Hechos 5:21 - Biblia Dios Habla Hoy Latinoamericana (1996)

Libro de Hechos
Capitulos:

12345678910111213141516171819202122232425262728

1 - Pero hubo uno, llamado Ananías, que junto con Safira, su esposa, vendió un terreno.

2 - Este hombre, de común acuerdo con su esposa, se quedó con una parte del dinero y puso la otra parte a disposición de los apóstoles.

3 - Pedro le dijo: par –Ananías, ¿por qué dejaste que Satanás te dominara y te hiciera mentir al Espíritu Santo quedándote con parte del dinero que te pagaron por el terreno?

4 - ¿Acaso no era tuyo el terreno? y puesto que lo vendiste, ¿no era tuyo el dinero? ¿Por qué se te ocurrió hacer esto? No has mentido a los hombres, sino a Dios.

5 - Al oír esto, Ananías cayó muerto. Y todos los que lo supieron se llenaron de miedo.

6 - Entonces vinieron unos jóvenes, envolvieron el cuerpo y se lo llevaron a enterrar.

7 - Unas tres horas después entró la esposa de Ananías, sin saber lo que había pasado.

8 - Pedro le preguntó: par –Dime, ¿vendieron ustedes el terreno en el precio que han dicho? Ella contestó: par –Sí, en ese precio.

9 - Pedro le dijo: par –¿Por qué se pusieron ustedes de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? Ahí vienen los que se llevaron a enterrara tu esposo, y ahora te van a llevar también a ti.

10 - En ese mismo instante Safira cayó muerta a los pies de Pedro. Cuando entraron los jóvenes, la encontraron muerta, y se la llevaron a enterrar al lado de su esposo.

11 - y todos los de la iglesia, y todos los que supieron estas cosas, se llenaron de miedo.

12 - Por medio de los apóstoles se hacían muchas señales y milagros entre la gente; y todos se reunían en el Pórtico de Salomón. {cf2super [1]}

13 - Ninguno de los otros se atrevía a juntarse con ellos, pero la gente los tenía en alta estima.

14 - y aumentó el número de personas, tanto hombres como mujeres, que creyeron en el Señor.

15 - y sacaban los enfermos a las calles, poniéndolos en camas y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos.

16 - También de los pueblos vecinos a Jerusalén acudía mucha gente trayendo enfermos y personas atormentadas por espíritus impuros; y todos eran sanados.

17 - El sumo sacerdote y los del partido de los saduceos que estaban con él, se llenaron de envidia,

18 - y arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel pública.

19 - Pero un ángel del Señor abrió de noche las puertas de la cárcel y los sacó, diciéndoles:

20 - "Vayan y , de pie en el templo, cuenten al pueblo todo este mensaje de vida."

21 - Conforme a esto que habían oído, al día siguiente entraron temprano en el templo y comenzaron a enseñar. Entonces, el sumo sacerdote y los que estaban con él llamaron a todos los ancianos israelitas a una reunión de la Junta Suprema, y mandaron traer de la cárcel a los apóstoles.

22 - Pero cuando los guardias llegaron a la cárcel, no los encontraron. Así que volvieron con la noticia,

23 - diciendo: par –Encontramos la cárcel perfectamente cerrada, y a los soldados vigilando delante de las puertas; pero cuando abrimos, no encontramos a nadie dentro.

24 - Al oírlo, el jefe de la guardia del templo y los principales sacerdotes se preguntaban en qué iría a parar todo aquello.

25 - En aquel momento llegó uno, que les dijo: par –Los que ustedes metieron en la cárcel, están en el templo enseñando al pueblo.

26 - El jefe de la guardia, junto con los guardias, fue a buscarlos; pero no los maltrataron, porque tenían miedo de ser apedreados por la gente.

27 - Al llegar, los llevaron ante la Junta Suprema, y el sumo sacerdote les dijo:

28 - –Nosotros les habíamos prohibido terminantemente que enseñaran nada relacionado con ese hombre. ¿Y qué han hecho ustedes? Han llenado toda Jerusalén con esas enseñanzas, y encima quieren echarnos la culpa de la muerte de ese hombre.

29 - Pedro y los demás apóstoles contestaron: par –Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres.

30 - El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, el mismo a quien ustedes mataron colgándolo en una cruz.

31 - Dios lo ha levantado y lo ha puesto a su derecha, y lo ha hecho Guía y Salvador, para que la nación de Israel se vuelva a Dios y reciba el perdón de sus pecados.

32 - De esto somos testigos nosotros, y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que le obedecen.

33 - Cuando oyeron esto, se enfurecieron y quisieron matarlos.

34 - Pero entre aquellas autoridades había un fariseo llamado Gamaliel, que era un maestro de la ley muy respetado por el pueblo. Este se puso de pie y mandó que por un momento sacaran de allí a los apóstoles.

35 - Luego dijo a las demás autoridades: par –Israelitas, tengan cuidado con lo que van a hacer con estos hombres.

36 - Recuerden que hace algún tiempo se levantó Teudas, alegando ser un hombre importante, y unos cuatrocientos hombres lo siguieron. Pero a este lo mataron, y sus seguidores se dispersaron, y allí se acabó todo.

37 - Más tarde, en los días del censo, se levantó Judas, el de Galilea, y logró que algunos lo siguieran; pero también lo mataron, y todos sus seguidores se dispersaron.

38 - En este caso, yo les aconsejo que dejen a estos hombres y que no se metan con ellos. Porque si este asunto es cosa de los hombres, pasará;

39 - pero si es cosa de Dios, no podrán ustedes vencerlos. Tengan cuidado, no se vayan a encontrar luchando contra Dios. Ellos le hicieron caso.

40 - Así que llamaron a los apóstoles, los azotaron y les prohibieron seguir hablando en el nombre de Jesús; después los soltaron.

41 - Los apóstoles salieron de la presencia de las autoridades muy contentos, porque Dios les había concedido el honor de sufrir injurias por causa del nombre de Jesús.

42 - Todos los días enseñaban y anunciaban la buena noticia de Jesús el Mesías, tanto en el templo como por las casas. {cf2super [2]}