Numeros 22:14 - Biblia Dios Habla Hoy Latinoamericana (1996)

Libro de Numeros
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1 - Los israelitas siguieron su camino y acamparon en las llanuras de Moab, al oriente del río Jordán, frente a Jericó.

2 - Balac, hijo de Sipor, se fijó en lo que los israelitas habían hecho con los amorreos.

3 - También la gente de Moab se llenó de miedo al ver que los israelitas eran tan numerosos.

4 - Entonces dijo la gente de Moab a los ancianos de Madián: "Toda esta gente va a acabar con nuestra tierra, como un buey acaba con el pasto del campo." Por aquel tiempo Balac era rey de Moab,

5 - y mandó llamar a Balaam, hijo de Beor, quien se encontraba en Petor, junto al río Éufrates, en el país de Amav. Balac ordenó a sus mensajeros que dijeran a Balaam: "De Egipto ha venido un pueblo que se ha extendido por todo el país, y ahora se ha establecido delante de mí.

6 - Ven en seguida y maldice a este pueblo por mí, pues es más fuerte que nosotros. Quizá así pueda yo derrotarlos y expulsarlos del país. Yo sé que tus bendiciones y tus maldiciones siempre se cumplen."

7 - Los ancianos de Moab y de Madián se fueron con dinero en la mano para pagar las maldiciones, y al llegar a donde estaba Balaam le dieron el mensaje de parte de Balac.

8 - y Balaam les dijo: –Quédense aquí esta noche, yo les responderé según lo que el Señor me ordene. Y los ancianos de Moab se quedaron con él.

9 - Pero Dios se le apareció a Balaam, y le preguntó: –¿Quiénes son esos hombres que están contigo?

10 - Balaam le respondió: –Balac, hijo de Sipor, que es rey de Moab, los envió a que me dijeran

11 - que un pueblo ha salido de Egipto, y que se ha extendido por todo el país. Balac quiere que yo vaya en seguida a maldecirlos, para ver si así puede derrotarlos y echarlos fuera de su territorio.

12 - Entonces Dios le dijo a Balaam: –No vayas con ellos ni maldigas a ese pueblo, porque a ese pueblo lo he bendecido y o.

13 - Al día siguiente Balaam se levantó y les dijo a los jefes que había enviado Balac: –Regresen a su tierra. El Señor no me permite ir con ustedes.

14 - Los jefes de Moab regresaron a donde estaba Balac, y le dijeron: –Balaam no quiso venir con nosotros.

15 - Pero Balac insistió y volvió a enviar otros jefes, esta vez en mayor número y de más importancia que los primeros.

16 - Ellos fueron a ver a Balaam y le dijeron: –Balac, hijo de Sipor, te manda a decir: 'Por favor, no te niegues a venir.

17 - yo te daré los más grandes honores, y haré todo lo que me pidas; pero ven y hazme el favor de maldecir a este pueblo. '

18 - Pero Balaam les respondió: –Aunque Balac me diera todo el oro y la plata que caben en su palacio, yo no podría hacer nada, ni grande ni pequeño, que fuera contra las órdenes del Señor mi Dios.

19 - Sin embargo, quédense ustedes aquí también esta noche, y veré qué me dice esta vez el Señor.

20 - Por la noche, Dios se le apareció a Balaam y le dijo: –Si esos hombres han venido por ti, levántate y vete con ellos, pero tendrás que hacer solamente lo que yo te diga.

21 - Balaam se levantó al día siguiente, ensilló su asna y se fue con los jefes moabitas.

22 - Balaam iba montado en su asna, {cf2super [1]} y lo acompañaban dos criados suyos. Pero Dios se enojó con él porque se había ido, y el ángel del Señor{cf2super [2]} se interpuso en su camino para cerrarle el paso.

23 - Cuando el asna vio que el ángel del Señor estaba en medio del camino con una espada en la mano, se apartó del camino y se fue por el campo; pero Balaam la golpeó para hacerla volver al camino.

24 - Luego el ángel del Señor se paró en un lugar estrecho, donde el camino pasaba entre viñedos y tenía paredes de piedra a los dos lados.

25 - Cuando el asna vio al ángel del Señor, se recostó contra una de las paredes, oprimiéndole la pierna a Balaam. Entonces Balaam le volvió a pegar.

26 - Pero el ángel del Señor se adelantó a ellos y se paró en un lugar muy estrecho, donde no podía uno desviarse a ningún lado.

27 - Cuando el asna vio al ángel del Señor, se echó al suelo. Entonces Balaam se enojó y la azotó con una vara.

28 - En ese momento el Señor hizo que el asna hablara, y que le dijera a Balaam: –¿Qué te he hecho? Con esta van tres veces que me pegas.

29 - –Te estás burlando de mí –le respondió Balaam–. Si tuviera a la mano un cuchillo, ahora mismo te mataría.

30 - Pero el asna le dijo: –Yo soy el asna que tú has montado toda tu vida, y bien sabes que nunca me he portado así contigo. –Es verdad –respondió Balaam.

31 - Entonces el Señor hizo que Balaam pudiera ver a su ángel, que estaba en medio del camino con una espada en la mano. Balaam se inclinó hasta tocar el suelo con la frente,

32 - pero el ángel del Señor le dijo: –¿Por qué le pegaste tres veces a tu asna? yo soy quien ha venido a cerrarte el paso, porque tu viaje me disgusta.

33 - El asna me vio, y me esquivó las tres veces. Si no me hubiera esquivado, ya te hubiera yo matado, aunque a ella la habría dejado con vida.

34 - y Balaam respondió al ángel del Señor: –He pecado, pues no sabía que tú estabas allí, cerrándome el camino. Si te parece mal que yo vaya, regresaré.

35 - Pero el ángel del Señor le contestó: –Puedes ir con esos hombres, pero dirás solamente lo que yo te diga. Balaam se fue con los jefes que Balac había enviado,

36 - y cuando Balac supo que Balaam venía, salió a recibirlo a una ciudad de Moab situada junto al río Arnón, en la frontera del país,

37 - y le dijo: –Te mandé a llamar con insistencia; ¿por qué no querías venir? ¿Pensabas que no soy capaz de hacerte muchos honores?

38 - y Balaam le respondió: –Pues aquí estoy, ya vine a verte. Pero no tengo poder para hablar por mi cuenta; yo solo podré decir lo que Dios me comunique.

39 - Luego Balaam se fue con Balac a Quiriat-husot,

40 - donde Balac mandó que mataran vacas y ovejas y que se las llevaran a Balaam y a los jefes que lo acompañaban.

41 - A la mañana siguiente, Balac buscó a Balaam y lo hizo subir a Bamot-baal, desde donde pudo ver los alrededores del campamento de los israelitas.