Apocalipsis 18:20 - Biblia de Jerusalén Primera Edición (1976)

Libro de Apocalipsis
Capitulos:

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1 - Después de esto vi bajar del cielo a otro Ángel, que tenía gran poder, = y la tierra quedó iluminada con su resplandor. =

2 - Gritó con potente voz diciendo: = «¡Cayó, cayó = la Gran = Babilonia! = Se ha convertido = en morada de demonios, = en guarida de toda clase de espíritus inmundos, en guarida de toda clase de aves inmundas y detestables.

3 - Porque del vino de sus prostituciones han bebido todas las naciones, y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con su lujo desenfrenado.»

4 - Luego oí otra voz que decía desde el cielo: «Salid de ella, pueblo mío, no sea que os hagáis cómplices de sus pecados y os alcancen sus plagas.

5 - Porque sus pecados = se han amontonado hasta el cielo = y Dios se ha acordado de sus iniquidades.

6 - = Dadle como ella ha dado, = dobladle la medida conforme a sus obras, en la copa que ella preparó preparadle el doble.

7 - En proporción a su jactancia y a su lujo, dadle tormentos y llantos. Pues = dice en su corazón: Estoy sentada como reina, y no soy viuda = y no he de conocer el llanto...

8 - Por eso, = en un solo día = llegarán sus plagas: peste, llanto y hambre, y será consumida por el fuego. Porque poderoso es el Señor Dios que la ha condenado.»

9 - Llorarán, harán duelo por ella los reyes de la tierra, los que con ella fornicaron y se dieron al lujo, cuando vean la humareda de sus llamas;

10 - se quedarán a distancia horrorizados ante su suplicio, y dirán: «¡Ay, ay, la Gran Ciudad! ¡Babilonia, ciudad poderosa, que en una hora ha llegado tu juicio!»

11 - Lloran y se lamentan por ella los mercaderes de la tierra, porque nadie compra ya sus cargamentos:

12 - cargamentos de oro y plata, piedras preciosas y perlas, lino y púrpura, seda y escarlata, toda clase de maderas olorosas y toda clase de objetos de marfil, toda clase de objetos de madera preciosa, de bronce, de hierro y de mármol;

13 - cinamomo, amomo, perfumes, mirra, incienso, vino, aceite, harina, trigo, bestias de carga, ovejas, caballos y carros; esclavos y mercancía humana.

14 - Y los frutos en sazón que codiciaba tu alma, se han alejado de ti; y toda magnificencia y esplendor se han terminado para ti, y nunca jamás aparecerán.

15 - Los mercaderes de estas cosas, los que a costa de ella se habían enriquecido, se quedarán a distancia horrorizados ante su suplicio, llorando y lamentándose:

16 - «¡Ay, ay, la Gran Ciudad, vestida de lino, púrpura y escarlata, resplandeciente de oro, piedras preciosas y perlas,

17 - que en una hora ha sido arruinada tanta riqueza!» Todos los capitanes, oficiales de barco y los marineros, y cuantos se ocupan en trabajos del mar, se quedaron a distancia

18 - y gritaban al ver la humareda de sus llamas: «¿Quién como la Gran Ciudad?»

19 - Y echando polvo sobre sus cabezas, gritaban llorando y lamentándose: «¡Ay, ay, la Gran Ciudad, con cuya opulencia se enriquecieron cuantos tenían las naves en el mar; que en una hora ha sido asolada!»

20 - Alégrate por ella, cielo, y vosotros, los santos, los apóstoles y los profetas, porque al condenarla a ella, Dios ha juzgado vuestra causa.

21 - Un Ángel poderoso alzó entonces una piedra, como una gran rueda de molino, y la arrojó al mar diciendo: «Así, de golpe, será arrojada Babilonia, la Gran Ciudad, y no aparecerá ya más...»

22 - Y la música de los citaristas y cantores, de los flautistas y trompetas, no se oirá más en ti; artífice de arte alguna no se hallará más en ti; = la voz de la rueda de molino = no se oirá más en ti;

23 - = La luz de la lámpara = no lucirá más en ti; = la voz del novio y de la novia = no se oirá más en ti. Porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra, porque con tus hechicerías se extraviaron todas las naciones;

24 - y en ella fue hallada la sangre de los profetas y de los santos y de todos los degollados de la tierra.