Romanos 11:29 - La Biblia Textual

Libro de Romanos
Capitulos:

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1 - Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera! Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.

2 - No ha desechado Dios a su pueblo que eligió de antemano. ¿O no sabéis qué dice la Escritura sobre Elías, cómo invoca a Dios contra Israel:

3 - Señor, mataron a tus profetas, y destruyeron tus altares; Y yo he quedado solo, y buscan mi vida?

4 - ¿Pero qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil varones, quienes no doblaron rodilla delante de Baal.

5 - Así, pues, aun en el tiempo presente ha surgido un remanente escogido por gracia.

6 - Y si es por gracia, ya no es por obras; de otra manera, la gracia ya no es gracia.

7 - ¿Qué, pues? Lo que busca Israel no lo logró, pero los escogidos lo lograron; y los demás fueron endurecidos;

8 - como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos para no ver Y oídos para no oír, hasta el día de hoy.

9 - Y David dice: Conviértase su banquete en lazo y en trampa, En tropezadero y en retribución.

10 - Sean oscurecidos sus ojos para no ver, Y dóblales continuamente la espalda.

11 - Digo, pues: ¿Acaso tropezaron para caer? ¡De ninguna manera! Pero por su trasgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarlos a celos.

12 - Y si su trasgresión es riqueza del mundo, y su fracaso la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración?

13 - Porque a vosotros hablo, gentiles; por cuanto soy apóstol de los gentiles, honro mi ministerio;

14 - por si de alguna manera puedo provocar a celos a los de mi carne, y salvar a algunos de ellos.

15 - Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su readmisión, sino vida entre los muertos?

16 - Y si la primera porción es santa, también la masa; y si la raíz es santa, también las ramas.

17 - Pero si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, fuiste injertado entre ellas, y llegaste a ser copartícipe de la raíz, de la rica savia del olivo;

18 - no te jactes contra las ramas, y si te jactas, sábete que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.

19 - Dirás entonces: Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado.

20 - Bien, por incredulidad fueron desgajadas, y tú por la fe estás firme. No seas arrogante, sino teme.

21 - Porque si Dios no eximió a las ramas naturales, tampoco a ti te eximirá.

22 - Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: severidad para con los que cayeron, pero bondad divina para contigo, si permaneces en la bondad, de otra manera tú también serás cortado.

23 - Y aun ellos, si no continúan en incredulidad, serán injertados; porque poderoso es Dios para injertarlos otra vez.

24 - Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el olivo cultivado, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?

25 - Porque no quiero hermanos que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes acerca de vosotros mismos: que un endurecimiento parcial ha ocurrido a Israel, hasta que entre la plenitud de los gentiles;

26 - luego, todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sión el Libertador, Que quitará de Jacob la impiedad;

27 - Y éste será mi pacto con ellos, Cuando quite sus pecados.

28 - Ciertamente, en cuanto al Evangelio, son enemigos por causa de vosotros, pero en cuanto a la elección, son muy amados por causa de los padres.

29 - Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

30 - Porque así como vosotros en un tiempo fuisteis desobedientes a Dios, pero ahora, por la desobediencia de ellos, habéis alcanzado misericordia;

31 - así también ahora éstos fueron desobedientes, para que por la misericordia mostrada a vosotros, ellos también alcancen misericordia.

32 - Porque a todos encerró Dios en desobediencia, para tener misericordia de todos.

33 - ¡Oh profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!

34 - Pues ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?

35 - ¿O quién le dio a Él primero, para que le sea recompensado?

36 - Porque de Él, por Él y en Él, son todas las cosas. ¡A Él sea la gloria por siempre! Amén.