos 5.000.

11 - Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron.

12 - Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda.»

13 - Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.

14 - Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo.»

15 - Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo.

16 - Al atardecer, bajaron sus discípulos a la orilla del mar,

17 - y subiendo a una barca, se dirigían al otro lado del mar, a Cafarnaúm. Había ya oscurecido, y Jesús todavía no había venido donde ellos;

18 - soplaba un fuerte viento y el mar comenzó a encresparse.

19 - Cuando habían remado unos veinticinco o treinta estadios, ven a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y tuvieron miedo.

20 - Pero él les dijo: «Soy yo. No temáis.»

21 - Quisieron recogerle en la barca, pero en seguida la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.

22 - Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar, vio que allí no había más que una barca y que Jesús no había montado en la barca con sus discípulos, sino que los discípulos se habían marchado solos.

23 - Pero llegaron barcas de Tiberíades cerca del lugar donde habían comido pan.

24 - Cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm, en busca de Jesús.

25 - Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: «Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?»

26 - Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado.

27 - Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello.»

28 - Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?»

29 - Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado.»

30 - Ellos entonces le dijeron: «¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas?

31 - Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: = Pan del cielo les dio a comer.» =

32 - Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo;

33 - porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo.»

34 - Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.»

35 - Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed.

36 - Pero ya os lo he dicho: Me habéis visto y no creéis.

37 - Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera;

38 - porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.

39 - Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día.

40 - Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.»

41 - Los judíos murmuraban de él, porque había dicho: «Yo soy el pan que ha bajado del cielo.»

42 - Y decían: «¿No es éste Jesús, hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?»

43 - Jesús les respondió: «No murmuréis entre vosotros.

44 - «Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día.

45 - Está escrito en los profetas: = Serán todos enseñados por Dios. = Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.

46 - No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre.

47 - En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna.

48 - Yo soy el pan de la vida.

49 - Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron;

50 - este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera.

51 - Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»

52 - Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»

53 - Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.

54 - El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.

55 - Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.

56 - El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.

57 - Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.

58 - Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.»

59 - Esto lo dijo enseñando en la sinagoga, en Cafarnaúm.

60 - Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?»

61 - Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: «¿Esto os escandaliza?

62 - ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?...

63 - «El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida.

64 - «Pero hay entre vosotros algunos que no creen.» Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.

65 - Y decía: «Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre.»

66 - Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él.

67 - Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»

68 - Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna,

69 - y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.»

70 - Jesús les respondió: «¿No os he elegido yo a vosotros, los Doce? Y uno de vosotros es un diablo.»

71 - Hablaba de Judas, hijo de Simón Iscariote, porque éste le iba a entregar, uno de los Doce.