Exodo 9:22 - Biblia Dios Habla Hoy Latinoamericana (1996)

Libro de Exodo
Capitulos:

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1 - Entonces el Señor le dijo a Moisés: –Ve a ver al faraón, y dile: 'Así dice el Señor, el Dios de los hebreos: Deja ir a mi pueblo, para que me adore.

2 - Si no los dejas ir, sino que los sigues deteniendo,

3 - el Señor descargará su poder sobre tus ganados que están en el campo, y habrá una peste muy grave. Morirán los caballos, los asnos, los camellos, las vacas y las ovejas.

4 - Pero el Señor hará distinción entre los ganados de Israel y los de Egipto, para que no muera ningún animal de los israelitas. '

5 - Además el Señor puso un plazo, y dijo: –Yo haré esto mañana.

6 - Al día siguiente, el Señor lo hizo. Todo el ganado egipcio murió, pero del ganado israelita no murió ni un solo animal.

7 - El faraón mandó a ver el ganado de Israel, y resultó que ningún animal había muerto. Sin embargo, se puso terco y no dejó ir a los israelitas.

8 - Entonces el Señor les dijo a Moisés y Aarón: –Tomen puñados de ceniza de un horno, y que arroje Moisés la ceniza hacia arriba, en presencia del faraón.

9 - La ceniza se convertirá en polvo y se extenderá por todo el país, produciendo llagas en todos los hombres y animales de Egipto.

10 - Moisés y Aarón tomaron ceniza de un horno y fueron a ver al faraón. Allí Moisés arrojó la ceniza hacia arriba, y tanto hombres como animales quedaron cubiertos de llagas.

11 - Los magos no pudieron hacerle frente a Moisés, porque ellos, lo mismo que todos los egipcios, estaban cubiertos de llagas.

12 - Pero el Señor hizo que el faraón se pusiera terco y que no les hiciera caso a Moisés y Aarón, tal como el Señor le había dicho a Moisés.

13 - Entonces el Señor le dijo a Moisés: –Levántate mañana temprano, y ve a decirle al faraón: 'Así ha dicho el Señor, el Dios de los hebreos: Deja ir a mi pueblo, para que me adore;

14 - porque esta vez voy a enviar todas mis plagas contra ti, y contra tus funcionarios y tu gente, para que sepas que no hay otro como yo en toda la tierra.

15 - yo podría haberte mostrado mi poder castigándote a ti y a tu pueblo con una plaga, ya habrías desaparecido de la tierra;

16 - pero te he dejado vivir para que veas mi poder, y para darme a conocer en toda la tierra.

17 - A pesar de eso, tú sigues oponiéndote a mi pueblo y no lo dejas ir.

18 - ¡Pues bien! Mañana a esta hora haré que caiga una fuerte granizada, como no ha caído otra igual en toda la historia de Egipto.

19 - Así que manda poner en lugar seguro tu ganado y todo lo que tienes en el campo, porque el granizo, al caer, matará a todos los hombres y animales que estén al aire libre y no bajo techo. '

20 - Algunos funcionarios del faraón tuvieron miedo de la advertencia del Señor, y pusieron a sus esclavos y animales bajo techo;

21 - pero hubo otros que no la tomaron en serio, y los dejaron al aire libre.

22 - Entonces el Señor le dijo a Moisés: –Levanta tu brazo hacia el cielo, para que en todo Egipto caiga granizo sobre hombres y animales, y sobre las plantas de los campos egipcios.

23 - Moisés levantó su brazo{cf2super [1]} hacia el cielo, y el Señor envió truenos, rayos y granizo sobre la tierra. Hizo que granizara en todo Egipto,

24 - y el granizo y los rayos caían sin parar. En toda la historia de Egipto jamás había caído una granizada tan fuerte.

25 - El granizo destrozó todo lo que había en el territorio egipcio: destruyó hombres y animales, y todas las plantas del campo, y desgajó además todos los árboles del país.

26 - A pesar de eso, en la tierra de Gosen, donde vivían los israelitas, no cayó un solo granizo.

27 - Entonces el faraón mandó llamar a Moisés y Aarón, y les dijo: –Reconozco que he pecado. La culpa es mía y de mi pueblo, y no del Señor.

28 - Demasiados truenos y granizo hemos tenido y a, así que no voy a detenerlos más. Pidan ustedes al Señor por nosotros, yo los dejaré ir.

29 - y Moisés le contestó: –Tan pronto como yo salga de la ciudad, levantaré mis manos en oración al Señor. Entonces dejará de granizar y no habrá más truenos, para que sepas que la tierra es del Señor.

30 - Pero yo sé bien que ni tú ni tus funcionarios tienen todavía temor de Dios el Señor.

31 - Los sembrados de lino y de cebada quedaron destrozados, pues la cebada estaba ya en espiga y el lino estaba en flor.

32 - Pero al trigo y al centeno no les pasó nada porque brotan más tarde.

33 - Cuando Moisés salió de la ciudad, después de haber estado con el faraón, levantó sus manos al Señor en oración. Inmediatamente dejó de granizar y de llover, y no hubo más truenos.

34 - Pero en cuanto el faraón vio que ya no llovía, ni granizaba, ni había truenos, volvió a pecar. Y no solo él se puso terco, sino también sus funcionarios.

35 - El faraón se puso terco y no dejó ir a los israelitas, tal como el Señor lo había dicho antes por medio de Moisés.