Mateo 5:13 - La Biblia Textual

Libro de Mateo
Capitulos:

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1 - Al ver las multitudes, subió al monte, y cuando se hubo sentado, se acercaron a Él sus discípulos,

2 - y abriendo su boca, les enseñaba diciendo:

3 - Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

4 - Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

5 - Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.

6 - Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

7 - Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

8 - Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

9 - Bienaventurados los que procuran la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

10 - Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

11 - Bienaventurados sois cuando os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros por causa de mí.

12 - Alegraos y gozaos, pues vuestro galardón es grande en los cielos, porque así persiguieron a los profetas antes de vosotros.

13 - Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué será salada? Para nada es buena ya, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.

14 - Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida.

15 - Tampoco encienden una lámpara y la ponen debajo del almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa.

16 - Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, de forma que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

17 - No penséis que vine a abrogar la Ley o los Profetas; no vine a abrogar, sino a dar cumplimiento.

18 - Porque de cierto os digo: Hasta que pase el cielo y la tierra, de ningún modo pasará una jota, ni un trazo de letra de la Ley, hasta que todo se haya cumplido.

19 - Por tanto, cualquiera que suprima uno solo de estos mandamientos más pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos, pero cualquiera que los practique y enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.

20 - Porque os digo que si vuestra justicia no fuera mayor que la de los escribas y fariseos, de ningún modo entraréis en el reino de los cielos.

21 - Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que mate, quedará expuesto al juicio.

22 - Pero Yo os digo que cualquiera que se enfurezca contra su hermano quedará expuesto al juicio, y cualquiera que diga a su hermano: ¡Raca!, quedará expuesto ante el Sanedrín, y cualquiera que diga: ¡Moré!, quedará expuesto al fuego del infierno.

23 - Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el Altar, y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti,

24 - deja allí tu ofrenda ante el Altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y luego regresa y presenta tu ofrenda.

25 - Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, mientras estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.

26 - De cierto te digo que de ninguna manera saldrás de allí hasta que pagues el último cuadrante.

27 - Oísteis que fue dicho: No adulterarás;

28 - pero Yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

29 - Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; porque más te conviene que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

30 - Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala y échala de ti; pues más te conviene que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo se vaya al infierno.

31 - Fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio.

32 - Pero Yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, hace que ella adultere, y cualquiera que se case con una repudiada, adultera.

33 - Oísteis además que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos.

34 - Pero Yo os digo: No juréis de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios,

35 - ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies, ni hacia Jerusalem, porque es la ciudad del gran Rey;

36 - no jures ni por tu cabeza, pues no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.

37 - Pero sea vuestro hablar: Sí, sí. No, no. Porque lo que es más de esto procede del mal.

38 - Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente;

39 - pero Yo os digo: No resistáis al malvado; más bien, al que te golpea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.

40 - Al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa,

41 - y a cualquiera que te obligue a andar una milla, vé con él dos;

42 - al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda.

43 - Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo;

44 - pero Yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen;

45 - para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos.

46 - Porque si amáis a los que os aman, ¿qué galardón tenéis? ¿Acaso no hacen también lo mismo los publicanos?

47 - Y si sólo saludáis a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿Acaso no hacen también así los gentiles?

48 - Vosotros pues sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.