Isaias 57 - Biblia de Jerusalén Primera Edición (1976)

Libro de Isaias
Capitulos:

123456789101112131415161718192021222324252627282930313233343536373839404142434445464748495051525354555657585960616263646566

1 - El justo perece, y no hay quien haga caso; los hombres buenos son arrebatados, y no hay quien lo considere. Cuando ante la desgracia es arrebatado el justo,

2 - se va en paz. ¡Descansen en sus lechos todos los que anduvieron en camino recto!

3 - Pero vosotros venid acá, hijos de hechicera, raza adúltera que te prostituyes:

4 - ¿De quién os mofáis? ¿Contra quién abrís la boca y sacáis la lengua? ¿No sois vosotros engendros de pecado, prole bastarda?

5 - Los que entráis en calor entre terebintos, bajo cualquier árbol frondoso, degolladores de niños en las torrenteras, debajo de los resquicios de las peñas.

6 - En las piedras lisas del torrente tengas tu parte: ¡ellas, ellas te toquen en suerte! Que también sobre ellas vertiste libaciones, hiciste oblación. ¿Acaso con estas cosas me voy a aplacar?

7 - Sobre montaña alta y empinada pusiste tu lecho. Hasta allí subiste a hacer el sacrificio.

8 - Detrás de la puerta y de la jamba pusiste tu memorial. Sí, te desnudaste, subiste, y no conmigo, a tu lecho, y lo extendiste. Llegaste a un acuerdo con aquellos con quienes te plugo acostarte, mirando el monumento.

9 - Te has acercado con aceite para Mélek, multiplicaste tus aromas. Enviaste a tus emisarios muy lejos, y los hiciste bajar hasta el seol.

10 - De tanto caminar te cansaste, pero sin decir: «Me rindo.» Hallaste el vigor de tu mano, y así no quedaste debilitada.

11 - Pues bien, ¿de quién te asustaste y tuviste miedo, que fuiste embustera, y de mí no te acordaste, no hiciste caso de ello? ¿No es que porque me callé desde siempre, a mí no me temiste?

12 - Yo voy a denunciar tu virtud y tus hechos, y no te aprovecharán.

13 - Cuando grites, que te salven los reunidos en torno a ti, que a todos ellos los llevará el viento, los arrebatará el aire. Pero aquel que se ampare en mí poseerá la tierra y heredará mi monte santo.

14 - Entonces se dirá: Reparad, reparad, abrid camino, quitad los obstáculos del camino de mi pueblo.

15 - Que así dice el Excelso y Sublime, el que mora por siempre y cuyo nombre es Santo. «En lo excelso y sagrado yo moro, y estoy también con el humillado y abatido de espíritu, para avivar el espíritu de los abatidos, para avivar el ánimo de los humillados.

16 - Pues no disputaré por siempre ni estaré eternamente enojado, pues entonces el espíritu ante mí desmayaría y las almas que yo he creado.

17 - Por culpa de su codicia me enojé y le herí, ocultándome en mi enojo. Pero el rebelde seguía su capricho.

18 - Sus caminos vi. Yo le curaré y le guiaré, y le daré ánimos a él y a los que con él lloraban,

19 - poniendo alabanza en los labios: ¡Paz, paz al de lejos y al de cerca! - dice Yahveh -. Yo le curaré.»

20 - Los malos son como mar agitada cuando no puede calmarse, cuyas aguas lanzan cieno y lodo.

21 - «No hay paz para los malvados» - dice mi Dios