Juan 3:21 - Biblia de Jerusalén Primera Edición (1976)

Libro de Juan
Capitulos:

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1 - Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, magistrado judío.

2 - Fue éste donde Jesús de noche y le dijo: «Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar las señales que tú realizas si Dios no está con él.»

3 - Jesús le respondió: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios.»

4 - Dícele Nicodemo: «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?»

5 - Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.

6 - Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu.

7 - No te asombres de que te haya dicho: Tenéis que nacer de lo alto.

8 - El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.»

9 - Respondió Nicodemo: «¿Cómo puede ser eso?»

10 - Jesús le respondió: «Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas?

11 - «En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio.

12 - Si al deciros cosas de la tierra, no creéis, ¿cómo vais a creer si os digo cosas del cielo?

13 - Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.

14 - Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre,

15 - para que todo el que crea tenga por él vida eterna.

16 - Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.

17 - Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

18 - El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.

19 - Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

20 - Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras.

21 - Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»

22 - Después de esto, se fue Jesús con sus discípulos al país de Judea; y allí se estaba con ellos y bautizaba.

23 - Juan también estaba bautizando en Ainón, cerca de Salim, porque había allí mucha agua, y la gente acudía y se bautizaba.

24 - Pues todavía Juan no había sido metido en la cárcel.

25 - Se suscitó una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación.

26 - Fueron, pues, donde Juan y le dijeron: «Rabbí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, aquel de quien diste testimonio, mira, está bautizando y todos se van a él.»

27 - Juan respondió: «Nadie puede recibir nada si no se le ha dado del cielo.

28 - Vosotros mismos me sois testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él.”

29 - El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, el que asiste y le oye, se alegra mucho con la voz del novio. Esta es, pues, mi alegría, que ha alcanzado su plenitud.

30 - Es preciso que él crezca y que yo disminuya.

31 - El que viene de arriba está por encima de todos: el que es de la tierra, es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo,

32 - da testimonio de lo que ha visto y oído, y su testimonio nadie lo acepta.

33 - El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz.

34 - Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida.

35 - El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano.

36 - El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la cólera de Dios permanece sobre él.»