Hechos 4:9 - Biblia Dios Habla Hoy Latinoamericana (1996)

Libro de Hechos
Capitulos:

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1 - Todavía Pedro y Juan estaban hablándole a la gente, cuando llegaron los sacerdotes, con el jefe de la guardia del templo y con los saduceos.

2 - Estaban enojados porque Pedro y Juan enseñaban a la gente y decían que la resurrección de los muertos había quedado demostrada en el caso de Jesús.

3 - Los arrestaron y , como y a era tarde, los metieron en la cárcel hasta el día siguiente.

4 - Pero muchos de los que habían escuchado el mensaje, creyeron; y el número de creyentes, contando solamente los hombres, llegó acerca de cinco mil.

5 - Al día siguiente se reunieron en Jerusalén los jefes de los judíos, los ancianos y los maestros de la ley. {cf2super [1]}

6 - Allí estaban también el sumo sacerdote Anás, Caifás, Juan, Alejandro y todos los que pertenecían a la familia de los sumos sacerdotes.

7 - Ordenaron que les llevaran a Pedro y a Juan, y poniéndolos en medio de ellos les preguntaron: par –¿Con qué autoridad, o en nombre de quién han hecho ustedes estas cosas?

8 - Pedro, lleno del Espíritu Santo, les contestó: par –Jefes del pueblo y ancianos:

9 - ustedes nos preguntan acerca del bien hecho a un enfermo, para saber de qué manera ha sido sanado.

10 - Pues bien, declaramos ante ustedes y ante todo el pueblo de Israel que este hombre que está aquí, delante de todos, ha sido sanado en el nombre de Jesucristo de Nazaret, el mismo a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó.

11 - Este Jesús es la piedra que ustedes los constructores despreciaron, pero que se ha convertido en la piedra principal. {cf2super [2]}

12 - En ningún otro hay salvación, porque en todo el mundo Dios no nos ha dado otra persona por la cual podamos salvarnos.

13 - Cuando las autoridades vieron la valentía con que hablaban Pedro y Juan, y se dieron cuenta de que eran hombres sin estudios ni cultura, se quedaron sorprendidos, y reconocieron que eran discípulos de Jesús.

14 - Además, el que había sido sanado estaba allí con ellos, y por eso no podían decir nada en contra.

15 - Entonces los mandaron salir de la reunión, y se quedaron discutiendo unos con otros.

16 - Decían: par –¿Qué vamos a hacer con estos hombres? Todos los habitantes de Jerusalén saben que han hecho esta señal milagrosa, y no lo podemos negar.

17 - Pero a fin de que este asunto no siga corriendo de boca en boca, vamos a amenazarlos, para que de aquí en adelante no hablen del nombre de Jesús a nadie.

18 - Así que los llamaron y les ordenaron que no hablaran ni enseñaran nada acerca del nombre de Jesús.

19 - Pero Pedro y Juan les contestaron: par –Juzguen ustedes mismos si es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes en lugar de obedecerlo a él.

20 - Nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

21 - Las autoridades los amenazaron, pero los dejaron libres. no encontraron cómo castigarlos, porque toda la gente alababa a Dios por lo que había pasado.

22 - El hombre que fue sanado de esta manera milagrosa, tenía más de cuarenta años.

23 - Pedro y Juan, y a puestos en libertad, fueron a reunirse con sus compañeros y les contaron todo lo que los jefes de los sacerdotes y los ancianos les habían dicho.

24 - Después de haberlos oído, todos juntos oraron a Dios, diciendo: "Señor, tú que hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos,

25 - dijiste por medio del Espíritu Santo y por boca de nuestro patriarca David, tu siervo: par '¿Por qué se alborotan los pueblos? par ¿Por qué hacen planes sin sentido? par

26 - Los reyes y gobernantes de la tierra par se rebelan, y juntos conspiran par contra el Señor y contra su escogido, par el Mesías. '{cf2super [3]}

27 - "Es un hecho que Herodes y Poncio Pilato se juntaron aquí, en esta ciudad, con los extranjeros y los israelitas, contra tu santo siervo Jesús, a quien escogiste como Mesías.

28 - De esta manera, ellos hicieron todo lo que tú en tus planes ya habías dispuesto que tenía que suceder.

29 - Ahora, Señor, fíjate en sus amenazas y concede a tus siervos que anuncien tu mensaje sin miedo.

30 - Muestra tu poder sanando a los enfermos y haciendo señales y milagros en el nombre de tu santo siervo Jesús."

31 - Cuando acabaron de orar, el lugar donde estaban reunidos tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y anunciaban abiertamente el mensaje de Dios.

32 - Todos los creyentes, que eran muchos, pensaban y sentían de la misma manera. Ninguno decía que sus cosas fueran solamente suyas, sino que eran de todos.

33 - Los apóstoles seguían dando un poderoso testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y Dios los bendecía mucho a todos.

34 - No había entre ellos ningún necesitado, porque quienes tenían terrenos o casas, los vendían, y el dinero

35 - lo ponían a disposición de los apóstoles, para repartirlo entre todos según las necesidades de cada uno.

36 - Tal fue el caso de un levita llamado José, natural de la isla de Chipre, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé, (que significa: "Hijo de consolación").

37 - Este hombre tenía un terreno, y lo vendió y puso el dinero a disposición de los apóstoles.