Hechos 5:26 - Dios Habla Hoy en Castellano Peninsular (2002)

Libro de Hechos
Capitulos:

12345678910111213141516171819202122232425262728

1 - par {i El pecado de Ananías y Safira{cf2super [a]}}par Pero hubo un hombre llamado Ananías, que junto con Safira, su esposa, vendió un terreno.

2 - Este hombre, de acuerdo con su esposa, se quedó con una parte del dinero y puso la otra parte a disposición de los apóstoles.

3 - Pedro le dijo:par {f0 u8211?}Ananías, ¿cómo dejaste que Satanás entrase en tu corazón para que te hiciera mentir al Espíritu Santo quedándote con parte del dinero que te pagaron por el terreno?

4 - ¿Acaso el terreno no era tuyo? Y puesto que lo vendiste, ¿no era tuyo el dinero?{cf2super [b]} ¿Cómo se te ocurrió hacer eso? No has mentido a los hombres, sino a Dios.

5 - Al oir esto, Ananías cayó muerto. Y todos los que lo supieron se llenaron de miedo.

6 - Vinieron entonces unos jóvenes, envolvieron el cuerpo y se lo llevaron a enterrar.

7 - Como unas tres horas después entró la esposa de Ananías, sin saber lo que había sucedido.

8 - Pedro le preguntó:par {f0 u8211?}Dime, ¿vendisteis el terreno en el precio que habéis declarado?par {f0 u8211?}Sí, en ese precio {f0 u8211?}contestó ella.

9 - Pedro le dijo:par {f0 u8211?}¿Por qué os pusisteis de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? Ahí llegan los que llevaron a enterrar a tu esposo, y ahora van a llevarte también a ti.

10 - En aquel mismo momento, Safira cayó muerta a los pies de Pedro. Cuando los jóvenes entraron la encontraron muerta, y se la llevaron a enterrar al lado de su esposo.

11 - Todos los de la iglesia{cf2super [c]} y todos los que supieron lo ocurrido se llenaron de temor.par par {i Milagros y señales{cf2super [d]}}

12 - Por medio de los apóstoles{cf2super [e]} se hacían muchas señales y milagros entre la gente, y todos se reunían en el pórtico de Salomón.{cf2super [f]}

13 - Ninguno de los demás se atrevía a juntarse con ellos; sin embargo, la gente los estimaba mucho.{cf2super [g]}

14 - Y aumentó el número de personas, tanto hombres como mujeres, que creían en el Señor.{cf2super [h]}

15 - Y sacaban los enfermos a las calles, poniéndolos en camas y camillas para que, al pasar Pedro, al menos su sombra cayera sobre alguno.{cf2super [i]}

16 - También de los pueblos vecinos acudía mucha gente a Jerusalén trayendo enfermos y personas atormentadas por espíritus impuros. Y todos eran sanados.{cf2super [j]}par par {i El comienzo de las persecuciones}

17 - El sumo sacerdote y los del partido saduceo{cf2super [k]} que estaban con él se llenaron de envidia,

18 - y apresaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel pública.

19 - Pero un ángel del Señor abrió de noche las puertas de la cárcel, los sacó y les dijo:

20 - {f0 u8220?}Id, y puestos de pie en el templo contad al pueblo todo lo referente a esta vida nueva.{f0 u8221?

21 - Conforme a estas palabras, al día siguiente entraron temprano en el templo y comenzaron a enseñar. Mientras tanto, el sumo sacerdote y los que estaban con él llamaron a todos los ancianos israelitas a una reunión de la Junta Suprema, y mandaron traer de la cárcel a los apóstoles.

22 - Pero cuando los guardias llegaron a la cárcel no los encontraron. Así que volvieron con la noticia,

23 - diciendo:par {f0 u8211?}Hemos encontrado la cárcel perfectamente cerrada y a los soldados vigilando ante las puertas; pero, al abrir, no encontramos a nadie dentro.

24 - Oyendo estas palabras, el jefe de la guardia del templo y los principales sacerdotes se preguntaban en qué pararía aquel asunto.

25 - En el mismo momento llegó uno que les dijo:par {f0 u8211?}Los que vosotros metisteis en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo.

26 - El jefe de la guardia, junto con los guardias, fue a buscarlos; pero no los maltrataron, porque tenían miedo de ser apedreados por la gente.

27 - Al llegar, los llevaron ante la Junta Suprema, y el sumo sacerdote les dijo:

28 - {f0 u8211?}Os habíamos prohibido terminantemente enseñar nada relacionado con ese hombre.{cf2super [l]} Y vosotros, ¿qué habéis hecho? ¡Habéis llenado toda Jerusalén con vuestras enseñanzas, y encima queréis echarnos la culpa de la muerte de ese hombre!{cf2super [m]}

29 - Pedro y los demás apóstoles contestaron:par {f0 u8211?}Es nuestro deber obedecer a Dios antes que a los hombres.{cf2super [n]}

30 - El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, el mismo a quien vosotros matasteis colgándolo de una cruz.{cf2super [ñ]}

31 - Dios lo ha levantado a su derecha{cf2super [o]} y le ha hecho Guía y Salvador, para que la nación de Israel se convierta a Dios y reciba el perdón de sus pecados.

32 - De esto somos testigos nosotros, y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a quienes le obedecen.{cf2super [p]}

33 - Al oir esto, se enfurecieron y querían matarlos.

34 - Pero en la Junta Suprema había un fariseo llamado Gamaliel,{cf2super [q]} que era un maestro de la ley muy respetado por el pueblo. Este se puso en pie y mandó que por un momento sacaran de allí a los apóstoles.

35 - Luego dijo a las demás autoridades:par {f0 u8211?}Israelitas, tened cuidado con lo que vais a hacer con esos hombres.

36 - Recordad que hace algún tiempo se levantó Teudas, alegando ser alguien importante, y unos cuatrocientos hombres le siguieron. Pero a este lo mataron, sus seguidores se dispersaron y allí acabó todo.

37 - Más tarde, en los días del censo, se levantó Judas, el de Galilea, y logró que algunos le siguieran; pero también lo mataron y todos sus seguidores se dispersaron.

38 - Por eso os aconsejo que dejéis a estos hombres y no os metáis con ellos; porque si este asunto es cosa de los hombres, fracasará;

39 - pero si es cosa de Dios, no podréis vencerlos. Tened cuidado, no vayáis a encontraros en lucha contra Dios.par Ellos le hicieron caso.

40 - Así que llamaron a los apóstoles, los azotaron y les prohibieron seguir hablando en el nombre de Jesús. Después los soltaron.

41 - Los apóstoles salieron de la presencia de las autoridades muy contentos, porque Dios los había considerado dignos de sufrir injurias por causa del nombre de Jesús.{cf2super [r]}

42 - Todos los días enseñaban y anunciaban la buena noticia de Jesús el Mesías, lo mismo en el templo que por las casas.