Romanos 8:1 - Dios Habla Hoy en Castellano Peninsular (2002)

Libro de Romanos
Capitulos:

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1 - par { 9. El Espíritu nos da vida (8){cf2super [a]}}par Así pues, ahora no hay ya ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús,{cf2super [b]}

2 - porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.{cf2super [c]}

3 - Porque Dios ha hecho lo que no pudo hacer la ley de Moisés, que era incapaz de hacerlo a causa de la debilidad humana:{cf2super [d]} Dios envió a su Hijo en la misma débil condición del hombre pecador{cf2super [e]} y como sacrificio por el pecado,{cf2super [f]} para de este modo condenar al pecado en la propia debilidad de nuestra condición.

4 - Y lo hizo para que podamos cumplir lo que la ley exige, pues ya no vivimos conforme a la naturaleza del hombre pecador sino conforme al Espíritu.

5 - Los que viven conforme a lo débil de la condición humana se preocupan solo de las cosas humanas;{cf2super [g]} pero los que viven conforme al Espíritu se preocupan de las cosas del Espíritu.

6 - Ahora bien, preocuparse solo de lo que es humano lleva a la muerte; en cambio, preocuparse de las cosas del Espíritu lleva a la vida y la paz.{cf2super [h]}

7 - Los que se preocupan solo de las cosas humanas son enemigos de Dios, porque ni quieren ni pueden someterse a su ley.

8 - Por eso, los que viven sometidos a los deseos de la débil condición humana no pueden agradar a Dios.

9 - Pero vosotros ya no vivís conforme a tales deseos, sino conforme al Espíritu, si es que realmente el Espíritu de Dios vive en vosotros.{cf2super [i]} El que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo.

10 - Pero si Cristo vive en vosotros,{cf2super [j]} el espíritu vive{cf2super [k]} porque Dios os ha hecho justos, aun cuando el cuerpo esté destinado a la muerte por causa del pecado.{cf2super [l]}

11 - Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús vive en vosotros, el mismo que resucitó a Cristo dará nueva vida a vuestros cuerpos mortales por medio del Espíritu de Dios que vive en vosotros.

12 - Así pues, hermanos, tenemos un deber, que no es el de vivir conforme a los deseos de la débil condición humana.

13 - Porque si vivís conforme a esos deseos, moriréis; pero si los hacéis morir por medio del Espíritu, viviréis.{cf2super [m]}

14 - Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.{cf2super [n]}

15 - Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud que os lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu que os hace hijos de Dios.{cf2super [ñ]} Por este Espíritu nos dirigimos a Dios, diciendo: {f0 u8220?}¡Abbá!, ¡Padre!{f0 u8221?}{cf2super [o]}

16 - Este Espíritu es el mismo que se une a nuestro espíritu para dar testimonio{cf2super [p]} de que somos hijos de Dios.

17 - Y por ser sus hijos tendremos también parte en la herencia que Dios nos ha prometido,{cf2super [q]} la cual compartiremos con Cristo, si en verdad sufrimos con él para después estar con él en su gloria.par par {i La esperanza de la gloria}

18 - Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después.{cf2super [r]}

19 - La creación espera con gran impaciencia el momento en que se manifieste que somos hijos de Dios.

20 - Porque la creación perdió toda su razón de ser,{cf2super [s]} no por propia voluntad, sino por aquel que así lo dispuso; pero le quedaba siempre la esperanza

21 - de ser liberada{cf2super [t]} de la esclavitud y la destrucción, para alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios.

22 - Sabemos que hasta ahora la creación se queja y sufre como una mujer con dolores de parto.

23 - Y no solo sufre la creación, sino también nosotros que ya tenemos el Espíritu como anticipo de lo que hemos de recibir.{cf2super [u]} Sufrimos intensamente esperando el momento en que Dios nos adopte como hijos, con lo cual serán liberados nuestros cuerpos.{cf2super [v]}

24 - Y en esa esperanza hemos sido salvados. Ahora bien, si lo que se espera está ya a la vista, entonces no es esperanza, porque ¿a qué esperar lo que ya se está viendo?

25 - Pero si lo que esperamos es algo que aún no vemos, con constancia hemos de esperarlo.

26 - De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.{cf2super [w]}

27 - Y Dios, que examina los corazones,{cf2super [x]} sabe qué quiere decir el Espíritu, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios por los del pueblo santo.par par {i Más que vencedores}

28 - Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman,{cf2super [y]} de quienes él ha llamado de acuerdo con su propósito.

29 - A los que de antemano Dios había conocido,{cf2super [z]} los destinó desde un principio{cf2super [a]} a ser como su Hijo,{cf2super [b]} para que su Hijo fuera el mayor entre muchos hermanos.{cf2super [c]}

30 - Y a los que Dios destinó desde un principio, también los llamó; y a los que llamó los hizo justos; y a los que hizo justos les dio parte en su gloria.

31 - ¿Qué más podríamos decir? ¡Si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros!{cf2super [d]}

32 - Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo,{cf2super [e]} sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas?{cf2super [f]}

33 - ¿Quién podrá acusar a los que Dios ha escogido?{cf2super [g]} ¡Dios es quien los hace justos!{cf2super [h]}

34 - ¿Quién podrá condenarlos? Cristo Jesús es el que murió; más aún, el que resucitó, y además está a la derecha de Dios{cf2super [i]} rogando por nosotros.{cf2super [j]}

35 - ¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la muerte violenta...?{cf2super [k]}

36 - Como dice la Escritura:par {f0 u8220?}Por causa tuya estamos siempre expuestos a la muerte;par nos tratan como a ovejas llevadas al matadero.{f0 u8221?}{cf2super [l]}

37 - Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

38 - Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente ni lo futuro,

39 - ni lo alto ni lo profundo ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús, nuestro Señor!