Lucas 14:24 - Biblia Dios Habla Hoy Latinoamericana (1996)

Libro de Lucas
Capitulos:

123456789101112131415161718192021222324

1 - Sucedió que un sábado Jesús fue a comer a casa de un jefe fariseo, y otros fariseos lo estaban espiando.

2 - También estaba allí, delante de él, un hombre enfermo de hidropesía.

3 - Jesús les preguntó a los maestros de la ley ya los fariseos: par –¿Se permite sanar en sábado a un enfermo, o no?

4 - Pero ellos se quedaron callados. Entonces él tomó al enfermo, lo sanó y le dijo que se fuera.

5 - y a los fariseos les dijo: par –¿Quién de ustedes, si su hijo o su buey se cae a un pozo, no lo saca en seguida, aunque sea sábado?{cf2super [1]}

6 - y no pudieron contestarle nada.

7 - Al ver Jesús cómo los invitados escogían los asientos de honor en la mesa, les dio este consejo:

8 - –Cuando alguien te invite a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, pues puede llegar otro invitado más importante que tú;

9 - y el que los invitó a los dos puede venir a decirte: 'Dale tu lugar a este otro. ' Entonces tendrás que ir con vergüenza a ocupar el último asiento.

10 - Al contrario, cuando te inviten, siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te invitó, te diga: 'Amigo, pásate a un lugar de más honor. ' Así recibirás honores delante de los que están sentados contigo a la mesa. {cf2super [2]}

11 - Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido. {cf2super [3]}

12 - Dijo también al hombre que lo había invitado: par –Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; porque ellos, a su vez, te invitarán, y así quedarás y a recompensado.

13 - Al contrario, cuando tú des un banquete, invita a los pobres, los inválidos, los cojos y los ciegos;

14 - y serás feliz. Pues ellos no te pueden pagar, pero tú tendrás tu recompensa el día en que los justos resuciten.

15 - Al oír esto, uno de los que estaban sentados a la mesa le dijo a Jesús: par –¡Dichoso el que participe del banquete del reino de Dios!

16 - Jesús le dijo: par –Un hombre dio una gran cena, y mandó invitar a muchas personas.

17 - A la hora de la cena mandó a su criado a decir a los invitados: 'Vengan, porque y a la cena está lista. '

18 - Pero todos comenzaron a disculparse. El primero dijo: 'Acabo de comprar un terreno, y tengo que ir a verlo. Te ruego que me disculpes. '

19 - Otro dijo: 'He comprado cinco y untas de bueyes, y voy aprobarlas. Te ruego que me disculpes. '

20 - y otro dijo: 'Acabo de casarme, y no puedo ir. '

21 - El criado regresó y se lo contó todo a su amo. Entonces el amo se enojó, y le dijo al criado: 'Ve pronto por las calles y los callejones de la ciudad, y trae acá a los pobres, los inválidos, los ciegos y los cojos. '

22 - Más tarde, el criado dijo: 'Señor, y a hice lo que usted me mandó, y todavía hay lugar. '

23 - Entonces el amo le dijo al criado: 'Ve por los caminos y los cercados, y obliga a otros a entrar, para que se llene mi casa.

24 - Porque les digo que ninguno de aquellos primeros invitados comerá de mi cena. '

25 - Mucha gente seguía a Jesús; y él se volvió y dijo:

26 - "Si alguno viene a mí y no me ama más que a su padre, a su madre, a su esposa, a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun más que a sí mismo, no puede ser mi discípulo.

27 - y el que no toma su propia cruz y me sigue, no puede ser mí discípulo. {cf2super [4]}

28 - Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿acaso no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla?

29 - De otra manera, si pone los cimientos y después no puede terminarla, todos los que lo vean comenzarán a burlarse de él,

30 - diciendo: 'Este hombre empezó a construir, pero no pudo terminar. '

31 - O si algún rey tiene que ir a la guerra contra otro rey, ¿acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil soldados puede hacer frente a quien va a atacarlo con veinte mil?

32 - y si no puede hacerle frente, cuando el otro rey esté todavía lejos, le mandará mensajeros a pedir la paz.

33 - Así pues, cualquiera de ustedes que no deje todo lo que tiene, no puede ser mi discípulo.

34 - "La sal es buena; pero si deja de estar salada, ¿cómo volverá a ser útil?

35 - No sirve ni para la tierra ni para el montón de abono. Simplemente, se la tira. Los que tienen oídos, oigan."