Lamentaciones 2:3 - Biblia Dios Habla Hoy Latinoamericana (1996)

Libro de Lamentaciones
Capitulos:

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1 - ¡Tan grande ha sido el enojo par del Señor, par que ha oscurecido a la bella Sión! par Ha derribado la hermosura de Israel, {cf2super [1]} par como del cielo a la tierra; par ni siquiera se acordó, en su enojo, par del estrado de sus pies. {cf2super [2]} par

2 - El Señor no ha dejado en pie par ni una sola de las casas de Jacob; par en un momento de furor ha destruido par las fortalezas de la bella Judá; par ha echado por tierra, humillados, par al reino y sus gobernantes. par

3 - Al encenderse su enojo, cortó de un tajo par todo el poder de Israel. par Nos retiró el apoyo de su poder par al enfrentarnos con el enemigo; par ¡ha prendido en Jacob un fuego par que devora todo lo que encuentra! par

4 - El Señor, como un enemigo, par tensó el arco, afirmó el brazo; par igual que un adversario, par destrozó lo que era agradable a la vista; par como un fuego, lanzó su enojo par sobre el campamento de la bella Sión. par

5 - El Señor actuó como un enemigo: par destruyó por completo a Israel; par derrumbó todos sus palacios, par derribó sus fortalezas, par colmó a la bella Judá par de aflicción tras aflicción. par

6 - Como un ladrón, par hizo violencia a su santuario; par destruyó el lugar de las reuniones. par El Señor hizo que en Sión se olvidaran par las fiestas y los sábados. par En el ardor de su enojo, par rechazó al rey y al sacerdote. par

7 - El Señor ha rechazado su altar, par ha despreciado su santuario; par ha entregado en poder del enemigo par las murallas que protegían la ciudad. par ¡Hay un griterío en el templo del Señor, par como si fuera día de fiesta! par

8 - El Señor decidió derrumbar par las murallas de la bella Sión. par Trazó el plan de destrucción par y lo llevó a cabo sin descanso. par Paredes y murallas, par que él ha envuelto en luto, par se han venido abajo al mismo tiempo. par

9 - La ciudad no tiene puertas ni cerrojos: par ¡quedaron destrozados, par tirados por el suelo! par Su rey y sus gobernantes par están entre paganos;{cf2super [3]} par y a no existe la ley de Dios. {cf2super [4]} par ¡Ni siquiera sus profetas tienen par visiones de parte del Señor! par

10 - Los ancianos de la bella Sión par se sientan silenciosos en el suelo, par se echan polvo sobre la cabeza par y se visten de ropas burdas. par Las jóvenes de Jerusalén par agachan la cabeza hasta el suelo. par

11 - El llanto acaba con mis ojos, par y siento que el pecho me revienta; par mi ánimo se ha venido al suelo par al ver destruida la ciudad de mi gente, par al ver que hasta los niños de pecho par mueren de hambre por las calles. par

12 - Decían los niños a sus madres: par "¡Ya no tenemos pan ni vino!" par y caían como heridos de muerte par por las calles de la ciudad, par exhalando el último suspiro par en brazos de sus madres. par

13 - ¿A qué te puedo comparar o asemejar, par hermosa Jerusalén? par ¿Qué ejemplo puedo poner para consolarte, par pura y bella ciudad de Sión? par Enorme como el mar ha sido tu destrucción; par ¿quién podrá darte alivio? par

14 - Las visiones que tus profetas par te anunciaron par no eran más que un vil engaño. par No pusieron tu pecado al descubierto par para hacer cambiar tu suerte; par te anunciaron visiones engañosas, par y te hicieron creer en ellas. par

15 - Al verte, los que van por el camino par aplauden en son de burla; par silban y mueven burlones la cabeza, par diciendo de la bella Jerusalén: par "¿Y es esta la ciudad a la que llaman par la máxima belleza de la tierra?" par

16 - Todos tus enemigos par abren la boca en contra tuya. par Entre silbidos y gestos de amenaza, dicen: par "La hemos arruinado por completo. par Este es el día que tanto esperábamos; par ¡por fin pudimos verlo!" par

17 - El Señor llevó a cabo sus planes, par cumplió su palabra. par Destruyó sin miramientos par lo que mucho antes par había resuelto destruir, par permitió que el enemigo se riera de ti par y puso en alto el poder del adversario. par

18 - ¡Pídele ayuda al Señor, par bella ciudad de Sión! par ¡Deja correr de día y de noche par el torrente de tus lágrimas! par ¡No dejes de llorar, par no des reposo a tus ojos! par

19 - Levántate, grita por las noches, par grita hora tras hora; par vacía tu corazón delante del Señor, par déjalo que corra como el agua; par dirige a él tus manos suplicantes par y ruega por la vida de tus niños, par que en las esquinas de las calles par mueren por falta de alimentos. par

20 - Mira, Señor, ponte a pensar par que nunca a nadie has tratado así. par ¿Tendrán acaso las madres par que comerse a sus niños de pecho?{cf2super [5]} par ¿Tendrán los sacerdotes y profetas par que ser asesinados en tu santuario? par

21 - Tendidos por las calles par se ven jóvenes y ancianos; par mis jóvenes y jovencitas par cayeron a filo de espada. par En el día de tu ira, heriste de muerte, par ¡mataste sin miramientos! par

22 - Has hecho venir peligros de todos lados, par como si acudieran a una fiesta; par en el día de tu ira, Señor, par no hubo nadie que escapara. par A los que yo crié y eduqué, par el enemigo los mató.